lunes, 11 de abril de 2022

El despertar del Huerto

Siempre hay un momento idóneo para marcarnos unos determinados propósitos, y uno de tantos, ¿por qué no?, puede ser el cultivo de nuestro propio huerto. El poder cultivar nuestro propio huerto puede llegar a convertirse en todo un placer, y algo adictivo, con lo que relajarnos todos los días y, además, obtener nuestras propias verduras y hortalizas, lo cual convierte esta afición en una actividad muy gratificante.

Es una responsabilidad con nosotros mismos el cuidar del bienestar y del planeta, por eso cada gesto suma, y no hay excusas. Por eso debemos de entender que hay un montón de beneficios al disponer de nuestro propio huerto.

Terreno preparado para la nueva plantación 2022.

Entre otros  beneficios, para el planeta, podremos destacar:

· Si colaboramos con el planeta ayudándole a respirar, el nos recompensará mejorando la calidad del aire.

·      Al cultivar nuestro huerto disfrutaremos del “sabor de las cosas”, ya que obtendremos frutas, verduras y hortalizas de temporada.

·      Así mismo contribuiremos con la reducción del uso de envases.

Existen, además, otros beneficios, los beneficios personales que el huerto nos aporta, tales como:

·      Dedicar un tiempo a cultivar, cuidar y observar las plantas, es una forma de relajarse y reducir los niveles de estrés: conectas con el ciclo natural de las plantas, los procesos más lentos y puedes poner en orden tus pensamientos….

·      Así mismo es una actividad para compartir ideas y conocimientos, con otras personas aficionadas al cultivo del huerto.

·    Y lo más gratificante es esa sensación de incluir en tus recetas tus propios alimentos, te sientes satisfecho por el esfuerzo y el cuidado, el tiempo que has dedicado…, te sabe mil veces mejor. Lo saboreas de otra manera.

Vamos a realizar un somero repaso esquemático de las labores de preparación del huerto para la plantación paso a paso. Este proceso no tiene por qué ser siempre así, pero sí es un proceso recomendable que permite cultivar con ciertas garantías de éxito.

Comenzamos una nueva etapa de cosecha y mientras, en nuestros semilleros, se preparan las variedades que cultivaremos esta primavera, debemos poner a punto el huerto para la siembra. Preparar bien la tierra es la clave, pero ¿cómo realizarlo correctamente?

De una temporada a otra, la tierra necesita recuperarse y ser cuidada para volver a ser fértil. El objetivo es conseguir que esté suelta, aireada y esponjosa. Y por supuesto con buena capacidad de retención de agua y con todos los nutrientes necesarios.

Boceto de la plantación, efectuada el pasado año, en el huerto.

Es imprescindible retirar los restos de cultivos anteriores y las malas hierbas. Para la eliminación de las malas hierbas, podemos emplear la técnica de confección de terrones que consiste en formar terrones con las hierbas, intentando no romperlos y así darles la vuelta dejando las raíces fuera y tallos y hojas enterrados. De esta forma conseguiremos que las hierbas se pudran de manera natural, enriqueciendo el terreno.

Mantener zonas lindantes en el huerto con hierbas controladas, así como restos de cultivo en floración permite crear espacios para mantener poblaciones de insectos, ácaros y demás animales que conviven en armonía en espacios naturales.

La opción de aportar un abonado de fondo depende del estado del terreno en cada momento. Ahora es el momento oportuno de corregir carencias de nutrientes para nuestra próxima cosecha

No debemos de olvidar que no todas las hortalizas necesitan la misma cantidad de abono, unas son más exigentes que otras.

Los abonos más adecuados para el huerto son: humus de lombriz, estiércol, compost y guano.

Una vez aportado el abono de fondo procederemos a remover todo ello con la tierra. Esta labor también nos permite airear y mullir el terreno para que la planta desarrolle mejor su sistema radicular.

Durante el proceso de mejorar el terreno es recomendable rebajar ligeramente las zonas de plantación retirando algo de tierra a lo largo de los surcos. Con ello conseguiremos que después de la plantación dispongamos de tierra para ir aporcando el cultivo de vez en cuando.

Seguidamente, si disponemos de riego por goteo, lo colocaremos sobre la línea de plantación. Los puntos de emisión de riego (goteros) nos darán la referencia del lugar exacto en el que plantaremos cada planta. Según las características de estas las plantaremos más o menos cerca del punto de emisión de agua.

Seguidamente distribuimos las plantas de modo que optemos por el marco de cultivo ideal para la especie en cuestión. En este momento también tenemos que decidir su distribución en función del tipo de crecimiento que va a tener el cultivo.

A veces tenemos dudas de la separación necesaria entre plantas para conseguir un desarrollo ideal de éstas. El marco de plantación en los cultivos es importante, con una separación idónea de las plantas obtendremos cultivos más productivos, a la vez disminuiremos los riesgos de plagas y enfermedades. 

Plantación después de 15 días.

El marco de plantación también es importante para conseguir una ventilación y aireación óptima para los cultivos hortícolas. Favorecerá el cuajado de los frutos y las hojas de las plantas recibirán toda la luz que necesitan para su desarrollo.

Así por ejemplo tendremos que el marco de cultivo para estas plantas, será: (son distancias recomendadas, que se pueden variar, ligeramente, pero si se varía es aconsejable que esta variación sea siempre al alza)

Acelgas 50x30cm.

Ajos 15x10cm.

Berenjena 100×50 cm.

Calabacín 120×80 cm.

Calabaza 150x100cm.

Cebolla 30x10cm.

Col repollo 60×40 cm.

Coliflor 80×70 cm.

Fresas 40×30 cm.

Girasol 70×20 cm.

Habas 70×50 cm.

Judía 80×40 cm.

Lechuga 40×30 cm.

Melón 100x100cm.

Patatas 70×25 cm.

Perejil 25×15 cm.

Pimiento 70×40 cm.

Puerro 30×20 cm.

Sandía 120×120 cm.

Tomate 100×50 cm.

Por lo tanto, debemos de tener en cuenta que una buena distribución en el huerto es fundamental, para obtener una buena cosecha.

Así mismo es clave definir espacios, acceso a la luz, al agua, el control del viento, el comportamiento de las plantas a sembrar…

No es necesario disponer de un gran espacio de terreno, para la ubicación de nuestro huerto, un espacio menor de 100 m. debería de ser suficiente para sembrar  algunas especies que una familia puede necesitar para su consumo anual.

Es muy interesante conocer esta información porque, si tenemos el espacio, nada nos impedirá tener nuestros productos frescos en casa.

Antes de ponernos a definir dónde irá ubicada cada cosa, es indispensable saber qué tipo de siembras vamos a realizar y algunos datos más sobre ellas.

Así tendremos que, es preciso separar las verduras o frutas por temporadas, estableciendo el tiempo que tardará cada una en generar frutos.

Plantación el 15 de Junio 2021.

A esto se le llama “ciclos de vida” y será clave para facilitar los tiempos de trasplante y recolección de cosechas. También será necesario definir el tipo de cuidados que requieren y las asociaciones que son favorables entre ellos. Este último aspecto de asociaciones nos ayudará a:

·      Aprovechar mejor el terreno.

·      Facilitar que las plantas crezcan más sanas.

·      Asegurar que recibirán una buena cantidad de nutrientes.

Antes de comenzar con la plantación nos puede ayudar la generación de un pequeño plano, estableciendo en cada sección el tipo de siembra que vamos a realizar

Buscaremos establecer cuanto material necesitaremos para cubrir cada espacio del boceto diseñado de nuestro huerto (sustratos, abonos, fertilizantes, semillas, plántulas...)

En los inicios, nos puede ayudar la confección de un pequeño calendario o agenda, en el que anotaremos las características de las plantas que vayamos a sembrar: si utilizan germinación en semilleros y cuanto tiempo tardan, el momento en que se deben de pasar las plántulas al terreno y los cuidados que deben de tener, el tiempo apropiado para realizar el trasplantado y cómo influirá su uso frente a otras especies.

Este paso es decisivo porque será el que asegure que una planta que está lista para trasplantar tenga el espacio que necesite. 

 Cabe destacar que, la práctica y la experiencia nos hará, poco a  poco, dejar de lado este método de actuaciones, conocidas ya por la rutina y siendo más fáciles de organizar.

Mención especial, y muy a tener en cuenta, es la rotación de cultivos, no sembrando en el mismo lugar las mismas especies todos los años.

Esto se debe a que cada tipo de especie vegetal necesita de cierta cantidad de nutrientes y, al rotar, nos aseguramos de que no se consuman en exceso los mismos.

Por otro lado, la rotación de cultivos ayuda a prevenir la aparición de plagas y enfermedades que puedan ocasionar daños en cada especie.

¡¡¡ Ya tenemos preparado nuestro huerto para la siembra !!! Lo hemos trabajado de tal manera que únicamente nos quedará trasladar el diseño de nuestro huerto, efectuado en papel, a la realidad, este es un proceso delicado, pero apasionante que, con toda seguridad y como buen horticultor, disfrutarás muchísimo.

Es posible que tu diseño sufra algunas pequeñas variaciones en algún momento ya que el papel no es igual que la realidad.

¡¡¡ A la faena !!!

Frase del día:

" La felicidad es un modo de vivir que habita en nuestro interior. "