domingo, 30 de julio de 2023

La cura del Botijo

“Antiguos héroes del verano español, guardan en su alma de barro una fórmula capaz de refrescar y mantener fría el agua que contienen.”

El pasado año, sobre estas fechas, realicé una entrada sobre el funcionamiento del botijo y, al final de la misma, me comprometí a instalar uno en mi huerto para poder disfrutar de agua fresca durante los calurosos días de verano.

Por lo tanto y como dice el dicho que “Lo prometido es deuda”, he procedido a demostrar respeto, confianza y responsabilidad en la relación con los demás y he llevado a cabo la compra e instalación del mismo en el huerto.

Mi botijo de 2 litros, ya “curado” y preparado para su uso.

Así mismo he procedido a su limpieza y curación, antes de comenzar con su uso. A continuación os traslado la forma de proceder que he utilizado para llevar a cabo dicho proceso.

Aunque el rendimiento del botijo aumenta en climas cálidos, su uso está recomendado para cualquier época del año, ya que siempre mantiene el agua a una temperatura idónea para el consumo.

El botijo es un recipiente tradicional de barro que se utiliza para mantener el agua a una temperatura agradable y fresca en las regiones de clima caliente, es un dispositivo perfecto que parte de propiedades físicas y termodinámicas para cumplir su función. Es especial para aquellas zonas en donde las condiciones climáticas y ambientales necesitan la conservación de la frescura de las bebidas artesanalmente.

Los botijos también son denominados, según las diversas culturas, como búcaro, pirulo, piporro, cantir, pipo, piporro…

El agua en un botijo puede mantenerse fresca y potable durante varios días si se almacena en un lugar fresco y sin exposición al sol. Así mismo el botijo mejora la calidad del agua del grifo al facilitar la evaporación del cloro.

El mecanismo de acción de los botijos de barro, se da gracias a las moléculas que forman los líquidos que se encuentran en movimiento de manera constante.

Los botijos, por muy simples que parezcan, son capaces de enfriar el agua fría, incluso cuando la temperatura es elevada y, como todo en esta vida, tiene una explicación científica. El agua que introducimos en el botijo va poco a poco filtrándose por los poros de la arcilla y, al entrar en contacto con el ambiente seco exterior, el agua se evapora produciendo un enfriamiento.

Este movimiento está ligado a la energía por medio del calor de vaporización del agua, cuanto más caliente se encuentre el agua o el líquido, más movimiento y saltos tienen las moléculas. Las moléculas de líquido en el botijo con agua caliente son capaces de llegar a la pared interior del botijo y este, siendo poroso, hace que las moléculas se escapen.

A mayor choque de moléculas más se escapan las moléculas del botijo, generándose la disminución de la temperatura. Esto hace que el líquido se enfríe.

Es preciso que el botijo no sea hermético, pues no se produce el choque de moléculas ni movimiento. El entorno del botijo debe ser seco, con corriente de aire, para que se lleve las moléculas que salen del botijo. En condiciones óptimas es capaz de reducir la temperatura interior del agua hasta 10 ºC, mediante el conocido sistema térmico de “sudoración”, posible gracias a la porosidad de la arcilla empleada en su elaboración.

Pero cuidado, ni los botijos de plástico, ni los esmaltados  sirven para enfriar el agua, ya que no dejan filtrarse el agua por sus poros, además considero que no deberían de llevar el nombre de botijos.

Para su correcta hidratación el botijo debe colocarse en un lugar con una ligera corriente de aire leve y caliente.

¡¡¡ OJO !!! Antes de poder disfrutar de nuestro botijo hay que hacerle un pequeño “tratamiento de curación”

¿Eh? Sí. Un botijo de barro está realizado con arcilla y cocido a temperaturas inferiores a los 1.000 grados Celsius. No superar esta temperatura les concede la magia de la sudoración y de la evaporación, es decir, del mecanismo de enfriamiento del agua. Esto es así porque a temperaturas inferiores a 1.000 grados los microporos de las paredes del botijo no se cierran completamente.

Sin embargo, es normal que en los primeros usos el sabor del agua sepa a “tierra” debido a los restos de la arcilla no cocida y la capa interior generada por la propia cocción. Para evitar este mal sabor se realiza un proceso de “curado”

Estas maravillosas máquinas ecológicas de enfriar agua han de ser sometidos a un sencillo proceso antes de ser usados por primera vez para que la calidad del agua sea plena. Por eso, antes de utilizar el botijo debemos de eliminar cualquier sedimento que pueda afectar al sabor y la calidad del agua. Una de las formas más tradicionales es la denominada,

“Curación del botijo”, para ello:

·    Limpieza inicial: Lava el botijo por dentro y por fuera con agua corriente y un cepillo suave para eliminar el polvo y las impurezas del proceso de fabricación, no utilices jabones ni detergentes.

·   Sumergir en agua: Llena el botijo con agua y sumérgelo completamente en un recipiente con agua durante unas 12 horas. Esto permitirá que el barro absorba agua y se sature.

·      Secado parcial: Después del remojo, saca el botijo del agua y déjalo secar al aire durante unas horas. El barro del botijo retendrá parte del agua y ayudará a mantener el contenido fresco una vez en uso.

·     Llenado con agua: Llena el botijo con agua fresca y déjalo reposar durante un día completo. Esto permitirá que el barro interno se sature adecuadamente antes de su uso.

·      Ahora bien, para eliminar el sabor a barro de un botijo, añadiremos al agua del botijo, un chorrito de anís y esperar 24 horas. Luego se debe vaciar el líquido y volver a realizar el procedimiento anterior durante dos o tres días consecutivos.

·      Uso: Ahora nuestro botijo está listo para ser utilizado. Llénalo con agua fresca y colócalo en un lugar fresco y sombreado. El agua se filtrará a través de las paredes de barro, enfriándose mediante evaporación, lo que mantendrá el agua dentro del botijo fresca y agradable para beber.

Si observamos que el agua de nuestro botijo sigue teniendo cierto sabor terroso repetiremos el mismo proceso.

En condiciones adecuadas de ventilación y grado de humedad, el botijo no precisa ningún cuidado especial. No obstante, cada cierto tiempo, y especialmente si empiezan a aparecer pequeñas manchas oscuras, se aconseja aplicar un sencillo tratamiento desinfectante para eliminar cualquier impureza o restos de moho.

Limpieza del Botijo:

·      Lava el exterior del botijo con agua y un paño limpio para mantenerlo libre de polvo y suciedad. No utilices jabón, ya que podría impregnar la arcilla y afectar el sabor del agua.

·      Para limpiar el interior de un botijo de barro, se debe llenar con agua y añadirle lejía con una proporción de 20 cc de lejía por cada litro de agua.

·      Esta solución debe reposar por un día, posteriormente se debe enjuagar bien el botijo.

En caso de que el agua del botijo tenga sabor a lejía, después del enjuagado, podemos volver a llenarlo de agua manteniéndola en el mismo un día más, procediendo a desecharla transcurriendo este período.

El arte de beber en botijo:

El método correcto para beber en botijo es muy similar al empleado para beber en porrón o en bota. Así que si ya tienes experiencia en beber a “chorro” tienes mucho ganado. Si no es tu caso, la clave para aprender está en no tener miedo a mojarte.

Pasos para beber en botijo:

·      Agarra el botijo por el asa con una mano mientras sujetas el cuerpo con la otra.

·      Acerca el botijo a la cara dejando una distancia entre el pitorro y la boca de unos 5 o 7 cm.

·     Inclina el botijo lentamente hasta que salga el agua. (Si usas algún protector de corcho no olvides destaparlo para que el aire circule y pueda caer el agua)

·     Una vez hayas terminado de beber, retira con decisión el botijo para evitar mojarte.

Importante: Para mantener una correcta higiene hay que evitar beber directamente del pitorro del botijo, aunque éste sea para uso personal. Los microorganismos y bacterias presentes en la boca pueden dañar el botijo con el tiempo.

Ten en cuenta que…

Es posible que el botijo “sude” y tengas que ayudarte de un plato para que esta humedad no te moje la superficie donde esté ubicado.

Con el tiempo, el botijo puede adquirir una tonalidad distinta, señal inequívoca de que la labor de purificación y limpieza del agua está realizándose correctamente. 

Recuerda que, aunque el botijo puede mantener el agua fresca durante horas, en climas extremadamente calurosos, es aconsejable consumir el agua dentro de un tiempo razonable para garantizar su calidad y evitar la proliferación de bacterias.

Consejos adicionales:

·      No utilices productos químicos o detergentes para limpiar el botijo, ya que pueden afectar su capacidad de refrigeración natural.

·      Si notas que el botijo comienza a perder su capacidad de refrigeración, repite el proceso de inmersión y secado para revitalizar el barro.

·      Llena el botijo con agua fresca hasta unos tres cuartos de su capacidad. No lo llenes completamente para dejar espacio para el aire que ayudará a mantener el agua fresca.

·      Deja el botijo lleno reposando durante unos minutos antes de su primer uso. Esto permitirá que la arcilla se enfríe y actúe como aislante.

·      Siempre que bebas agua del botijo, trata de no derramarla en el exterior, ya que esto puede hacer que se moje y reducir su capacidad de enfriamiento.

·      Si no vamos a usar el botijo en invierno, para su conservación debemos vaciarlo y dejarlo en un lugar donde le dé el aire para que se seque bien la arcilla por dentro y por fuera, posteriormente taparemos los orificios de la boca y el pitorro para evitar la entrada de cualquier agente externo. Cuando lo volvamos a utilizar, deberemos de realizar de nuevo el proceso de curado y limpieza del botijo para poder disfrutar de él en su totalidad.

CONCLUSIONES:

·      Efectividad en el enfriamiento del agua: El botijo ha demostrado ser una excelente manera de mantener el agua fresca en climas calurosos. Gracias a la porosidad del barro, el agua se filtra lentamente a través de las paredes del botijo y se evapora en su superficie, lo que provoca un efecto de enfriamiento natural.

·      Sostenibilidad y ecología: El botijo es un recipiente de bajo impacto ambiental, ya que está hecho de materiales naturales y renovables, como el barro, y no requiere electricidad ni energía adicional para enfriar el agua.

·      Preservación del sabor y calidad del agua: A diferencia de los refrigeradores eléctricos o las botellas de plástico, el botijo no altera el sabor del agua ni le agrega productos químicos. Por lo tanto, el agua almacenada en un botijo conserva su sabor y calidad original.

·      Conexión cultural y tradicional: El uso del botijo está vinculado a la cultura y la tradición de muchas regiones, lo que lo convierte en un símbolo de identidad y patrimonio local. Además, su diseño y forma han sido heredados a lo largo de generaciones.

·      Reducción del consumo de energía: Al utilizar el botijo como una alternativa para mantener el agua fresca, se disminuye la necesidad de recurrir a métodos de refrigeración eléctricos, lo que contribuye a reducir el consumo de energía y las emisiones de carbono.

Por lo tanto, es importante seguir promoviendo la conservación de esta pieza única del patrimonio español y fomentar la creatividad en la búsqueda de soluciones para mantener el agua fresca sin tener que recurrir al uso de envases de plástico que tanto afectan al medio ambiente.

Si bien puede no ser tan conveniente o práctico como los electrodomésticos modernos, su valor va más allá de su función, ya que representa una conexión con nuestras raíces y un enfoque sostenible para conservar y disfrutar del agua fresca.

Frase del día:

No sé cómo será la tercera guerra mundial, sólo sé que la cuarta será con piedras y lanzas.”

jueves, 20 de julio de 2023

El Nispero arbol

¿Sabías que los nísperos son los primeros árboles frutales en florecer?

A diferencia de muchos árboles frutales, que lo hacen durante la estación primaveral, el níspero empieza su época de floración en otoño para darnos sus frutos en primavera. Al ser los primeros en florecer,  sus frutos también serán  los primeros en aparecer la próxima primavera.

El níspero (Eriobotrya japónica) es un árbol frutal perteneciente a la familia de las rosáceas, originario del Sudeste de China, aunque fueron los japoneses los que lo expandieron a Europa, como árbol ornamental, durante el siglo XVIII. Sus frutos se empezaron a consumir por toda el área mediterránea en el siglo XIX.

Cuando el árbol disfruta de unas condiciones idóneas, un árbol de níspero puede contar con un tiempo estimado de vida de 50 años, aproximadamente, y desarrollar una buena estructura gira en torno a los 6 años.

El níspero se auto poliniza. Sin embargo, estudios han demostrado que realizar una polinización cruzada, ayudada por los insectos, fomenta una mayor cantidad de frutos.

En España, las variedades más conocidas son la Tanaka y la Algerie, siendo la primera la que da unos frutos con mejor sabor a pesar de ser una especie de maduración tardía expuesta a los golpes de calor.

Es un árbol robusto de porte elevado pudiendo alcanzar los 10 metros con facilidad. Sus hojas grandes, largas y onduladas salen desde ramas que nacen desde muy abajo y forman una copa redondeada.

Se trata de un árbol de hoja perenne con flores blancas e intenso olor a heliotropo (olor parecido al de la vainilla) agrupadas en panículas que llegan en otoño e invierno (de octubre a febrero) pero, por norma general, los frutos no maduran hasta el mes de abril. En diciembre, como si de una pequeña nevada se tratase, están prácticamente blancos.

Su fruto, una mezcla de cítricos, melocotón y mango, es delicioso y fresco llamándose níspero o níspola y se desarrolla en panículas que brotan en nuestro árbol a partir del otoño, madurando a principios de primavera.

Es un fruto más o menos redondeado primero es verde, después se vuelve de color naranja y sabor dulce muy característico, aunque es habitual encontrarlo de sabor algo más ácido cuando no están bien maduros. Dentro hay una semilla marrón relativamente gruesa.

La maduración del níspero o níspola es lenta, no tornándose anaranjada hasta principios de abril.

El níspero es un árbol que no necesita grandes cantidades de agua para desarrollarse y producir frutos. Eso sí, la sequía veraniega incide negativamente en los frutos y las lluvias tampoco le hacen un gran favor a los pequeños nísperos, así como los vientos.

Se trata de un árbol frutal resistente al frío pero que no requiere de horas de frío para su desarrollo. En cualquier caso, aunque la estructura del árbol sobreviva a temperaturas por debajo de cero grados (hasta -10 ºC incluso), lo normal es que no produzca nada en zonas en las que la temperatura baja de los 0 ºC, puesto que las flores y los frutos no resisten temperaturas tan bajas. De hecho, el níspero es un árbol de litoral que no lleva bien el viento fuerte, las heladas o los golpes de calor excesivos.

Los nísperos se adaptan bien a casi cualquier tipo de terreno que le ofrezca una buena capacidad de drenaje.

Para ayudar a que la plántula se establezca mejor al momento del trasplante, vale la pena remover el terreno un poco la zona escogida días antes de realizar la siembra definitiva.

Esto ayudará a que las raíces se distribuyan mejor y consigan asentarse sin problemas. Otro detalle importante es que cuente con un buen nivel nutricional. En suelos excesivamente pobres puede costarle un poco más de trabajo desarrollarse.

El tipo de suelo más adecuado para cultivar nísperos es el arenoso con alto drenaje, puesto que sufre en terrenos calcáreos por los bloqueos de micro elementos y radicularmente no funciona bien en tierra arcillosa.

El níspero es una especie capaz de soportar las sequías que no sean muy prolongadas, pero lo más recomendable es mantenerlo con humedad suficiente.

Los riegos deben ser frecuentes y con una cantidad de agua suficiente para la etapa en la que se encuentre la planta. Cuando ya es un árbol establecido, se podrán suprimir los riegos durante los días de lluvias.

Los riegos pueden establecerse en 2 o 3 veces por semana, según la época del año en que nos encontremos. Durante el verano, sobre todo cuando el calor es más fuerte, podríamos llegar a las 3 veces por semana.

Sin embargo, en invierno podrían disminuir a una vez por semana, especialmente cuando ya está establecido el árbol en el exterior.

El níspero se puede reproducir con semillas frescas pero es más común hacerlo mediante injertos. En el caso de la reproducción por semillas, el árbol tarda entre cuatro y seis años a dar sus primeros frutos, mientras que si es por injerto, este tiempo se reduce a dos o cuatro años año. En el primer caso, el comienzo de la producción suele adelantarse mucho puesto que el material que injertamos suele proceder de una planta ya adulta y que, por tanto, está lista para producir flores y frutos.

Particularmente, recomiendo la utilización de un membrillo como pie para el injerto, ya que esta variedad está adaptada al clima mediterráneo y a los microorganismos existentes en nuestro suelo.

Si optamos por la opción de germinar una semilla de níspero, estas deberán de ser germinadas en el momento de extraerlas de la fruta, generalmente en primavera, ya que tienen un poder de germinación limitado.

GERMINACION:

·      Selecciona las semillas que vas a germinar, límpialas bien de cualquier resto de pulpa.

·      Coge un trozo de papel de cocina absorbente y humedécelo en agua, coloca las semillas y envuélvelas bien en él.

·      Coloca el papel absorbente con las semillas en un vaso y cúbrelo con papel film para evitar que el papel se seque. En caso de que esto ocurra en los días siguientes, se puede rociar un poco más con agua.

·      Espera a que las semillas empiecen a germinar antes de sembrar. Este proceso puede durar entre varios días y unas pocas semanas.

·      Coge una maceta de tamaño regular y rellénala de sustrato universal con algo de materia orgánica casera como el compost para dotarla de algunos nutrientes.

·      Planta la semilla germinada con cuidado de no dañar las raíces y brotes que empiezan a aparecer.

·      Riega de forma abundante pero sin que se encharque el sustrato y coloca la maceta en un espacio bien iluminado pero sin que reciba los rayos solares de forma directa.

·      Cuando la planta tenga un tamaño apropiado, realiza el trasplantado hacia el espacio reservado en tu huerto donde permanecerá de forma definitiva.

Lo más recomendable es realizar previamente el proceso de germinación de las semillas, aunque la tasa de éxito de plantarlas directamente en tierra suele ser muy buena.

La fertilización del níspero se puede realizar con abono orgánico durante los meses en que se registre la floración y la producción de frutos.

Estas fertilizaciones podrán distribuirse cada 15 o 30 días en función al estado nutricional de la planta y los avances que se registren en torno a su desarrollo.

La poda del níspero es una más de las tareas a las que se someten los nísperos anualmente siendo sin duda un momento muy importante ya que de esta labor dependerá la calidad y cantidad de los frutos que dé ese año el árbol.

Algunos agricultores apuntan que la primera poda del níspero debe realizarse a los tres años de su plantación, cuando este ya ha crecido lo suficiente. Pero, en realidad, durante ese tiempo también se llevan a cabo tareas de poda. Se trata de una poda de formación y tiene lugar hasta el momento en el que el níspero comienza a producir frutos, es decir, durante los tres o cuatro primeros años desde que se planta el árbol.

Es indispensable que las podas se administren a finales del verano cuando la época de producción de frutos haya culminado. Estas podas anuales ayudarán al nispolero a:

·      Mantener una estructura apropiada, que no se vea desordenada pero sobre todo que ayude a canalizar mejor el uso de la energía.

·      Asegurar que la producción de frutos sea de calidad, pues aunque es probable que produzca menos cantidad, estos nísperos serán más grandes y con una pulpa más exquisita.

·      Disminuir las posibilidades de que se presenten enfermedades asociadas a la falta de luz y aire en el interior de la copa.

·      Evitar que la planta mantenga partes que estén en mal estado.

Si germinaste tu mismo el níspero, el trabajo de poda deberás efectuarlo en distintas etapas: 

El primer tipo de poda es la poda de formación y tiene como objetivo crear la estructura general del árbol,  esta seguirá el propio crecimiento piramidal del árbol, dejando de 4 a 6 brazos y una altura de 3 o 4 pisos. El primer piso debe estar a una distancia no superior a 40 cm con respecto al suelo. A partir de ahí, el resto de los pisos  guardan una distancia de 50 o 60 cm entre ellos.

Por lo tanto, el árbol de níspero ideal es con una estructura en pirámide, lo que facilita que los frutos estén más alcanzables a la hora de recolectar la cosecha. Para conseguir este objetivo los pasos son:

·      Deja crecer el tronco hasta una altura determinada y después corta en el punto justo en que esperas que empiecen a nacer las ramas principales.

·      Permite que el árbol desarrolle las ramas principales y selecciona tres o cuatro que veas con más vigorosidad.

·      Realiza el mismo procedimiento con las ramas secundarias y las ramitas que provengan de estas. La idea es que se formen al menos 4 pisos.

Trasplante del Níspero 5/03/21

Níspero el 11/07/23

Una vez que el árbol comienza su etapa de producción, llegará el momento de aplicar las podas de producción y de mantenimiento. En estos casos, procederemos de la siguiente forma:

·      Corta todas aquellas ramas, hojas y frutos que estén en mal estado. Estos tienden a robarle la valiosa energía interna del árbol sin ofrecer beneficios. Además, le añaden más peso a la copa. Poda de limpieza o aclareo que se lleva a cabo una vez han salido los frutos, se suele realizar a finales de enero o en febrero, una vez han pasado las heladas. Se seleccionan, en cada panícula, los 4 0 5 mejores frutos en función de su tamaño, ubicación y calidad.

·      Poda las ramas que estén más vigorosas para mantener la estructura del árbol. Este corte puede ser de 2/3 de su longitud. En torno a las ramas que han dado fruto, si no están muy grandes, puedes dejarlas así. Con la poda de fructificación se pretende limitar la altura del árbol podando las ramas vigorosas y dejando sin tocar las fructíferas. Conviene efectuarla pasados 15 0 20 días desde la recolección, eliminando todos los ejes verticales que salgan.

·      Valora el resto de las ramas y asegura que haya un flujo correcto de aire y luz en la parte interna, sin dejar huecos muy grandes, evitando, de este modo, que el sol queme las ramas o el propio tronco del níspero. La idea es que la copa se note equilibrada.

Un último tipo es la poda de renovación y se trata de la más drástica. Esta la tendrás que ejecutar cuando el árbol está en la vejez. La idea es podar la mayor cantidad de ramas viejas para motivar a que el árbol rejuvenezca y sea capaz de ofrecer nuevas cosechas.

Como casi todos los árboles frutales, el níspero es bastante propenso a sufrir el ataque de plagas y enfermedades por la producción de su fruto dulce.

Pulgones, cochinillas, mosca de la fruta son los principales representantes en el caso de las plagas.

En el caso de las enfermedades, las más comunes son el moteado del níspero y la mancha morada.

En conclusión, el níspero árbol es una especie frutal muy apreciada por su sabor y beneficios para la salud. Sin embargo, es importante tener en cuenta que para que crezca adecuadamente requiere de cuidados específicos tales como una exposición adecuada al sol, un riego controlado y una poda regular. Además, es necesario estar atentos a posibles plagas y enfermedades para atacarlas a tiempo y prevenir daños mayores.

¡¡¡ Anímate a cultivar esta maravillosa especie !!!

En otro orden de cosas, el platanero este año ha comenzado a dar sus frutos más temprano que el año pasado, ya que al dar la mazorca tardía los frutos se helaron y no prosperaron ni maduraron.

¡¡¡ A ver si este año, SI !!!

Frase del día:

De todas las palabras tristes, escritas o habladas, las más tristes son éstas: podría haber sido!!!

lunes, 10 de julio de 2023

El Repollo

El repollo es una planta comestible perteneciente a la familia de las Brassicaceae. Se caracteriza por tener hojas gruesas y compactas en forma de cabeza redonda u ovalada. Es originario de Europa y ha sido cultivado y consumido desde tiempos antiguos.

El repollo es una de las hortalizas más versátiles y nutritivas. Es bajo en calorías y rico en fibra, lo que lo convierte en una opción saludable para incluir en la dieta. También es una buena fuente de vitaminas C y K, así como de folato, manganeso y antioxidantes.

Antiguamente, durante la Edad Media, formaba parte de la alimentación básica de los campesinos. El repollo se puede consumir crudo en ensaladas, cocido al vapor, salteado, en sopas o guisados. También se utiliza en la preparación de alimentos fermentados, como el chucrut.

Dependiendo de la zona en la que esté ubicado nuestro huerto, variará la época en la que comencemos con la plantación de los repollos coles o berzas, que es el tema que hoy nos ocupa.

Pero… ¿Cómo diferenciar la col, la berza y el repollo?

Como ya sabemos todas estas verduras pertenecen a la misma familia: Brássica oleracea, a la cual pertenecen también el brócoli y las coles de bruselas. Por eso, muchas veces la diferencia entre estos productos es complicada de observar. Así tenemos que:

·      La Col: Cuando hablamos de una col viene a nuestra cabeza la imagen de una verdura redondeada, de color oscuro y con muchas capas. Existen distintos tipos aunque la más conocida es la col de saboya y para prepararse debe cocerse previamente ya que es la manera de ablandar sus hojas.

·      La Berza: La berza se trata de una verdura de hoja alargada siendo similar a la acelga. Aunque, en este caso, tiene unas hojas más cortas y gruesas. A la hora de comprarla la encontraremos en ramilletes y es ideal para incorporar a todo tipo de guisos.  

·      El Repollo: Finalmente tenemos el repollo, el cual se parece mucho a la col en cuanto a su forma y color. Ambas tienen una tonalidad verde oscura, son redondas y están compuestas por muchas hojas. No obstante, la diferencia principal es que las hojas del repollo son mucho más lisas que las de la col. Además otra de las características del repollo, que no tiene la col, es que puede consumirse tanto cruda como encurtida. Por eso es ideal para preparar ensaladas.

El repollo sería, por tanto, un tipo de col. De hecho si te fijas en su aspecto es muy similar al que asocias habitualmente a las coles: una verdura de forma esférica con muchas hojas que pueden ser de distinto color dependiendo de la variedad de repollo que elijamos.

Col.

Berza.

Repollo.

Es una planta que se adapta bien al frío y a la humedad, por lo que es una buena elección para sembrar en el otoño. Esto significa que los agricultores podemos obtener una cosecha de repollo de buena calidad incluso en los meses más fríos del año.

Para la plantación del repollo existen dos épocas recomendadas, al igual que para el brócoli y demás crucíferas en el huerto, una de ellas es a finales de verano y principios de otoño, y la otra sería a finales del invierno o principios de primavera, aunque en este período, dependiendo de la zona, existen más posibilidades de que el repollo se abra y florezca antes debido a la subida de temperatura y además estaremos preparando el huerto para otros cultivos como tomates, pimientos, berenjenas, judías etc., por lo que es aconsejable efectuar el cultivo hacia finales del verano.

Se tiene constancia que en el antiguo Egipto ya se cultivaba esta especie en los limos del Nilo. “Es típico el limo depositado por el río Nilo después de las inundaciones que aportaban terreno fértil para la agricultura, desde el antiguo Egipto, hasta que este flujo fue interrumpido por la construcción de la presa de Asuán.”

Griegos y romanos también la cultivaron como alimento y como planta medicinal, para combatir trastornos intestinales, pulmonares, para aumentar la producción de leche materna, eliminaba la embriaguez, etc.

La temperatura ideal para el cultivo de esta planta está comprendida entre los 15 y 18 ºC, aunque existen híbridos que aguantan temperaturas de 23 a 34ºC.

Dentro de las variedades de repollos, los tenemos con hojas lisas o rizadas y la variante por su color morado que es la “lombarda”.

El repollo puede cultivarse en casi todos los climas, se adapta bastante bien; de hecho algunas variedades puede aguantar hasta -10ºC. Como le gusta el clima suave y húmedo del litoral, también puede cultivarse cerca del mar, ya que la brisa marina, cargada de sal, no le perjudica.

El repollo se adapta bien a casi todo tipo de suelos, aunque crece mejor en suelos ricos en nutrientes con una buena carga de nitrógeno, los prefieren de textura media, ligeramente ácidos, arcillosos, profundos y que retengan bien la humedad. Como he dicho anteriormente la salobridad del suelo no perjudica el desarrollo del cultivo, incluso puede mejorar su calidad y sabor, o darles un color más intenso.

Si nos hemos decantado por hacer nuestro propio plantero, comenzaremos a confeccionar el semillero a mediados de mayo y proceder al trasplantado al huerto a mediados de julio y mediados de agosto, escalonando de esta manera la recolección.

La distancia entre los repollos es un factor importante a considerar para asegurar una cosecha exitosa. El espacio adecuado entre las plantas determinará el tamaño y la calidad de la cosecha. Si las plantas se siembran demasiado cerca, el crecimiento se verá limitado disminuyendo la producción. Por el contrario, si se siembran demasiado lejos, esto aumentará el riesgo de propagación de plagas y enfermedades.

La densidad, o marco de plantación, variará en función de la variedad, aunque por regla general se plantan con un marco de 60 x 45 cm.

El trasplante se realizará cuando las plantas tengan entre 5-6 hojas verdaderas y tengan suficientemente desarrolladas las raíces y el cepellón salga bien de las bandejas del semillero.

La plantación deberemos efectuarla en un lugar que esté bien expuesto al sol, ya que esta planta necesita mucha luz.

Necesita una humedad regular, pues debido a la anchura de sus hojas, se evapora más agua. Es importante que no se produzcan encharcamientos, estos podrían provocar asfixia en las raíces y podredumbres.

Repollos gemelos.

El trabajo de mantenimiento es escaso, básicamente se limita a la eliminación de las malas hierbas y a suministrarle los riegos oportunos. El aporcado con tierra en la base del tallo ayudará a sostener el enorme peso que soporta la planta cuando se desarrolla el repollo.

Si nos hemos decantado por efectuar la plantación hacia mediados de verano, comenzaremos a recolectarlos a mediados de diciembre, pudiendo permanecer en el huerto, soportando las heladas y las nieves (si las hay), hasta el mes de marzo o abril.

Algunas variedades de repollo maduran más rápido que otras y pueden estar listos para recolectarse en un plazo de 45 - 60 días. Por otro lado, algunas variedades de repollo tienen un periodo de maduración más largo, y pueden tardar hasta 100 días en madurar y estar listos para su cosecha.

Los repollos se recolectan cuando han alcanzado el tamaño adecuado y al presionarlos con la mano están duros. Para ello, corta la cabeza del repollo en la base utilizando un cuchillo afilado.

A veces, por exceso de humedad o de maduración, los repollos se abren, por lo que tenemos que recolectarlos antes de llegar a este punto.

Su conservación en lugar seco y fresco puede mantenerlos en buen estado durante semanas.

ENFERMEDADES

·      Hernia de la col: es una enfermedad que provoca nudosidades en la raíces y en el tallo, por lo que las hojas se marchitan y las plantas a menudo acaban por morir. Para prevenirlo, realizaremos rotaciones bien espaciadas y evitaremos el uso de estiércoles frescos.

·      Mariposa de la col: (pincha en este enlace para conocer más sobre este tema); es una mariposa blanca de puntos negros que pone huevos de color amarillo bajo las hojas de las coles; las larvas, que son de color verdoso y algo peludo, van royendo las hojas hasta dejar tan sólo sus nervios centrales. Podemos prevenirla buscando los huevos en el envés de las hojas y destruyéndolos con los dedos o recoger manualmente las orugas. Si la plaga es considerable, podemos recurrir al Bacillus thuringiensis.

·      Pulgón: succionan la savia de las hojas, dando lugar a unas manchas amarillentas que terminan deformándolas. La planta se marchita y pierde mucha calidad. Para no tener problemas con el pulgón, controlaremos los aportes nitrogenados.

·      Babosas y caracoles: aunque no suponen un serio problema, se pueden comer las hojas de la col, accediendo a las hojas más externas y duras que normalmente no consumimos. Para evitarlos, aprovecharemos los días de lluvia para recogerlos y colocaremos tejas, boca abajo, alrededor del cultivo para que se refugien ahí y luego sea más fácil su recolección.

El repollo, como todas las hortalizas, es propenso a ciertas plagas y enfermedades, como las que he mencionado anteriormente, aplica medidas de control integrado de plagas, tales como utilizar insecticidas naturales, trampas o redes para proteger las plantas.

El repollo se asocia bien con las remolachas, judías, lechugas, guisantes, patatas, pepinos, tomates y muchas más. Además, hay algunas plantas aromáticas, como la menta, la melisa, el romero o el tomillo que alejan los parásitos de las coles. No se llevan bien con las fresas y con las habas.

Ya lo dice el refranero “el repollo de enero sabe a cordero”, cuando recolectamos el repollo que ha sufrido heladas estando en la planta, su sabor es absolutamente distinto a los tempranos o comprados en las tiendas. Esta es la razón de sembrarlos lo más tarde posible, dando siempre tiempo a que completen su estado vegetativo.

Espero que estas breves nociones te hayan servido para entender mejor cómo y cuándo plantar repollo. Siempre recuerda que la clave para una buena cosecha es cuidar y preparar el suelo adecuadamente y plantar semillas de calidad.

¡¡¡ Buena suerte y buena cosecha !!!

Frase del día:

La cometa se eleva más alto en contra del viento, no a su favor. ”