Cultivo del
tomate: La necrosis apical o culo negro del tomate.
Esta es la época del año de más
diversión en el huerto, la mayoría de las hortalizas están produciendo pero...
siempre pasan cosas, y esta, que nos ocupa, es una de ellas.
Resulta que, un buen día, te acercas
a echarles un vistazo a tus apreciadas matas de tomate y descubres que esos
tomates tan "guapos" que estás mimando, hace meses, tienen el culo negro. Grrrrrr
!!!!
La pudrición apical, también llamado “peseta del tomate”, comienza en el
extremo inferior del tomate, donde está la flor. Se inicia como una mancha de
color marrón claro o bronceado que es muy clara. Con el tiempo el lugar se
oscurece y se endurece, poniéndose negro, como cuero y seco. Finalmente, si se
deja en la mata, la putrefacción final de la floración afectará el tomate
entero.
Pero a ver, calma. La cosa tiene solución. Aunque
esos tomates, lamentablemente, no podremos recuperarlos, en su totalidad.
Estamos delante de un caso de Podredumbre
apical. Veamos qué nos dice Infoagro sobre esta fisiopatía.
“Fisiopatía
de cultivos causada por una deficiencia localizada de calcio (Ca) en los
tejidos distales del fruto. Este desorden puede presentarse como un área negra
visible (necrosis) en la parte distal (inferior) del fruto y en cultivares
sensibles puede causar una pudrición interna.”
¿Habéis entendido algo?. Pues vayamos
por partes, es una deficiencia de calcio que puede darse no solo en los
tomates, sino también en los pimientos y berenjenas.
Pero ojo, hemos de tener en cuenta que generalmente la pudrición apical
suele estar causada por el riego irregular de las plantas de tomate. Si bien la
propia podredumbre es el resultado de una deficiencia de calcio, nunca la
pudrición apical ocurre sin que las prácticas de riego sean irregulares. El
riego irregular somete a la planta de tomate a períodos de sequía y casi
ahogamiento, causando estrés a la planta. Así que vayamos por partes:
Las hortalizas absorben los
nutrientes que necesitan del sustrato a través de las raíces. El calcio,
obviamente, es uno de ellos. Si utilizamos un buen sustrato en las macetas o el
de nuestro huerto está bien abonado, las plantas deberían ser capaces de
encontrar de todo. Pero a veces no es así y por ello aparecen estas manchas en
el “culo” de los tomates.
También puede ser que el sustrato
contenga calcio pero las raíces sean incapaces de absorberlo.
Cuando hemos regado en exceso, las
raíces están encharcadas, ahogadas. En cambio, si hemos regado poco puede que
la planta no haya desarrollado un buen sistema radicular y las raíces sean
pequeñas, lo que tampoco favorece la absorción de nutrientes.
Es por ello que la solución a
la podredumbre siempre está en añadir calcio pero también en preguntarse
si estamos regando bien.
La solución:
El calcio lo podemos añadir de varias maneras:
- Comprar un producto apropiado en nuestra tienda habitual (nitrato de calcio, Calciprón) y aplicarlo según las indicaciones del fabricante.
- Añadir 250 ml de leche (un vaso) a un litro de agua, y regar con ello. También podemos aplicarlo mediante pulverización foliar si sospechamos que el problema puede venir por exceso o falta de riego (con el consecuente mal desarrollo radicular que os mencioné antes).
- Tirar un poco de leche en polvo sobre el sustrato y regar a continuación.
Hemos de tener en cuenta que la salinidad del suelo puede influir en la absorción de calcio. Por eso, y si vivimos en zonas costeras deberemos de aplicar calcio con cierta regularidad a nuestras plantas.
También hay quien asegura que hay variedades de tomates que son más sensibles a esta falta de calcio.
Personalmente creo que es importante
prestarle atención al tema del riego. Y que las plantas tengan unas raíces
proporcionadas con su tamaño.
Os recomiendo que cuando finalice la
temporada y arranquéis las matas de tomates, pimientos y berenjenas os fijéis
en el tamaño de sus raíces.
Considero un error, a la hora de
instalar el riego por goteo, aproximar la manguera a la base de la planta,
puesto que como indican los expertos en el tema:
“Son las raíces las que tienen que ir al
agua, no el agua a las raíces”.
Poner mantillo a tus plantas de tomate ayuda
a prevenir pudrición apical, garantizando una tierra uniformemente húmeda y
mojada, por lo que es menos probable que riegues tus plantas poco o mucho.
Tener una rutina regular de riego también evita que tus plantas se vuelvan
demasiado estresadas y más susceptibles al desarrollo de esta condición.
Recoger los tomates afectados tan pronto como sea posible ayuda a prevenir que
la enfermedad se propague a los tomates sanos.
Medidas a largo plazo:
Si hemos tenido problemas de culos podridos
en tomate antes, conviene cambiar de bancal al año siguiente y antes de plantar
los nuevos plantones añadir al suelo cáscara de huevo, enterrando una cáscara
machada unos 5 cm en el lugar donde va a ir nuestra tomatera. De esta manera el
calcio de la cáscara de huevo se irá liberando lentamente durante todo el crecimiento
de nuestra planta y si se controlan los riegos será más difícil que se vuelva a
dar este problema.
Medidas de urgencia:
Si observamos una
tomatera con los culos podridos no hay que echarse las manos a la cabeza.
Sabemos que de esta planta nacerán más tomates y no necesariamente les tiene
que pasar lo mismo que a sus colegas de mata. Para corregir esta deficiencia y
que los nuevos tomates maduren adecuadamente podemos añadir como medida de urgencia leche diluida en agua, con un vaso
de leche por litro de agua es suficiente, regando de esta manera unas 3 veces
por semana el contenido de calcio en el suelo se verá aumentado y no
observaremos más culos podridos.
También podemos
añadir unos gramos de leche en polvo sobre la planta o en el sustrato, con unos 4 gramos cada 15 días es suficiente
para paliar el problema.
Como siempre, todo esto es orientativo,
observar vuestro huerto, probar una dosis y con el tiempo veréis si es la
adecuada o necesitáis más o menos, pero siempre de manera mesurada.
Por último deciros que aunque tengáis “culos podridos” en algún tomate, si les
quitáis la parte afectada, son perfectamente comestibles, así que aunque os pase
este problema, “siempre podréis disfrutar de una rica ensalada de medio tomate.” Aunque
es más recomendable utilizarlos como alimentos cocinados. Opciones para el uso
de los tomates afectados por la podredumbre son las sopas, guisos y salsas.
Frase del día:" En todo hay una parte de todo." Anaxagoras (500 a.c. - 428 a.c.) Filósofo presocrático turco.
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