lunes, 6 de diciembre de 2021

Feliz Navidad

La pandemia ha hecho que perdamos un poco la noción del tiempo. El 2021 está a punto de completarse y muchos, cuando hablan de este año tan catastrófico, pero no tanto como el anterior, piensan que con la llegada del 2022 la situación cambiará. Y puede que sí, la vacuna ya se ha instalado y esto aporta un aire de esperanza.

Mientras tanto, los días van pasando y, poco a poco, llegan esas fechas tan señaladas para casi todos. Época de reencuentros, momentos familiares, fiestas, felicidad...

La Navidad 2021 será una de las más deseadas de todos los tiempos. Por fin nos vamos a poder juntar con toda la familia y amigos y prometen ser súper especiales.

Este año dejará, también, un sabor agridulce, pero que seguramente se recordará con alegría el año que viene y todos los venideros, cuando todos brindemos por la alegría, la felicidad, el amor, la familia y la ilusión. Los expertos explican que hay que centrarse en las cosas positivas, en todo aquello que tendremos y disfrutaremos.

Y es que hay cosas que no deberían cambiar nunca. Nos encanta hacer y recibir regalos pero una manera de llenar de magia e ilusión la Navidad, que nunca falla, es enviando felicitaciones navideñas, ya sea por Whatsapp, Facebook, Instagram, Twitter o correo electrónico.

No obstante, qué bonito era cuando de pequeños, al acercarse estas fechas, enviábamos por correo las felicitaciones navideñas, a nuestros seres queridos deseándoles lo mejor, salud, felicidad, paz, amor, alegría, sueños y, sobre todo, que nunca faltase una sonrisa. Ahí sí que, de verdad, se arrancaba una sonrisa verdadera. ¡Qué ilusión hace abrir el buzón y encontrarse una carta! Son los pequeños detalles los que suman, ¿verdad?

Por lo tanto a los adultos nos toca retomar aquellos valores arraigados en la infancia, de modo que las nuevas generaciones celebren una Navidad como siempre se ha entendido.

Qué bonito era cuando íbamos, a las casas de nuestros seres queridos, a recoger el  “aguinaldo”, tradición que ya se ha perdido, casi por completo.

Ya casi nadie se acuerda, pero a finales de los años 70 aún se recibía al cartero o al lechero en casa y, cuando se acercaban las Navidades, estos profesionales se vestían con sus mejores galas y entregaban a las casas una tarjeta felicitando la Navidad. Como contraprestación se les entregaba un sobre con una propina conocida como el “aguinaldo” 

Esta tradición, ya extinta, permaneció durante más de siglo y medio. Todo empezó cuando en 1831 los trabajadores del Diario de Barcelona decidieron imprimir unas postales de felicitación para que fueran entregadas en mano a los suscriptores del periódico.

La idea gustó y los suscriptores decidieron agradecerlo entregando el “aguinaldo” a los transportistas. Esta idea no solo caló en el sector del periodismo, sino que se extendió a muchos otros oficios.

La tarjeta postal en sí era muy sencilla: una simple ilustración de temática cristiana y una sencilla frase como “El cartero les desea a su familia una Feliz Navidad y próspero Año Nuevo”.  

Que una persona con la que acostumbras a tratar, aunque no sea de tu círculo íntimo, te deseé los mejores augurios para el Año Nuevo es algo que siempre ha sido de agradecer. Pero parece ser que esta tendencia ya no es la que se lleva.  

Este año, que ya toca a su fin, ha sido un año muy duro para todos, así que darnos un poco de ánimo entre todos nos hará encarar el Año Nuevo con un mejor ánimo.

Y para terminar, no voy a ser original, ni a variar mí discurso, y voy a continuar siendo clásico, por lo tanto, os deseo a todos:

¡¡¡Feliz Navidad y próspero Año Nuevo!!!

Frase del día:

Cada día viene con sus propios regalos. Desata los lazos

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