domingo, 27 de mayo de 2018

Final de la Plantacion

     Como comenté, en su día, este año corría serio peligro el efectuar la plantación de los productos hortícolas en el huerto, pero, aunque tardía, hace unos días di por finalizada la realización de la misma.
  
      Como se puede apreciar esta ha sido menos voluminosa que en años anteriores, existiendo algún bancal en el que la plantación ha sido nula, pero considero suficiente para pasar unos buenos ratos en el huerto, peleándome con las hierbas, insectos y plagas que, seguro, atacarán a la plantación.
  
     Pero tengo otra sorpresa que comunicaros, en su día os indique que me habían proporcionado semillas de una planta, muy similar al garrofón de nuestra tierra, pero de tamaño considerablemente superior, pincha en este enlace para conocer más sobre el tema, pues bien, en el día de ayer procedí a su plantación en el huerto y su arraigamiento ha sido excelente como se puede apreciar.
El nombre de dicha planta es: "Garrofón Guineano"

     Y como este año estamos de experimentos, ahora toca experimentar con el melocotonero. A mediados de febrero procedí a podarlo drásticamente, para rejuvenecer sus ramas y darle una nueva forma a su volumen. Esta poda le ha "pintado" muy bien, aunque parte de sus ramas este año no producirán frutos, pero de esta forma experimentaré con la mosca de la fruta. 

     Debido al gran número de frutos que genera el melocotonero, todos los años se debía de proceder a la realización de un "aclareo" de frutos, ya que el melocotonero no es como otros árboles (Membrillero por ejemplo), que se realizan el "aclareo" ellos mismos, acto que se conoce como "Purga".
 
     
     Como es habitual todos los años, por estas fechas, procedo al cuelgue de un producto atrapamoscas, consistente en una botella con unos orificios a media altura, para que entren las moscas a la botella, atraídas por el olor a feromonas del producto que hay en el interior de la botella, quedando atrapadas dentro de la misma, impidiendo de esta manera que ataquen a la fruta, depositando en ella sus huevos, quedando inservible para el consumo, a la hora de la recolección.
 

      El experimento este año consiste, como se aprecia en la instantánea, en la colocación de una bolsa, de papel, a cada pieza de fruta, impidiendo de esta manera que la mosca, antes de entrar en la botella atrapamoscas, pueda depositar sus huevos en las frutas, impedido por estas bolsas.

     La colocación de las mismas es muy fácil. Se introduce el fruto dentro de ella y se procede a atar la bolsa por su parte superior. Este atado se puede realizar mediante la utilización de una grapadora. Estas bolsas también pueden ser útiles para la protección de los racimos de la Uva.

Frase del día:
" Envejecer es como escalar una gran montaña: mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista más amplia y serena. " Ingmar Bergman (1918 - 2007) Guionista y director de teatro y cine sueco.

viernes, 18 de mayo de 2018

El cultivo de la Cebolla

Si estamos comenzando a hacer "nuestros primeros pinitos" en la huerta, este es uno de los cultivos que, junto con el rabanito o la lechuga, podemos plantar porque el resultado final estará garantizado, casi con toda seguridad, y esto nos motivará para continuar con otros cultivos en el huerto.
 
Las cebollas son hortalizas frecuentemente cultivadas en huertos caseros debido a que ofrecen una gran variedad de posibilidades culinarias, son fáciles de cuidar y requieren muy poco espacio.
 
Hay muchos tipos y variedades de cebollas, aunque ya siempre recomiendo elegir la cebolla que mejor se adapte a la zona donde vivimos. Cuando vayamos a comprar la semilla o el plantón, en el caso de que no queramos hacer semillero, lo mejor es que le preguntemos al vendedor que variedad de cebolla se suele plantar en esa zona y cuál nos recomienda.
 
La cebolla es un bulbo que requiere un alto aporte de nutrientes. Para la cebolla el nutriente esencial es el nitrógeno, otros nutrientes que nos proporcionarán unas cebollas de gran calidad y tamaño son el fósforo, el azufre y por ultimo contribuirán al fin que nos proponemos el calcio, potasio y magnesio.
 
Por eso es crucial un buen abonado del terreno, al menos 15 días antes del trasplante o siembra. Seleccionaremos un lugar con espacio suficiente y con buena iluminación natural, trabajaremos la tierra rompiéndola para que quede suelta (la cebolla no tolera los suelos compactos), aplicaremos una buena capa, entre 5 y 10 cm, de compost maduro o humus de lombriz, sin escatimar, en este paso no podemos ser rácanos si queremos obtener un buen cultivo. Tened en cuenta que tarda unos 3 meses en cosecharse y el desarrollo del bulbo lo va a hacer en el último mes, así que necesita llegar a ese último mes con alimento suficiente.
  
La mejor época para el trasplante del plantón de cebolla es con la llegada de la primavera, aunque por la zona del norte de España suele hacerse en Marzo, cuando ya el riesgo de heladas es escaso, o nulo.
 
Como ya hemos preparado la tierra unos 15 días antes, no tendremos más que marcar en la tierra una línea recta y hacer agujeros de aproximadamente unos 6 cm de profundidad y de 20 cm entre ellos. Luego colocamos en ellos las plantas de cebollas presionando ligeramente para que no queden bolsas de aire formadas en la tierra. Al igual que en todos los trasplantes que efectuamos, el riego es fundamental una vez finalizada la plantación.
 
Para prevenir las enfermedades y las plagas, prueba a plantar rábanos en la misma área del huerto que las cebollas.
 
A la hora de efectuar el riego es aconsejable que este se efectúe por goteo. Si no queremos instalar el riego por goteo, debemos tener en cuenta que las necesidades de riego de la cebolla son diferentes en la primera etapa de desarrollo foliar que en la de desarrollo del bulbo. Al principio necesitará más agua que al final. Y siempre debemos procurar regar sin mojar demasiado la planta ya que esto puede hacer que la planta se pudra.
 
" Si quieres que las cebollas adquieran un sabor un poco más dulce, riégalas con más frecuencia."
 
La mejor manera de comprobar que la cebolla tiene el agua suficiente es hundir un poco el dedo en la tierra y ver si la tierra está ligeramente húmeda, nunca encharcada.
 
Si por el contrario la tierra tiende a estar siempre demasiado seca obtendremos unas cebollas prematuras que se secarán antes de tiempo y tendrán un bulbo más pequeño.

 
Esto es importante ya que debemos cuidar siempre este grado ligero de humedad. No vale que dejemos secar la tierra y un día vengamos y encharquemos la tierra porque esto puede agrietar el bulbo y darnos unas cebollas de peor calidad.
 
Si alguna de las cebollas florece, arráncala. Cuando una cebolla produce flores, quiere decir que ya ha alcanzado su tamaño y su sabor máximos.

Y, llega la hora de la recolección, pero, ¿Cuándo recolectar nuestras cebollas? Las cebollas terminan de madurar cuando la parte superior adquiere un color dorado. En este punto, procederemos a doblar el tallo, de forma que quede tumbado sobre el suelo para que todos los nutrientes se dirijan al bulbo exclusivamente. Unos días después, los tallos habrán adquirido un color marrón y las cebollas estarán listas para cosechar.
  

Saca las cebollas de la tierra, ayúdate con una pequeña azada, si es necesario, y corta las raíces y los tallos a 2,5 cm (1 pulgada) sobre el bulbo. Deja que las cebollas se sequen durante uno o dos días al sol, en una zona sin humedad, puede servirnos el mismo lugar donde las teníamos plantadas, posteriormente las dejaremos en un lugar interior, de ambiente seco durante 2 a 4 semanas para que sigan secándose.
 
Si quieres que tus cebollas se mantengan, un poco más, en el tiempo sigue estos consejos:  

  • Guarda las cebollas en medias o sobre una malla para que se mantengan aireadas mientras se secan. De esta forma, aguantarán más tiempo en buenas condiciones y conservarán mejor su sabor.
  • Las cebollas dulces se echarán a perder antes, por su alto contenido en agua, por lo que debes consumirlas en un plazo más corto para evitar que se pudran. 
  • Desecha, o corta y utiliza cualquier cebolla que muestre signos de estar echándose a perder para que no contagie la enfermedad a otras cebollas guardadas en el mismo lugar.
Y por último, una curiosidad, te has preguntado alguna vez, ¿por qué el cortar cebolla nos hace llorar?
  
La acción de cortar una cebolla hace que se mezclen dos sustancias, que como resultado, producen un gas que contiene azufre y que al contacto con el agua, como los ojos que son húmedos, se descompone en ácido sulfúrico. Entonces, el cerebro reacciona diciéndole a los conductos lacrimales que produzcan más agua, es decir lágrimas, para diluir el ácido y proteger así los ojos.
 
Si quieres evitar que tus ojos “lloren” al cortar cebolla, sigue estos consejos:

  • Usa lentes de cocina para proteger tus ojos. 
  • Corta la cebolla bajo agua fría. Los compuestos volátiles sulfurados se liberarán pero reaccionarán con el agua en lugar de alcanzar tus ojos.
  • Congela la cebolla, durante unos 10 minutos antes de cortarla. Así, la temperatura fría de la cebolla ralentizará la reacción, que da lugar a esos compuestos sulfurados volátiles.
  • Un cuchillo bien afilado es esencial, ya que el corte será más preciso desgarrándose menos capas de cebolla.
  • Si se sabe cortar rápidamente, es la manera ideal ya que las emisiones de estos gases sulfurados serán más cortas y afectarán en menor medida a nuestros ojos.
Frase del día:
" Es preferible desgastarse que oxidarse." Cumberland

viernes, 11 de mayo de 2018

Iniciación en el huerto

¿ Y quién soy yo para dar consejos, si apenas llevo unos años con la práctica del cultivo del huerto?

Pero voy a intentar transmitir alguna de las experiencias y conocimientos que he ido adquiriendo a lo largo de este período de tiempo.

Atrás quedaron ya las heladas y los fríos del invierno, es hora de poner el huerto a plena producción y para ello nada mejor que los cultivos de primavera-verano. 
 

¿Qué mejor que cultivar las frutas y hortalizas que uno consume? Esto tiene muchas ventajas que van más allá de las del bolsillo. Alimentos más saludables, sobre todo si se apuesta por el cultivo ecológico.
 
Pero, ¿cómo lanzarse cuando no se tiene experiencia alguna en el cultivo?. Pues decidiéndote y pasando a la acción, porque parte del secreto, como en casi todo, está en aprender con la práctica. Con eso y algunos consejos que te indico a continuación, te resultará más fácil sacar adelante tu primer huerto casero para, poco a poco, ir perfeccionándolo.
 
Si somos "primerizos" en las tareas de cultivar nuestro propio huerto, aprender a cultivar verduras puede resultarte una actividad satisfactoria, ya que rinde frutos abundantes al momento de la cosecha. Para comenzar, debemos aprender cómo, dónde y cuándo plantar las verduras, árboles y hortalizas que deseamos cultivar. Esta actividad requiere una planificación previa para asegurarnos de que las plantas se desarrollan en óptimas condiciones.
 
Además, plantar verduras requiere dos tipos de inversión: una de dinero (para comprar semillas, plantones etc.) y otra de tiempo (para preparar el suelo, plantar las verduras y cuidarlas a medida que crecen).
 
En los inicios debemos de procurar cultivar aquellas hortalizas que no requieran de excesiva experiencia en su cultivo y que además sean resistentes, así mismo es fundamental conocer el calendario de plantación, o la  temporada en la que plantar cada una de ellas. Parece una obviedad, pero vale la pena destacarlo: iniciarse en el cultivo con los cultivos más exigentes incrementa mucho el riesgo de que estos no salgan adelante y de que, con ello, cunda la inseguridad.
 
¿Coliflores al comenzar el verano o espinacas cuando el sol aprieta.? Si lo haces, tendrás todas las papeletas para no recoger fruto alguno.
 
Pincha en este enlace para ver mi calendario de plantación.
 
Ya habrá tiempo para todo, deberemos de comenzar con las plantas que prosperen con más facilidad en la zona en la que residimos. Las hierbas aromáticas son un buen punto de partida porque son poco exigentes y bastante resistentes.
 
Así, la albahaca, el orégano, la hierba buena o el romero te pueden ayudar a dar los primeros pasos en el inicio de tu huerto.
 
La ubicación y distribución del huerto es uno de los factores más importantes si deseamos cultivar verduras con éxito. Debes investigar un poco acerca del área en la que te encuentras y solo decidirte por aquellas verduras cuyo crecimiento sea compatible con el clima.

 Estado del huerto a día 11 de Mayo.
 
Debes de comenzar con cantidades pequeñas. Lo más probable es que deseemos plantar una tonelada de verduras diferentes, pero si apenas estás comenzando a trabajar en el huerto, lo mejor es que centres tu energía en unos cuantos cultivos. Cultivar verduras puede requerir un compromiso más importante de lo que la gente espera, por lo que debes comenzar de manera gradual para que no termines abrumándote.
 
¿Sol o sombra? Aprender todo lo que puedas sobre los productos que vas a escoger para tus primeras siembras es vital. Así, además de saber si los cultivas en temporada y si es mejor en plantón o en semilla, tienes que prestar atención a lo que necesitarán para salir adelante. En este terreno, las necesidades de exposición a la luz solar tienen mucho impacto.
 
Por norma general, deberemos seleccionar un lugar en el que dé el sol durante, al menos, 6 horas al día. Esto se conoce como "luz solar directa". Si deseas plantar una verdura que no requiere luz solar directa todo el día, necesitarás ubicar un área de tu huerto que cuente con una cantidad significativa de sombra.
 
Si buscas algunos ejemplos, los encontrarás en algo tan sencillo como la lechuga o las espinacas, que pueden agradecer un respiro y ciertos periodos de sombra.
 
Una vez inmersos en labores de plantación, decidiremos si vamos a plantar semillas o plantones. En este punto no hay una respuesta cerrada. Puede resultarnos muy costoso comprar plantones de verduras, pero estos se asientan con mayor facilidad y se pueden plantar posteriormente durante la temporada de cultivo.
 
Muchas plantas, incluida la lechuga, son en realidad más sencillas de cultivar a partir de sus semillas. Este es especialmente el caso de plantas como las zanahorias cuyo trasplante, en muchos casos, no acaba en el fin que nos proponíamos. 
 
Lo barato sale caro, especialmente, cuando de lo que se habla es del aporte de nutrientes para la tierra que vas a acondicionar para tu cultivo casero.
   
De esta forma, si te ves tentado en usar un sustrato de bajo coste, ojo, porque en este caso, importa la calidad. De hecho, la riqueza de nutrientes es esencial para que los cultivos prosperen.
 
Poco a poco, conforme ganes experiencia, podrás incluso emplear compost casero, una solución ideal que se puede crear a partir de los residuos orgánicos que generes en tu huerto y vivienda.
 
Elimina toda la maleza y la vegetación del área en la que vayas a plantar las verduras. Las malas hierbas competirán por los nutrientes con las plantas nuevas, haciendo que su desarrollo se vea frustrado. Debes eliminar toda la maleza de raíz, ya que muchas malas hierbas pueden regenerarse incluso si dejas algunas de sus raíces intactas.
 
Para comenzar con la plantación, realiza un agujero e introduce en él las semillas o el plantón. Asegúrate de seguir las instrucciones indicadas en los paquetes que contienen las semillas a plantar, profundidad, distancia entre plantas, etc.
 
Recuerda que algunas plantas solo pueden crecer en una dirección, lo que significa que una cierta parte de la semilla (o el diente) tiene que ubicarse apuntando hacia arriba para que crezca de manera adecuada. Por ejemplo, los dientes de ajo tienen una parte superior e inferior. Al sembrar esta planta, debe apuntar hacia arriba para que pueda crecer.
 
Cubre el agujero, que has realizado anteriormente, con tierra. Si vas a utilizar semillas, vuelve a colocar la tierra en el agujero, asegurándote de que se encuentre firme pero no totalmente compactada. Si la plantación es de  plantones, debes colocar la tierra alrededor del plantón presionándola con el fin de que el plantón quede erguido.
 
En cuanto al riego, la primera vez que reguemos las verduras u hortalizas, este será abundante, mojando toda el área, posteriormente el riego puede, y debería, ser por goteo. Después, mantendremos la tierra húmeda, pero sin encharcamientos que perjudiquen a las raíces de las plantas. Para el correcto desarrollo de las plantas mantendremos un eficaz programa de riego.
 
Si la plantación se realiza a partir de semillas y en el propio huerto, la tierra deberá de estar siempre húmeda hasta que las plantas germinen. A medida que vayan creciendo, iremos reduciendo la frecuencia de riego a una o dos veces por semana, dependiendo de la época del año que nos encontremos. Por lo general, no pecar ni por exceso ni por defecto será una buena línea a seguir.
 
Resulta fundamental cuidar las verduras después de la siembra. Si carecen de algún cuidado, no se desarrollarán bien. No te olvides de las adventicias o malas hierbas.  Abona tus plantas, si es necesario, y continua regándolas.

 Estado del huerto día 17 de Mayo.

Considera la posibilidad de cubrir la tierra con mantillo, o un plástico negro, de esta manera evitaremos que la maleza crezca entre las plantas. El esfuerzo adicional que necesitas para colocar el mantillo rendirá sus frutos cuando no tengas que escardar repetidamente alrededor de las plantas.
 
La clave del éxito de tus primeros cultivos está también en ti mismo.
 
Y es que, como en tantas otras cosas, una actitud positiva y confiada será fundamental, porque te ayudará en la constancia y, también, en la toma de decisiones cuando surja algún imprevisto. Y estos llegarán, así que prepárate para ello.
 
Y, como los imprevistos ocurren, son muchas las razones que pueden llevar a que uno de los productos que cultivaste nunca llegue a prosperar o, también, que lo haga y que se acabe por echar a perder.
 
Plagas, heladas, granizo… las amenazas son muchas y, por más que quieras, es también frecuente que se escapen de tu control y que acaben con la pérdida de una o de varias de las especies de tu huerto. Por ello, destierra cualquier sentimiento de culpabilidad ante este tipo de situaciones.
 
¡¡¡ ¿Fracaso? No, oportunidad para seguir aprendiendo. !!!
 
Eso precisamente, el no dejarse vencer por la culpa ni permitir que la sensación de fracaso te arrastre, será importante, no para el cultivo que se haya perdido, pero sí para el siguiente.
 
Porque todo lo que te haya sucedido en tus primeras experiencias con tu huerto, servirá como aprendizaje para ir mejorando y para minimizar los errores.
 
Sucede en muchos campos y este no es una excepción: la práctica conduce, si no a la perfección, cada vez más cerca de ella.
 
Además de aprender de los errores, es importante aprender de los demás. Porque muchos, antes que tú, se iniciaron con su propio huerto o porque, también, entre quienes tienen cultivos domésticos hay muchos expertos.
 
Por ello, pregunta, habla de tu huerto, comparte tus experiencias con familiares, amigos, conocidos… Si no tienes ninguno interesado en estos temas, busca a través de Internet, donde abundan los foros y las recomendaciones para “primerizos” que te pueden servir de guía.
 
Con estas recomendaciones y, fundamental, con ganas para poner en marcha tu huerto y disfrutar de tus propios alimentos frescos, no debes tener problemas para arrancarte con tus primeros cultivos que, además de las ventajas mencionadas al inicio de este post, te darán también muchas satisfacciones personales.
 
Una vez que las plantas se hayan asentado correctamente, habrás terminado con gran parte de tu trabajo y se acercará la fecha tan anhelada ¡¡¡ La recolección !!!
 
Frase del día:
" Encuentra la felicidad en el trabajo o no serás feliz." Cristóbal Colón (1451 - 1506) Navegante, cartógrafo, almirante, virrey y gobernador general de las Indias Occidentales.