domingo, 7 de mayo de 2023

Nueva Campaña 2023

¡Qué emocionante! La llegada de una nueva temporada en el huerto siempre es emocionante y motivo de entusiasmo y expectativa ya que nos ofrece la posibilidad de cultivar nuevos alimentos y plantas, así como aprender de los errores anteriores.

Todos hemos sido principiantes en nuestro huerto en algún momento de nuestra vida y, efectivamente, a muchos de nosotros, nos hubiera resultado realmente útil contar con ciertos consejos sobre los métodos de cómo proceder en el momento en el que comenzamos a sembrar o a trasplantar nuestras plantitas a su lugar definitivo.

Plantando las judías.

Las plantas y cualquier cultivo necesitan tres cosas fundamentales para crecer: agua, tierra y luz. Las dos primeras se las podemos proporcionar nosotros, la tercera, piedra angular, es fundamental que se la ofrezcamos escogiendo bien el lugar más adecuado para ubicar nuestro huerto.

Organizar un huerto es una tarea muy importante cuando queremos que produzca una buena cantidad de cosecha.

Preparando el terreno.

Es clave definir espacios, acceso a la luz, al agua, el control del viento, el comportamiento de las plantas a sembrar,…

Deberemos de prestar atención a la cantidad de cosas que plantamos y la separación entre las mismas. Cuando sembramos una verdura o una hortaliza por primera vez, es habitual no saber prever cuán cuantiosa será la cosecha, y por ello, es sencillo llevarse una sorpresa y contar, de repente, con muchas más hortalizas de las que podemos llegar a almacenar o consumir.

Como he dicho en anteriores ocasiones, para comenzar, es importante evaluar las condiciones del suelo y el clima en la zona donde está ubicado nuestro huerto, de esta forma sabremos qué cultivos son más adecuados para cada época del año.

Antes de ponernos a definir cada cosa, es indispensable saber qué tipo de siembra vamos a realizar, así como algunos datos más sobre ella. Procederemos a separar las verduras y frutas por temporadas, estableciendo el tiempo que tardará cada una en generar frutos.

Progreso de la plantación.

A esto se le conoce con el nombre de ciclos de vida y será clave para facilitar los tiempos de trasplante y recolección de cosechas. Así mismo definiremos el tipo de cuidados que requieren y las asociaciones más favorables entre ellos.

Un calendario o agenda, en papel, será el camino más seguro para que todo nos marche bien desde el primer día. Para esto tendremos que observar algunas de las características de las plantas a sembrar, como puede ser:

·      Si utilizan germinación en semilleros y cuánto tiempo tardarán.

·   El momento en que se deben pasar las plántulas a macetas más grandes o directamente al huerto, así como los cuidados que debemos prestarles.

·      El tiempo apropiado para realizar el trasplantado y cómo influirá su uso frente a otras especies.

Este paso es decisivo porque será el que asegure que una planta que está lista para trasplantar tenga el espacio que necesite en el huerto. El retrasar o adelantar algún proceso podría afectar la capacidad de producción de las plantas.

Construcción de barracas y encañados.

Debemos prestarle atención a un requerimiento importante sobre el cuidado del terreno y este es la rotación de cultivos. Esto quiere decir que las mismas especies que plantamos en un espacio no sean igual a las que plantemos el año siguiente.

Esto se debe a que cada tipo de especie vegetal necesita de cierta cantidad de nutrientes y, al rotar, nos aseguramos de que no se consuman en exceso los mismos.

Por otro lado, la rotación de cultivos ayuda a prevenir la aparición de plagas y enfermedades que puedan ocasionar daños en cada especie.

También es importante preparar adecuadamente el suelo antes de plantar asegurándonos que este está bien nutrido y aireado. Podemos enriquecerlo, si fuese necesario, con compost o abono orgánico para proporcionar a las plantas los nutrientes que necesitan.

Posteriormente, seleccionaremos las semillas o plantas que se van a cultivar y planificaremos la distribución del espacio en el huerto, teniendo en cuenta la cantidad de sol que necesita cada cultivo y la distancia que debe haber entre cada planta (marcos de plantación).

Bachocones y pérgola.

Cada tipo de planta cuenta con unas necesidades distintas de riego, y es igual de nocivo tanto el exceso como el defecto, aunque lo cierto es que los que comenzamos con el huerto por primera vez tendemos más a regar en exceso que por defecto.

Por ello lo ideal, al iniciarnos en las labores del cultivo de un huerto, es comenzar con pocas variedades de plantas, para ir conociendo poco a poco sus necesidades hídricas y poder darles justo la cantidad que demandan.

A veces, a la hora de aportar fertilizantes a nuestro huerto, se tiende a pensar que, cuanta más cantidad, mejor, algo totalmente incorrecto. Y es que, cuando se trata de abonar, es recomendable seguir las indicaciones del fabricante, y sobre todo, conocer si el sustrato con el que sembramos en el huerto ya cuenta con nutrientes incorporados.

Por lo tanto, es necesario prestar atención a las cantidades para garantizar una nutrición óptima y solo aportar abono a la planta durante los ciclos de vida en los que lo demanda.

Somos conocedores de que el policultivo favorece la generación de un ecosistema en los huertos que no se logra con monocultivos (el cultivo de tan solo un tipo de planta). Sin embargo, el policultivo implica mucho más, como una buena asociación y rotación de cultivos.

Es habitual que, cuando llega la temporada de siembra de esa hortaliza que hemos estado deseando plantar durante meses, nos emocionemos y sembremos todas nuestras semillas de una vez, ya sea en suelo o en semillero.

Esto puede llegar a ser un problema, pues luego llega toda la cosecha de golpe y, de repente, nos damos cuenta de que no damos abasto a consumirla. Lo ideal es ir sembrando poco a poco, de forma escalonada, tomando nota de la cantidad de semillas que sembramos y de cuándo lo hacemos, para contar después con cosechas graduales, mucho más provechosas y asequibles de manejar.

El pasado día 22 de abril, la colmena que tengo en el huerto para polinizar, desenjambró y el enjambre hizo su primera parada en el granado que hay próximo a la colmena. Permaneció durante dos días en esa ubicación y al final partió hacia su lugar definitivo. Realmente no me interesa mucho el aumentar la cantidad de colmenas en el huerto, únicamente las quiero para la polinización del huerto y con una, entiendo que, es suficiente.

Y lo dicho, con un poco de esfuerzo y dedicación, la nueva temporada en el huerto puede ser una experiencia gratificante y productiva.  

¡¡¡ Mucho éxito con tu huerto !!!

Frase del día:

Cada salida es una entrada a otro sitio. ”

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