viernes, 25 de febrero de 2022

La Colmena y los Panales

“Diligentes, afanosas, laboriosas y emprendedoras”

La abeja es un animal social, su vida grupal se desarrolla junto a muchos individuos de una misma familia, que viven en una colonia muy numerosa llamada colmena, está compuesta por alrededor de 50.000 abejas (en primavera pueden llegar hasta las 80.000), con una sola reina, madre y soberana de toda la clase social obrera y de varios miles de zánganos.

La colonia de abejas es una súper sociedad (un poco más adelantada que la nuestra), todas trabajan para todas, todas tienen su trabajo en cada momento, todas se ayudan, todas forman algo superior que las protege: la colonia o enjambre.


El enjambre constituye la forma natural de reproducción de la colmena y un medio para conseguir perpetuar la especie. Conforme avanza la primavera, la entrada creciente de néctar y polen, merced al trabajo incesante de las exploradoras, es el estímulo para que la reina ponga un número igualmente creciente de huevos, hasta 1.500 o más cada día.

El resultado de esta actividad frenética es una explosión demográfica que puede superar los 80.000 individuos. Empieza entonces a faltar el espacio en la colmena. A este problema se añade otro estrechamente relacionado: el control basado en feromonas que ejerce la reina, para que solo ella pueda depositar huevos, se debilita al aumentar la densidad de individuos.

Estos factores, y otros como la edad de la reina, son el incentivo para que algunas obreras comiencen el proceso reproductivo. Para ello toman huevos recién puestos por la reina, los sacan de la celdilla ordinaria y los depositan en celdas mucho más grandes, las “realeras”, donde la alimentación, exclusiva con “jalea real”, dará lugar a numerosas reinas vírgenes.

Estas reinas jóvenes, cuando aún se están desarrollando como larvas, ya emiten feromonas peculiares. Estas sustancias y otros factores de la colmena acaban “convenciendo” a la reina vieja de que sus días de monarca única están contados. ¡¡¡ Es la hora de enjambrar !!!  

La enjambrazón es una de las manifestaciones más hermosas de las abejas. Es el momento en que las abejas deciden fundar otro hogar.

No hay felicidad más grande que la llegada de un enjambre, un regalo alado que llega zumbando y se instala, sin permiso, en el lugar elegido. Alegría para todos, en especial para el apicultor.

Elegir el emplazamiento adecuado es toda una demostración de comportamiento social en cuanto al proceder  cooperativo y democrático. Las exploradoras que después de una inspección cuidadosa de lugares candidatos, regresan al enjambre.

Comienza entonces la información persuasiva: la exploradora que trae una valoración discreta de un lugar mediocre ejecutará una variante especial de la famosa “danza de las abejas”, y comunicará sus impresiones poco estimulantes. La que vuelve con una valoración elevada ejecutará la danza con gran vigor y a los pocos minutos emprende el vuelo nuevamente, pero ahora seguida por un número notable de abejas del enjambre, que quieren verificar si el lugar es tan bueno como dice la exploradora entusiasta.

De las decenas de exploradoras que salen la primera vez, solo un número muy inferior repite el vuelo arrastrando a varias de sus hermanas. Tras comprobar la bondad del lugar, el grupo vuelve y ejecuta nuevamente la danza informativa. Si el lugar merece mucho la pena, ahora las danzantes serán muchas.

Poco a poco el enjambre irá descartando sitios hasta quedar finalmente uno, que es elegido por ser el que despierta mayor interés para el mayor número de exploradoras. En el enjambre se ha generado una mayoría de abejas informadas y convencidas, y entonces todas emprenden el vuelo hacia el nuevo hogar.

La forma en la que las abejas exploradoras informan al resto de las abejas que componen el enjambre sobre la ubicación del alojamiento que han encontrado, es la misma que la utilizada para informar sobre la ubicación de una fuente de néctar: el llamado “baile del ocho”

¿Por qué bailan las abejas? Lo hacen para comunicar a sus compañeras información sobre la distancia, la dirección y la magnitud en la que se encuentran los alimentos o las flores, el polen, el néctar y las fuentes de agua.

¿Pero cómo lo hacen? Las abejas de exploración van en busca de alimento, una vez que se encuentra la fuente más cercana, regresan a la colmena para comunicarse con sus compañeras a través de un llamado baile de meneo debido a las vibraciones que se generan mientras se realiza.

En este punto, cada movimiento adquiere un significado preciso. Las abejas se reúnen alrededor de la abeja exploradora: si la fuente de alimento está cerca, como a 50 metros de su colmena, la abeja realiza un baile circular, si la distancia es mayor, el baile adquiere la apariencia de un "ocho”.

Danza en círculo,

Floración muy cercana.

Danza Octana,

Floración distante.

Y nuevamente, si se mueve desde el círculo hacia arriba, significa que la nueva fuente está en la dirección del sol, si por el contrario corta hacia abajo, las otras abejas entienden que es necesario ir en la dirección opuesta.

Si la abeja corta el círculo formando un ángulo, las demás entienden que deben volar hacia la derecha o hacia la izquierda con respecto al sol, dependiendo del ángulo que forme con respecto a una línea vertical imaginaria.

El número de repeticiones del baile parece estar relacionado con lo rentable que es la fuente de alimento, así como con la velocidad con la que se vuelve a repetir la "figura de ocho"

Pero estos insectos están llegando a un momento difícil  ya que se enfrentan a varias amenazas de patógenos misteriosos, plagas, pesticidas y el cambio climático que está cambiando los ecosistemas en todo el mundo.

Las abejas, tampoco se libran del Abejaruco.

En la primera enjambrazón, enjambre primario, suelen salir, aproximadamente, la mitad de abejas con las que cuenta la colonia. La calidad de éstos enjambres es altísima, puesto que se trata de una selección natural en la que se destinan a los mejores miembros de la colmena, y  cuándo éstas abejas parten ya no vuelven a la colmena inicial nunca.

Si la climatología es favorable, la vieja reina sale de la colmena con una selección de abejas, obreras, zánganos y exploradoras en busca de una nueva ubicación donde realizar la nueva colmena. Al estar la reina cargada de huevos va muy pesada, así que este enjambre se posa siempre muy pronto después de su salida y no vuelve a partir hasta que realiza un descanso largo.

Antes, estas ingieren rápidamente una buena cantidad de miel y polen, lo cual les proveerá no solo de alimento para su nueva casa, sino de material de construcción, ya que es esa miel la que les permitirá generar la cera necesaria para construir los nuevos panales.

Conviene recordar que, en términos generales, podría decirse que para generar un kilogramo de cera, las abejas necesitan consumir diez kilogramos de miel.

En un momento determinado, generalmente a primera hora de una mañana soleada, emprenden el vuelo formando un enjambre. Habrá unas 10.000 o 20.000 abejas, que siguen a la reina hasta un lugar generalmente cercano, donde se toman un descanso y comienzan la búsqueda del lugar idóneo para fundar una nueva colonia.

Se paran formando una especie de pelota enorme, que es inofensiva, si no se la molesta,  y se mantienen a la espera de que las abejas exploradoras, que han salido buscando un lugar óptimo dónde establecer el enjambre, vuelvan con la ubicación.

Uno de los puntos vitales de la enjambrazón es la protección de la reina, en ese momento nada es más importante que eso. Para ello, una nube de obreras la mantendrá protegida de cualquier ataque de depredadores.

Así, entre un zumbido inmenso llegan a su nuevo hogar. Es necesario destacar que un enjambre de abejas es, por naturaleza, sumamente pacífico.

De hecho, el enjambre es manso, es decir, se puede coger suavemente con las manos y depositar delicadamente en una colmena que se haya preparado al efecto.

Esta mansedumbre se debe a que en ese momento no tienen nada que defender: ni colmena, ni larvas, ni huevos, ni reservas. Están “de paso”. Solo días después de instalarse definitivamente, al poner cera en la nueva colmena, y la reina comenzar con su postura, reaccionarán de forma agresiva incrementando la defensa de toda la colonia.

En muchas ocasiones no se crea solo una nueva reina sino que nacen varias “princesas” las cuales o bien suelen pelear para quedarse con el control de la colmena o salen con parte de los efectivos a crear nuevos enjambres.

A estos enjambres se les llama “enjambres secundarios”, estos salen de una colonia que haya dado algunos días antes, generalmente entre 8 y 9 días, un enjambre primario, este va acompañado de una reina recién nacida, todavía no fecundada.  Estos enjambres son mucho más pequeños que el inicial y tienen menos probabilidades de convertirse en una colmena. Sus reinas ágiles y vírgenes hace que no se posen ni siquiera en la vecindad.

Pueden seguir otros enjambres secundarios, cada vez con un poco menos de fuerza debido a la reducción de la población de la colmena. A estos enjambres, secundarios y menores, se les llama “Jabardos”

Las abejas son animales muy importantes para nuestro planeta, para la preservación del ecosistema y para nuestra propia supervivencia en el tiempo.

El mundo de las abejas se rige por funciones y mecanismos verdaderamente ingeniosos que nos dejan realmente asombrados. Estos animales no solo son muy trabajadores sino también muy eficientes y precisos. En sus mecanismos de supervivencia, nada se deja al azar y el trabajo del enjambre produce resultados perfectos.

Organización de la colmena

Vayamos por partes, la colmena es el lugar donde viven y desarrollan la vida la colonia de abejas, es el hogar donde nacen, crecen, trabajan y se reproducen.

El panal por su parte, conforma el esqueleto o estructura rígida del organismo “colmena”. Es la estructura formada por celdillas hexagonales opuestas que comparten caras entre si y el fondo. Son utilizadas para incubar los huevos, albergar y proteger la cría, acopiar y pre-digerir el alimento (pan de abejas), dar rigidez al nido y cuando están llenos de miel y polen; tienen la función de depósito de alimentos de reserva y como aislamiento térmico del organismo. Las abejas, en la construcción de los panales, pueden tardar de 7 días a dos meses.

Estas celdillas están elaboradas con la propia cera que sale del cuerpo de las abejas, es decir, que las abejas son capaces de producir en su cuerpo el material necesario para la construcción del panal y darle esa forma tan característica.

Las abejas producen su cera a partir de unas glándulas que poseen y que salen por la parte baja del abdomen. Esta cera sale, se solidifica  en forma de pequeñas escamas y posteriormente pasan al aparato bucal donde es trabajada con las secreciones de las glándulas mandibulares hasta conseguir una textura adecuada para su uso.

La forma hexagonal de las celdillas de los panales es muy característica y no deja de ser llamativa. La razón de esta forma tan peculiar es pura optimización del espacio. Se trata de aprovechar al máximo el espacio dentro de la colmena y no dejar huecos ni espacios vacíos. Las abejas saben cómo fabricar y almacenar la miel optimizando sus propios recursos.

Las colmenas tienen varios panales yuxtapuestos que dejan entre sí galerías por donde transitan las abejas calentando el nido, alimentando la cría o depositando el alimento. Estos pasillos tienen dimensiones estables según la raza de abejas.

El tamaño de la celdilla, así como la distancia entre los panales varía según la raza. Esta varía de 4,7 a 5,4 mm.

La distancia entre los panales, también llamado “paso de abejas”, es un término que se le da al espacio que las abejas crean entre los panales para permitirles pasar libremente alrededor de su nido. Este paso oscila entre 5,3 y 8 mm.

En otras palabras, hay dos bandas distintas de paso de abejas posible y esto ocurre porque en algunas situaciones las abejas trabajarán individualmente, pero en otras situaciones necesitan poder trabajar juntas “espalda” con “espalda” (es decir, una capa de abejas en la cara de un panal y otra capa en la cara del panal adyacente).

Como ya sabemos, en una colmena pueden vivir hasta 80.000 abejas, por eso es tan importante tener una organización en cuanto a funciones, ubicación y trabajo.

En una colmena conviven tres tipos de individuos:

  • La Abeja Reina: hembra y madre de toda la colonia.
  • Las abejas obreras: hembras estériles que se encargan de la logística de la colmena.
  • Los Zánganos: machos encargados de la fecundación de las futuras abejas reinas.

Cada tipo de individuo se cría, en su etapa larval, en distinto tipo de celdillas y la miel, principal reserva de alimento y de aislamiento térmico, es depositada en un cuarto tipo de celdilla.

Así pues tenemos: 

  • Celdillas realeras, destinadas a criar la reina.
  • Celdillas para la cría de obreras.
  • Celdillas destinadas a la cría de zámganos.
  • Y las celdillas destinadas a contener la miel. 

Cada tipo de celdilla ocupa un lugar característico en la estructura formada  por los panales.

Por lo general la miel es depositada en la parte superior de los panales y llenando la totalidad de las celdillas de los panales periféricos del nido a fin de aislarlo térmicamente. Estas celdillas tienen un tamaño intermedio a las de cría de obrera y a las de cría de zánganos.

Las celdillas para cría de obrera son las más pequeñas y se ubican por debajo de la miel en los panales centrales del nido.

Las celdillas para criar zánganos son de mayores dimensiones y son labradas por las obreras en las esquinas inferiores de los panales que bordean el nido. Por lo general las obreras inducen a la reina a poner óvulos para criar zánganos después de haber criado gran cantidad de obreras.

La reina se cría en una celda muy especial, mucho más grande que las demás, que tiene la forma de una bellota, y sobresale del panal con la punta para abajo. Se la denomina “Celda Real” o “Realera”. Estas celdillas ocupan distinto lugar según cual fuere el impulso que indujo a su formación.

Las celdillas son cubiertas con una tapa u opérculo que es distinto para cada tipo de celdilla:

  • Las celdas de cría se operculan con un material poroso para que las crías puedan respirar, es de color ocre mate y su aspecto es inconfundible porque  tiene marcado los bordes de las celdas.
  • Si es de zángano parece un estampado de balines.
  • Si es de obrera, el trazado de las celdas le da un aspecto de un mosaico hexagonal.
  • El sellado de la miel es hermético y está hecho de cera pura, (aunque hay excepciones), es liso y las celdas pueden estar marcadas por pequeñas depresiones, pero sin el dibujo grabado de las de cría.
  • Por último tenemos la excepción, un quinto tipo de celdilla; hay una celda, que si bien tiene el tamaño de la celda de larva de obrera, su opérculo tiene la forma de la celda de zángano. Son las celdas de la postura de la "obrera ponedora". Son larvas de pequeños zanganitos. 

Como he dicho anteriormente, y como norma, la cría de obrera ocupa la parte inferior y media de los panales centrales del nido, digamos los seis centrales, y por lo general está rodeada de celdillas con polen ensilado.

La cría de zángano se ubica en los panales periféricos del nido en las esquinas inferiores de los mismos, el segundo y noveno, puede contener también algo de polen.

Por último la miel en el nido de cría se acumula en la parte superior de todos los panales y en los panales de los bordes formando una capa aislante, este puede también contener polen.

Cuando deseamos agregar panales o intercambiar panales en una colmena debemos recordar este orden estricto que ocupan los panales. No se debe colocar panales con celdillas de zángano en los lugares centrales, estos siempre van a ambos lados en los bordes del nido.

Dentro de cada colmena hay diferentes panales perfectamente organizados y estructurados. Entre cada panal, las abejas dejan un espacio por el que ellas pueden moverse dentro de la colmena para alimentar a los zánganos o guardar el alimento.

La reproducción de la abeja melífera.

Forma de determinación del sexo.

Por lo tanto la reina es la madre de toda la familia y la única hembra perfecta. Solo ella puede poner huevos fecundados o no fecundados. De los fecundados nacen abejas obreras, de los no fecundados salen zánganos.

Las obreras (hembras imperfectas), realizan todas las tareas domésticas, desde el cuidado de los huevos hasta la limpieza de la colmena.

Los zánganos (machos de la especie), tienen como misión principal fecundar a las futuras reinas, aunque también ayudan a las obreras, aunque sea de forma involuntaria.

Como curiosidad, saber que cada colmena posee un olor único y exclusivo que identifica a la colonia.

Destapar una colmena supone un estrés a las abejas (y un aumento de su consumo de miel) por lo que se debe elegir la situación en que menos agresividad muestran, es decir, días con un buen tiempo y en las horas centrales (aprovechando la ausencia de las pecoreadoras que son las más agresivas)

Por otra parte, evitaremos abrir las colmenas en los meses más fríos, pues destruiremos todas las juntas de propóleo que las abejas han instalado en las ranuras de la colmena, ya que no podrán volver a sellarlas (debido a que el propóleo a bajas temperaturas se endurece) y dejando por tanto espacios o rendijas entre los elementos de la colmena que hemos movido, por donde entrará el frío, lo cual puede propiciar un mayor consumo de reservas, paralización de la cría e incluso la muerte.

La miel es el producto más natural y saludable que se obtiene de las abejas, sin embargo existe una gran cantidad de mieles que son procesadas y sometidas a modificaciones. ¿Cómo podemos detectar si la miel ha sido procesada o modificada?

Una forma sería mediante el uso de agua, para este método necesitamos un plato o un recipiente en el que colocaremos una cucharada de miel, que extenderemos de forma somera por la base. A continuación, verteremos un poco de agua sobre ella y moveremos el recipiente escogido de forma circular. Si la miel es pura, como por arte de magia, aparecerá en ella el dibujo de celdas, como si de una colmena se tratara, mientras que si es procesada, no ocurrirá nada.

Otra forma de corroborar si se trata de miel pura o no es colocando un poco de miel en el pulgar y comprobando si se mantiene en su lugar o si se corre tal como un líquido menos espeso. Si se corre significará que la miel no es pura, ya que la miel verdadera, al ser espesa y viscosa, no se deslizará.

Así mismo, mezclando una cucharada de miel con un poco de agua y unas dos o tres gotas de vinagre, será una opción para comprobar la calidad de la miel. Si al realizar la mezcla se crea algún tipo de espuma, se tratará de miel adulterada, si esto no se produce será pura.

¿Sabías que…? 

  • Las abejas reinas viven un promedio de 3 años. Mientras que las obreras y los zánganos, alrededor de 3 meses, cuando mucho.
  • Por lo general, tras clavar el aguijón, la abeja obrera muere, ya que debido a su forma, el aguijón queda atrapado y desgarra parte de su abdomen.
  • Las abejas obreras, mediante “la danza de la abeja”, comunican a las demás que han encontrado una fuente de alimento, así como la dirección y la distancia desde la colmena.
  • Los ojos de los Zánganos son más grandes para poder localizar a las abejas reina en pleno vuelo.
  • Cinco días después de los vuelos de fecundación, la abeja reina comienza a poner huevos, en torno a 1.500 al día.
  • Las colmenas pueden llegar a albergar hasta 100.000 abejas. Normalmente tienen entre 30.000 y 80.000, de las cuales casi todas son obreras.
  • Las abejas obreras tienen el aparato bucal muy desarrollado con una lengua muy larga para obtener el néctar de las flores, que luego se transforma en miel.
  • Las abejas obreras tienen un "cepillo" de pelos donde quedan recogidos los granos de polen.
  • Una sola colonia de abejas puede elaborar alrededor de 30 kilos de miel al año. De hecho, es mucho más de lo que necesitan para alimentarse durante el invierno.

 

  • Para producir sólo medio kilo de miel, las abejas de una colmena deberán visitar más de dos millones de flores. 
  • Tienen sangre fría: sin embargo, pueden generar calor al hacer vibrar su cuerpo.
  • La temperatura en el interior de una colmena suele ser de 36°C.
  • Las abejas toman néctar de las flores y lo mezclan con enzimas de glándulas en su boca, ¿el resultado? la miel.
  • Cuando la colmena se vuelve demasiado poblada, la abeja reina puede elegir entre depositar nuevas larvas de abeja reina o abandonar la colonia para crear una nueva.
  • Si una abeja se encuentra bajo la lluvia o en un clima frío, rápidamente pierde su capacidad motora.

    Y recuerda: las que más saben de apicultura son las abejas.

    Frase del día:

    El trabajo más productivo es el que sale de las manos de una persona contenta.”

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