domingo, 9 de abril de 2023

El Tomate Rosa

Es una variedad de tomate de gran tamaño, muy carnosa, de tono rojizo rosado, de piel fina y ligeramente acostillada, su carne es compacta y suave, un aroma entre dulce y cítrico y un notable sabor dulce. Debido a la excesiva carnosidad, tiene menos pulpa albergando menos semillas.

Esta variedad puede llegar a sobrepasar el kg de peso, la piel es tan fina que puede ser dañada y rasgada fácilmente, por eso hay que tener sumo cuidado en su manipulación.

Al ser una variedad  de sabor dulce, intenso y aromático, se utiliza en diversas recetas culinarias, desde ensaladas hasta salsas y guisos.

Otro detalle a destacar es que los tamaños y las formas son de lo más variados. Además, esta variedad de tomate se caracteriza por su resistencia a enfermedades y plagas, y por su adaptabilidad a diferentes tipos de suelo y climas.

El origen exacto del tomate rosa es desconocido, pero se cree que proviene de una mezcla de variedades de tomates antiguos que se cultivaban en México y América Central.

Los antepasados del tomate moderno se originaron en América del Sur, y fueron domesticados por las culturas precolombinas, como los aztecas y los incas, hace más de 2.000 años. Estos primeros tomates eran pequeños, de forma irregular y tenían un sabor ácido.

Durante la conquista española de América, los tomates se trajeron a Europa, donde se volvieron populares en la cocina mediterránea. Con el tiempo, los agricultores comenzaron a seleccionar y cultivar variedades de tomate que eran más grandes, sabrosas y fáciles de cultivar.

El tomate, en general, se desarrolla, en estado óptimo, a una temperatura de 25 ºC durante el día y entre 15-20 durante la noche, por debajo de este rango tiende a frenar su crecimiento y por encima de 35 ºC surgen problemas. Por debajo de 0 grados la planta muere.

Los tomates se suelen cultivar, si son precoces, de enero a abril, sin son tardíos de septiembre a diciembre, cultivándose normalmente de mayo a septiembre.

El cultivo del tomate rosa es similar al cultivo de otras variedades de tomates. Y entre los pasos, básicos, para el cultivo de este tomate, tenemos:

·   Preparar el suelo: El tomate rosa crece mejor en suelos ricos en nutrientes y bien drenados. Deberemos de asegurarnos de la preparación de la tierra antes de efectuar la plantación,  eliminando las malezas y añadiendo compost o abono orgánico para mejorar su estructura y nutrientes.

·  Obtener las semillas: Para obtener las semillas de tomate rosa, deberemos de dejar madurar un fruto casi totalmente en la mata, una vez casi maduro en su totalidad, se separa de la mata y se deja madurar totalmente. Posteriormente procederemos a cortar el tomate por la mitad extrayendo las semillas con cuidado. Seguidamente lavaremos las semillas dejándolas secar en lugar fresco y seco durante unos días.

Tomate Rosa de Vall d’Alba.

·      Plantar las semillas: Las semillas de tomate rosa se pueden plantar en macetas o directamente en la tierra. Si plantamos las semillas directamente en el suelo, deberemos de esperar hasta después de la última helada para evitar que las plántulas sean dañadas. Si las plantamos en semilleros, usaremos tierra de calidad y colocaremos dos o tres semillas en cada alveolo.

·      Cuidado de las plántulas: Una vez que las plántulas hayan germinado, deberemos de asegurarnos de mantener la tierra húmeda y de proporcionarles suficiente luz solar. Si las plantamos en semilleros, las colocaremos en un lugar soleado y asegurándonos de regarlas regularmente.

·  Trasplantar las plántulas: Cuando las plántulas hayan crecido lo suficiente, procederemos al trasplante a la tierra o macetas más grandes. En este proceso nos aseguraremos de dejar suficiente espacio entre las plantas para que puedan crecer adecuadamente, el cuadro de plantación en el huerto oscilará entre 50 a 70 cm entre plantas y de 1 metro entre filas.

·      Cuidado de las plantas maduras: Los tomates rosa necesitan mucho sol, agua y nutrientes para su crecimiento. Nos aseguraremos de regarlas regularmente y de fertilizarlas cada dos semanas con abono orgánico. También deberemos podar las plantas para eliminar las hojas y ramas muertas o enfermas.

·   Cosecha: Cuando los tomates rosa estén completamente maduros, procederemos con la recolección. Esta la efectuaremos con sumo cuidado para no dañar el fruto y la planta, almacenándolos, para disfrutar de toda la frescura y su punto óptimo de sabor y aroma, en un lugar fresco y seco. Podremos llegar a recolectar de 5 a 7 tomates por tanda, alargándose, como máximo, la recolección hasta 5 meses pudiéndose llegar a recolectar hasta 20 Kg por mata.

Siguiendo estos pasos básicos podremos reproducir y cultivar nuestros propios tomates rosa en casa. Recuerda que el éxito en el cultivo de tomates rosa (y cualquier otro tipo de planta) depende de factores como el clima, la calidad del suelo, la cantidad de agua y la exposición a la luz solar, así que asegurémonos de proporcionarles las condiciones adecuadas para que crezcan sanos y fuertes.

Profundizando un poquito más sobre el cultivo del tomate rosa, vamos a aprender a plantar y cultivar esta variedad de tomate.

El momento adecuado para plantar tomates rosa dependerá del clima y la zona geográfica en la que nos encontremos. En general, la mayoría de las variedades de tomates, incluyendo el tomate rosa, se pueden plantar al comienzo de la primavera cuando las temperaturas comienzan a ser más cálidas y las heladas han pasado. En zonas con climas más cálidos, como los trópicos, los tomates se pueden plantar en cualquier época del año.

Tendremos muy presente que los tomates rosa necesitan mucho sol y calor para crecer, así que es importante elegir el momento adecuado para plantarlos y proporcionarles las condiciones adecuadas para que crezcan sanos y fuertes, eligiendo un lugar con luz solar directa y que esté protegido de los vientos fuertes.

El sitio ideal para su cultivo, y debido al gran tamaño de los frutos, es plantarlo en exterior, en un sitio de clima templado y donde reciba entre 3–5 horas de luz, mínimo al día.

La tierra es recomendable que sea rica en vitaminas y en compuesto orgánico, pudiendo usar compost como una buena alternativa. Un aspecto muy a tener en cuenta es que la tierra posea un buen drenaje.

Entre los cuidados  que deberemos dispensar a este tipo de tomate, y a todos los tomates en general, es el control del riego y la protección para los frutos procurando que sufran los menores daños posibles.

El riego es importante para el tomate rosa, pero es necesario evitar el exceso de agua para evitar la pudrición de las raíces y la aparición de enfermedades fúngicas. Se recomienda regar el tomate con regularidad, pero dejando que el suelo se seque ligeramente entre riegos.

La frecuencia de riego dependerá de varios factores, como el clima, la época del año, la humedad del suelo y la edad de la planta. En general, se recomienda regar el tomate de 2 a 3 veces por semana, en verano, y 1 a 2 veces por semana en invierno.

Así mismo es muy recomendable regar por la mañana temprano o en la tarde para evitar la evaporación del agua. Esto permite que la planta tenga suficiente tiempo para absorber el agua antes de que se evapore debido al calor.

El tomate rosa necesita una buena cantidad de nutrientes para crecer y producir frutos de buena calidad. Se recomienda aplicar abono orgánico o fertilizantes comerciales ricos en nitrógeno, fósforo y potasio.

También podremos aplicar un fertilizante de liberación lenta al suelo durante la plantación. Este tipo de fertilizante proporciona nutrientes a las plantas durante un período prolongado de tiempo.

La frecuencia de esta fertilización la efectuaremos con regularidad para mantener un suministro constante de nutrientes a las plantas. Esta frecuencia de fertilización dependerá del tipo de fertilizante utilizado y de las condiciones del suelo. Se recomienda un fertilizante con una proporción de nitrógeno, fósforo y potasio de 5-10-10.

La poda es una técnica importante para controlar la salud y el crecimiento de la planta mejorando la circulación de aire y luz. Se recomienda podar las ramas laterales y las hojas inferiores de la planta para evitar la humedad y prevención de enfermedades.

Podaremos las ramas laterales de la planta de tomate rosa para aumentar la producción de frutos. Las ramas laterales tienden a crecer verticalmente y no producen frutos. Si se podan, la planta de tomate se concentra en la producción de frutos en la rama principal.

Muy importante será la poda de brotes axilares con lo que aumentaremos la producción de frutos y mejoraremos la calidad de los tomates. Si se dejan los brotes axilares, pueden competir con la rama principal por los nutrientes y disminuir la producción de frutos.

El tomate rosa es vulnerable a una serie de plagas y enfermedades, por lo que es importante controlarlas con pesticidas y fungicidas adecuados.

Para prevenir y controlar estas enfermedades, es importante tomar medidas preventivas como la rotación de cultivos, el control de la humedad y la ventilación adecuada, la eliminación de plantas afectadas y el uso de fungicidas y pesticidas adecuados. También es importante elegir variedades resistentes a enfermedades.

La recolección del tomate rosa dependerá del momento en el que madure en la planta. El tomate rosa es una variedad que tarda un poco más en madurar que otras variedades de tomate, y su tiempo de cosecha puede variar según el clima y las condiciones de cultivo.

Lo primero que debes hacer es observar el fruto de cerca y asegurarte de que esté completamente maduro y listo para la cosecha. Los tomates rosa maduros tendrán un color rosa intenso y una textura suave al tacto. También debes verificar que la piel del tomate esté firme y sin manchas.

Para cosechar los tomates rosa, es importante recogerlos con cuidado para evitar dañar el fruto o la planta. Usaremos una tijera de podar o un cuchillo afilado para cortar el tallo que une el tomate a la planta. Asegúrate de cortar el tallo lo más cerca posible del tomate sin dañarlo.

Una vez que hayas cosechado los tomates rosa, debes guardarlos en un lugar fresco y seco, preferiblemente en una caja o canasta de madera o plástico. No debes almacenarlos en el frigorífico, ya que esto puede afectar su sabor y textura.

En resumen, los cuidados del tomate rosa incluyen una buena preparación del suelo, una plantación adecuada, un riego y fertilización adecuados, una poda regular y el control de plagas y enfermedades. Con estos cuidados, se puede obtener una producción saludable y abundante de tomate rosa.

Vista y color para el huerto.

Hace unos años una vecina me dio un puñado de matas de margarita, a día de hoy están colonizando todo el huerto, ahora ni que decir tiene que ¡¡¡ son muy bonitas !!!

Frase del día:

No hay amigo más leal que un libro. ”

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