Ya lo dice el refrán “el que siembra, recoge”
Llega el mes de Junio, son los días más largos del año, la luminosidad aumenta, y con ello aumentan los trabajos en el huerto. En este momento el huerto exige bastante atención y trabajo, cada día observaremos cambios por lo que es necesario estar muy pendientes.
Para la realización de estos trabajos en el huerto deberemos de conjugar la experiencia, los conocimientos y la tecnología disponible, respetando los ciclos naturales y aplicando los principios de la agricultura ecológica.
Las temperaturas aumentan y pueden ser elevadas, por lo que se hace recomendable la realización de estas labores a primera o últimas horas del día.
Entre estas labores que hemos de realizar se encuentra una de las más gratificantes: La recolección.
La recolección de los cultivos es una etapa emocionante y muy gratificante, además de fundamental, puesto que consiste en cosechar los cultivos que con tanto mimo y esmero hemos cultivado.
Antes de proceder con la recolección deberemos de tener en cuenta ciertas premisas para así garantizar la calidad y sabor de nuestros productos tales como la determinación del momento adecuado de efectuarla, puesto que cada tipo de cultivo tiene su propio tiempo de madurez y punto optimo de recolección, por lo que se hace necesario inspeccionar cuidadosamente nuestras plantas para identificar los cultivos que están listos para la cosecha. Prestaremos especial atención a las señales de madurez tales como el color, el tamaño y la textura de las frutas o verduras.
Dependiendo de los cultivos que se estén recolectando, requeriremos diferentes tipos de herramientas, tijeras de podar para frutas, cuchillos para verduras o incluso maquinaria especializada para grandes huertos. Es importante utilizar herramientas limpias y afiladas para evitar dañar y contaminar los cultivos durante la recolección.
Recuerda que algunos cultivos, como los calabacines o las zanahorias, pueden volverse fibrosos o duros si se dejan crecer demasiado. Asegúrate de recolectarlos en el tamaño adecuado para obtener la mejor textura y sabor.
Durante la recolección, es esencial manipular los cultivos con cuidado para evitar daños. Los cultivos delicados, como las frutas, deben ser recolectados con suavidad para evitar magulladuras o roturas. Además, es recomendable no apilar cultivos pesados unos encima de otros para evitar dañar los inferiores.
Después de la recolección, es común realizar una clasificación y selección de los cultivos. Separando los productos que no cumplen con los estándares de calidad o que presentan daños o enfermedades. Esto ayuda a garantizar que solo los productos de buena calidad lleguen a nuestra mesa.
Es muy importante, así como aconsejable, lavar y limpiar los cultivos antes de su consumo. Elimina cualquier suciedad o residuo que puedan tener. Si es necesario, retira las hojas externas dañadas o sucias.
Deberemos de tener en cuenta que si no vamos a consumir los cultivos de inmediato, es importante almacenarlos correctamente para mantener su frescura. Algunos se pueden refrigerar, mientras que otros deben almacenarse en un lugar fresco y seco. Investiga las necesidades específicas de cada cultivo para un almacenamiento óptimo. Algunos cultivos, como las verduras de hoja, se pueden lavar y guardar en bolsas de plástico perforadas en el frigorífico. Otros, como las frutas, pueden necesitar un almacenamiento a temperatura ambiente.
Recuerda que la recolección o cosecha de cultivos es un proceso continuo a medida que los diferentes cultivos alcanzan su madurez en diferentes momentos. Mantén un registro de tus tiempos de cosecha y realiza un seguimiento regular de tu huerto para asegurarte de recolectar los cultivos en el momento adecuado y disfrutar de esta experiencia y de los sabores frescos que tu huerto tiene para ofrecerte.
Además de la recolección, existen otras tareas a realizar durante el mes de junio con el fin de tener en óptimas condiciones nuestro huerto, entre las que podemos destacar:
Con las lluvias de estos días ha aumentado el color verde, pero las hierbas también.
· Mantener a raya las adventicias para que no se apoderen de él y no compitan por los nutrientes del suelo.
· Revisión de los tutores, tanto de tomates como de judías, procediendo a reforzarlos, si procede, para evitar que caigan por el peso de los frutos.
· Aclarar las plantas para que puedan disponer de un espacio óptimo para su desarrollo.
· Mantener a raya las floraciones indeseadas (espigado de plantas), protegiéndolas del sol si fuese necesario.
· Dar el último toque a los ajos antes de su recolección, para ello, cuando sus hojas comiencen a amarillear procederemos al anudado de los ajos con el fin de que todos los nutrientes vayan a reforzar el engrose del bulbo o cabeza.
· Continuaremos con las podas y despinzado de brotes no deseados en tomates, pimientos y berenjenas.
¡¡¡ Ahora es el momento de disfrutar de los frutos de tu trabajo. !!!
Frase del día:
“ No es que no puedan ver la solución, es que no pueden ver el problema. ”
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