lunes, 6 de abril de 2020

El Huerto parado por el COVID-19

Después de semanas de temperaturas primaverales en toda España, en pleno invierno, parece que la lluvia y las temperaturas más bajas han decidido quedarse en este mes de marzo y principios de abril. Estamos teniendo días, en casi toda la Península, de ambiente más frío, lluvia en muchas zonas y hasta nevadas.
  
La inestabilidad en el tiempo podría ayudar, en cierta manera, al cumplimiento de las recientes recomendaciones dictadas por las autoridades sanitarias de confinamiento responsable en las viviendas.
 
Parte del terreno preparado para la plantación (13 de marzo)
 
Son tiempos delicados, han pasado tres semanas completas desde que el gobierno decretó el estado de alarma, en todo el país, para tratar de controlar la epidemia, que se está propagando a un ritmo elevadísimo, del coronavirus SARS-CoV-2, que produce la enfermedad conocida como COVID-19, o neumonía de Whuan, y que mantiene en vilo al mundo entero.  

Muchos trabajos y cuestiones han tenido que ser aplazados. Sin embargo, la naturaleza y sus ciclos siguen adelante y, aunque no nos hayamos dado cuenta, nos ha llegado la primavera mientras estábamos confinados.
  
Conforme pasan los días y el cansancio va haciendo mella, aparecen nuevos debates, nuevos roles y nuevas exigencias. Si hace una semana el protagonismo recaía en los “policías de balcón”, que vigilan a todos aquellos que bajan a comprar más barras de pan de “las consideradas esenciales”, surge otro colectivo que comienza a cuestionar la rectitud de las medidas del estado de alarma: los hortelanos.
 
Los Rosales continúan floreciendo (13 de marzo 2020)

Con las restricciones marcadas por el Gobierno central, este año, “nos juagamos el huerto.” Además, el confinamiento por el coronavirus ha coincidido, justo, con las semanas más importantes del calendario de siembra. A finales de febrero, es el momento de arar la tierra y dejarla oxigenar para comenzar a plantar a partir de mediados o finales de marzo.
  
Ciertamente, puede estar “tolerado” ir a dar de comer a los animales o cuidar la huerta, si esta no es tu principal actividad económica, pero con muchos matices, sin ir más lejos, me contaban hace unos días que a un señor mayor que se dirigía a su huerta a regar, los agentes de la autoridad le dijeron que se volviera, porque dentro de dos días llovería.
  
En mi caso, ya tengo casi toda la tierra preparada para la plantación, además de un adelanto de plantación, de tomates, que realicé a mediados de marzo, antes del confinamiento, pero ya veremos cuando podemos comenzar con la plantación de primavera que, por otra parte, es la principal que se realiza en un huerto.
Plantación de tomates (derecha) y Habas (izquierda)
 
Este estado de aislamiento, además, podría estar afectando la salud de muchas personas de manera colateral, dado que tiene un impacto psicológico al aumentar la depresión, la ansiedad y otros problemas de salud mental.
  
  • “Ya echo en falta el bienestar emocional, asociado a la agricultura de autoconsumo, que nos proporciona el cultivo de nuestro huerto.”  
    
Hemos de agradecer, las favorables condiciones climatológicas que estamos teniendo por esta zona,  durante el confinamiento, sobre todo, con relación al riego del huerto, ya que, cada semana, llueve copiosamente con lo cual no debemos de preocuparnos por la realización de esta actividad.
  
Riego por goteo y acolchado de plástico, para combatir las hierbas.
 
En otro orden de cosas y aunque la recolección en el huerto, en esta época, es escasa, todavía quedaban restos de cosecha de invierno por recolectar, tales como habas, cebollas, puerros, coliflores, berzas etc. Esperaremos al final del confinamiento para proceder a su recolección, si procede.
  
Aguantaremos la reclusión, temporal, dentro de los límites de nuestra residencia obligatoria.
  
!!!  RESISTIRÉ  !!!  
 
Frase del día:
Siempre que te pregunten si puedes hacer un trabajo, contesta que sí y ponte enseguida a aprender cómo se hace.” 
   

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