domingo, 14 de mayo de 2017

Construyendo las Barracas

     Como todos los años por estas fechas y motivado por el constante crecimiento de la plantación, se hace necesario la construcción de las denominadas "Barracas", con el fin de favorecer el crecimiento de las plantas y una mejor aireación de las mismas, evitando de este modo la aparición de algunas plagas de insectos, que pueden afectar a la recolección que se produzca en el huerto.


     Como la planta por excelencia en todo huerto, que se precie, suele ser el tomate, a continuación indico las premisas e indicaciones a seguir, para obtener unos tomates adecuados, tanto en sabor como en tamaño.
 
     Por su tipo de crecimiento, existen dos tipos de plantas de tomates, unos determinados y otros indeterminados.

     Los determinados, no se suelen entutorar, pues sus brotes finalizan en ramilletes de flor y alcanzan poca altura, por lo que su crecimiento es menor y su producción es más concentrada que los tomates indeterminados. Las variedades más utilizadas son las de tomate de pera para producir conserva de tomate.
 
     Los indeterminados se caracterizan por un crecimiento continuo de sus tallos, y necesitan un destallado para guiar uno o dos tallos (en el caso de de cherrys se pueden dejar más tallos).


     Hemos de tener especial cuidado a la hora de planificar nuestro huerto, teniendo en cuenta que los tomates no son compatibles con el pepino, los guisantes, el hinojo y la patata. 

     Además, es recomendable plantar el tomate en el mismo terreno donde antes teníamos plantadas las habas, ya que estas recogen el nitrógeno atmosférico y lo dejan en el terreno, “consejo de buen agricultor”.


     Como hemos dicho anteriormente, los tomates indeterminados necesitan un “entutorado”, también conocido como encañado. Estos necesitan un soporte para apoyar su peso y guiar su crecimiento. Para el entutorado se suele utilizar un hilo de plástico negro (colgado desde un soporte que suele estar entre 2 y 3 metros de altura), en el que se va enrollando la planta a medida que va creciendo. Para el encañado, se utilizan cañas clavadas en el suelo y sujetas en la parte superior para que no se tumbe la planta cuando sea grande (se colocan en forma de cabaña para apoyarlas unas con las otras). Para sujetar la planta a la caña, se utiliza una rafia plástica negra que es muy suave para no producir heridas en el tallo. Se ata la planta a la caña debajo de cada axila, suavemente para no producir estrangulamiento en el tallo.
 
     En los tomates indeterminados, necesitamos eliminar los tallos secundarios que brotan entre las axilas de las ramas para que la planta crezca con uno o dos tallos principales. De esta manera tendremos una producción escalonada. Las variedades indeterminadas suelen ser tomates de ensalada, por ejemplo como el tomate valenciano, raf,  óptima, rambo, comanche etc.


     Existe un consejo útil, si tenemos poco espacio, o pocas plantas de tomate y queremos maximizar su producción, podemos dejar 2 tallos por planta, de esta manera, aunque los tomates suelen tener un menor tamaño, tendremos el doble de producción. 
 
     La clorosis férrica es una carencia de hierro en nuestras plantas que muchas veces es producida por problemas de absorción por parte de la planta. Las hojas se suelen ver de color amarillo con los nervios verdes bastante marcados.
 
     La clorosis férrica se puede dar en suelos básicos (alcalinos) con bastante frecuencia pues aunque haya hierro presente en el suelo la planta no lo puede absorber por falta de solubilidad.
 
  
     Los síntomas son claros como vemos en la imagen superior todas las hojas amarillean y tienen los nervios de color verde. Esta carencia se debe tratar porque sino el crecimiento se detiene al faltar este nutriente.
 
     La mejor forma de combatir esta carencia es aportando Quelato de Hierro, que es una sustancia en polvo que podemos diluir en agua o aplicar directamente en el suelo de forma espolvoreada y regando posteriormente. 3gr en 1 litro, una vez al mes hasta que se solucione el problema.
 
 
     Además podemos aplicar hierro mediante aplicación foliar de forma pulverizada con productos llamados abonos foliares. Estos nos permiten que la planta absorba de una manera rápida y eficaz el hierro necesario para volver a la normalidad.
 
      Si sospechamos que nuestro suelo es bastante básico, con un pH superior a 8 es recomendable aplicar algunos de los siguientes elementos para conseguir bajarlo a 6,5 ó 7,5 como por ejemplo la turba rubia.  También podemos usar el sulfato de hierro con la misma dosis que el Quelato. Lo aplicamos al suelo  3 gramos por cada litro una vez al mes hasta que se solucione el problema.
 
El pH debe ser controlado pues no debemos subirlo ni bajarlo de manera excesiva, lo ideal es que esté entre 6,5 y 7,5.



     Este año no faltarán los "bachocones", para la Mary, aunque esta les da una utilidad diferente a la que se les da por esta tierra, ella los guisa como si de unas alubias se tratase, y he de manifestar que le quedan estupendos.

Frase del día:
"No hay nada bueno o malo, sino que el pensamiento lo hace así." Shakespeare (1564 - 1616) Dramaturgo, poeta y actor inglés.