Tomate San Pedro, (hay quien los llama también tomate zaragozano).
Después de muchos años comiendo tomates que no saben a nada, eso sí, perfectos de forma, color y tamaño, hace unos años, cuatro en concreto, decidí montar mi propio huerto y poner a prueba aquellas lecciones, de 1º de Primaria, que nos daban nuestros padres a mi y a mis hermanos sobre como había que cultivar las plantas y, sobre todo, la necesidad del riego, a diario o cada dos días a lo sumo, que realizábamos en el huerto de “CARRALLABAJO”.
Una vez superado este primer paso, y
con algo más de experiencia en estas labores, este año he decidido probar con
la plantación de cuatro clases de tomates, Óptima, Comanche, Raf y Valenciano y
así conocer, de primera mano, la clase que mejor se adapta al suelo y clima de
mi huerto así como la clase de más calidad y sabor, por el momento y teniendo
en cuenta los parámetros de tamaño y cantidad, los que más se han adaptado son
los ÓPTIMA.
Pero, este año, no
queda ahí la cosa, me han recomendado plantar una clase de tomate tardío y, de
esta forma poder prolongar la recolección de esta solanácea, me han hablado, y
muy bien por cierto, del Tomate san
Pedro, por lo que he decidido plantar 4 matas y más adelante sacaré mis
propias conclusiones.
Variedad de precocidad media, con planta alta,
aproximadamente 1,5 m. Frutos de superficie lisa, pulpa abundante y jugosa, de
forma globosa y tamaño medio a grande, con cuello verde. Planta de estación
cálida, para cultivo de verano. Siembra en semillero protegido. Trasplante a
los 75 días, en bancales de 1,2 m. de anchura y 40 cm entre plantas. Se realiza
un aporcado a las 3-4 semanas del trasplante para que emita raíces. La planta
se poda dejando un solo tallo, que es necesario entutorar.
Recolección de Julio a Noviembre.
Este tomate es de una casta noble, digno de figurar en el guinness de las
solanáceas. Perteneciente a la más antigua nobleza rural, sus especímenes son
más bien grandotes, de aspecto rústico, pero su piel, fina y delicada, muestra
un hermoso color entreverado de verde y rojo. Sale a la mesa como si llegara de
una cruenta batalla, heroicamente hendido por su mitad, mostrando su roja y
jugosa pulpa, y, a pesar de tan cruenta herida, reidor y alegre, y la boca se
llena de jugos a la vista de tan atractivo alimento. Su noble sabor, un punto
dulce en su acidez, no precisa de otro aditamento que un polvo de sal y un
generoso chorro de aceite de esas arbequinas de la tierra, pequeñas, sabrosas y
sufridas.
Este
tomate es muy rico en “ licopeno “ que es un carotinoide con propiedades antioxidantes naturales, que se
encuentra presente en el tomate, y que protege las células del estrés oxidativo
producido por los radicales libres asociados al desarrollo de
la mayor parte de enfermedades cardiovasculares, del cáncer, de la inmunidad, y
del envejecimiento prematuro.
A estos beneficios se suma
su poder para prevenir el riesgo de infarto cerebral o ictus,
según ha demostrado un grupo de científicos de la Universidad de Finlandia
Oriental.
Aunque
no se sabe exactamente qué componentes proporcionan esta protección, esta
última investigación señala al “licopeno”, que es un potente
antioxidante que es diez veces más fuerte que la vitamina E. Concretamente, ha demostrado que el licopeno tiene
propiedades vasodilatadoras que protegen de la hipertensión arterial, de la
formación de coágulos, reduce la producción de colesterol y ciertamente protege
del riesgo de ictus.
“El entutorado” de esta clase de
tomate es una práctica imprescindible para mantener la planta erguida y evitar
que las hojas y sobre todo los frutos toquen el suelo, mejorando así la
aireación general de la planta y favoreciendo el aprovechamiento de la
radiación y la realización de las labores culturales (destallado, recolección,
etc.). Todo ello repercutirá en la producción final, calidad del fruto y
control de las enfermedades.
Otra de las actividades fundamentales para el
cultivo de estos tomates es “el Destallado” consiste en la
eliminación de brotes axilares para mejorar el desarrollo del tallo principal.
Debe realizarse con la mayor frecuencia posible (semanalmente en verano-otoño y
cada 10-15 días en invierno) para evitar la pérdida de biomasa
fotosintéticamente activa y la realización de heridas. Los cortes deben ser
limpios para evitar la posible entrada de enfermedades. En épocas de riesgo es
aconsejable realizar un tratamiento fitosanitario con algún
fungicida-bactericida cicatrizante, como pueden ser los derivados del cobre.
Y como estamos de pruebas, en el mercadillo, donde compré los tomates, me regalaron dos matas de pimientos Rumanos, las cuales ya he procedido también a su plantación, ya veremos los resultados que proporcionan.
Frase del día:
"Si quieres trabajadores creativos, dales tiempo suficiente para jugar." John Marwood Cleese (1939 - ??) Actor británico y miembro del grupo cómico Monty Python.
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