jueves, 5 de octubre de 2023

El cultivo de la Berenjena

Las berenjenas son versátiles y pueden prepararse de muchas maneras diferentes. Además de su sabor y textura únicos, son una buena fuente de fibra, antioxidantes y nutrientes, como el potasio y la vitamina C.

La berenjena es una hortaliza de la familia de las solanáceas a la cual pertenecen también la patata, el tomate y el pimiento.

Es originaria del sudeste asiático, India y China. Las zonas de mayor producción, en España,  se concentran en la parte mediterránea, representado por orden de importancia en Almería, Murcia, Alicante y Valencia. Son comunes dos variedades: la negra y la morada rayada.  La rayada suele gustar más porque es menos amarga pero, como siempre, eso queda al gusto de cada uno.

En regiones tropicales puede ser perenne, pero se la cultiva como anual ya que es muy sensible a heladas. Los excesos de humedad provocan deformaciones en la planta y caída de flores.

La planta es de porte arbustivo, el tallo se lignifica al crecer pero la mayoría no se mantienen erguidas sin la ayuda de algún tipo de tutorado, ya que pueden alcanzan alturas superiores a 1,5 m. Toda la planta es finamente pubescente e incluso posee espinas.

El tallo, de la misma forma que el pimiento, se va bifurcando desde la primera flor cercana al suelo y sigue bifurcándose siempre. Este tallo es cilíndrico, las hojas son enteras, muy grandes y pilosas. Pueden aparecer espinas en los tallos, hojas, pedicelos o cáliz.

Las flores que se disponen de forma péndula pueden aparecer solitarias o en ramilletes de 3 a 5 flores, hermafroditas. Éstas poseen entre 5 y 7 sépalos de color verde y el mismo número de pétalos extendidos y de color violeta. Los estambres presentan anteras muy desarrolladas de color amarillo que se sitúan por debajo del estigma, dificultando así la fecundación directa.

El fruto, es una baya de forma variable (esférica, oblonga o alargada en la mayoría de los casos) según el tipo. Su piel es lisa, consistente y brillante y de colores diversos: blanca, púrpura, negra, verde, amarilla o roja. También hay variedades de piel jaspeada (mezcla de varios colores, sobre todo blanca y morada o verde) Aunque la berenjena morada es la más común. En su interior contiene una suculenta pulpa de color blanco, presentando semillas blandas dispersas por la carne.

El cultivo se inicia preferentemente por almacigo y posterior trasplante, cuando la plántula tiene al menos de 4 a 6 hojas verdaderas y entre 12 y 15 cm de altura, ya que la germinación y la formación de la plántula son lentas (de 50 a 60 días) y requiere altas temperaturas (25º a 35ºC) para germinar. Se trasplanta a principios de primavera al aire libre, cuando se prevé que ha pasado el peligro de heladas.

El marco de plantación habitual es de 1 metro entre surcos y 0,60 metros entre plantas. Más estrecho cuanta más fresca sea la zona, ya que la planta se desarrollará menos.

En cuanto a la luz, como todas las solanáceas, es una planta muy exigente requiriendo de 10 a 12 horas preferiblemente al sol directo.

Con temperaturas adecuadas desde la plantación a la recolección transcurren de dos a tres meses. Se mantiene en cosecha a lo largo de muchos meses si se logra mantener erguida mediante tutores. Las bajas temperaturas detienen el crecimiento y las heladas deterioran la planta totalmente.

Podemos decir que es la hortaliza con mayores requerimientos de temperatura, llegando a soportar niveles de hasta 45º C.

No obstante, las temperaturas óptimas para su desarrollo vegetativo son de 20º a 25ºC con máximas de 40 a 45ºC y de 20 a 30ºC para la floración, no tolera temperaturas por debajo de 0ºC.

Debido a que su sistema radicular es vigoroso, su requerimiento de suelo es amplio pero es bastante tolerante a cualquier tipo. Un suelo suelto, labrado en profundidad y bien drenado, de tipo franco, además de buena presencia de materia orgánica, albergará las condiciones óptimas para el desarrollo del cultivo de berenjenas. Un suelo arcilloso puede presentar problemas de asfixia radicular.

El plan de abonado debe iniciarse antes de efectuar la plantación definitiva en el huerto proporcionando a la tierra un arado para que esta quede esponjosa y un aporte de estiércol o compost. Una vez tengamos las plantas vigorosas debemos hacer un abonado de refuerzo cuando estas comiencen a dar las primeras flores, este abonado deberá ser rico en fósforo.

A pesar de que tienen un sistema radicular potente, la planta de la berenjena requiere riegos constantes y abundantes en todo su ciclo, sobre todo en el momento de crecimiento de los frutos. El mejor riego es el localizado, pues permite utilizar mejor el agua y no origina problemas de encharcamiento. Un sistema de goteo puede ser perfecto.

Al ser una planta de porte alto y de ciclo largo se la tutora en forma vertical, ya sea por medio de espalderas hechas con poste o cañas. La planta, después de emitir la primera flor, se va bifurcando y conviene realizar una poda de formación a 2 a 4 guías para lograr que los frutos adquieran cierto tamaño y que la planta no se haga un verdadero arbusto de mucha ramificación y frutos pequeños. También conviene deshojar cuando la cosecha va avanzando, porque se va llenando de insectos (pulgón, araña roja y/o mosca blanca).

Como se trata de un cultivo medio-largo la recolección la efectuaremos, aproximadamente, de 70 a 90 días después del trasplante, es decir de junio a noviembre y su producción no parará hasta que se corten los riegos o vengan los primeros fríos.

Debe realizarse cuando las semillas todavía no han acabado de formarse y la pulpa presenta un color blanquecino uniforme.

El momento de cosecha lo indica el tamaño, la firmeza (el fruto debe estar firme y no blando) y el grado de madurez, ya que al avanzar la madurez las semillas estarán más formadas produciendo un sabor amargo en el momento de ser consumidas.

Presiónala suavemente con el dedo pulgar, si la cáscara se hunde pero retorna a su forma original, está lista para recolectarse. Por el contrario, si la carne es dura y no se hunde, la berenjena no está madura y es demasiado joven.

Por norma general cada planta de berenjena produce entre 1 y 10 frutos pero puede llegar a producir hasta 30. Parece ser que formando la planta en 3 o 4 ramas principales y 4 o 5 secundarias, es frecuente obtener entre 25 y 30 berenjenas por planta.

A falta de más datos, parece que la luminosidad podría ser la causa, o al menos una de la causas, ya que las bajas temperaturas también influyen, de que las berenjenas finalmente no den tantos frutos como deberían.

Se trata de un cultivo muy atractivo para plagas como pulgón, mosca blanca, araña roja, gorgojos y tizón.

En cuanto a las enfermedades relacionadas con hongos pueden estar provocadas por la humedad relativa, la óptima oscila entre el 50% y el 65%. Humedades relativas muy elevadas favorecen el desarrollo de enfermedades aéreas (oídio o mildiu) dificultando la fecundación.

Entre la gran variedad de beneficios que la berenjena aporta a la salud, podemos destacar los siguientes:

Excelente fuente de fibra.

Alto contenido de flavonoides.

Contiene ácido clorogénico.

Abundante contenido en potasio.

Reduce los niveles de colesterol.

Facilita la eliminación de grasa.

Mejora la circulación sanguínea

Reduce los niveles de glucosa.

Aumenta la saciedad y reduce el apetito.

Aporta vitaminas A, B1, B2, B3, C y folato.

Recomendaciones:

Si las hojas de tus berenjenas comienzan a palidecer, es posible que necesites agregar más fertilizante. Utiliza un fertilizante soluble en agua y riega tus plantas antes de agregarlo a la tierra, en lugar de agregarlo al suelo seco.

Observa los cultivos durante las primeras fases de desarrollo, eliminando las malas hierbas para evitar enfermedades.

Es importante eliminar las hojas interiores e inferiores para que la planta consiga mejor iluminación y ventilación.

Las berenjenas no soportan el almacenamiento y aunque estén cosechadas correctamente deben ser consumidas tan pronto como se hayan cosechado.

En conclusión, las berenjenas son un alimento sabroso y saludable que puede agregar variedad y sabor a una amplia gama de platos. Su versatilidad en la cocina y sus beneficios nutricionales hacen que sean una elección popular para quienes buscan opciones culinarias interesantes y nutritivas.

¿Sabías que...?

Los antiguos pueblos del Mediterráneo le apodaban la “manzana loca”, pues creían que el consumo cotidiano de berenjenas podía causar demencia.

Es importante recordar que las berenjenas crudas pueden contener solanina, una sustancia tóxica que se disipa con la cocción, por lo que es recomendable cocinarlas antes de consumirlas.

Así que ya lo sabes, si estás dispuesto a cultivar berenjenas en tu huerto o jardín, deberás proporcionarles el tiempo necesario para atenderlas. Puedo asegurarte que con los primeros brotes sentirás que todo ha valido la pena.

Frase del día:

Nadie abandona de forma voluntaria los privilegios de que disfruta. ”

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