El refranero español ya ensalza las virtudes
de tan fabuloso fruto otoñal:
“Granada madura, tentación segura”
Aunque no en exceso, desde
siempre me ha gustado la fruta del granado. Esa fruta típica de otoño con
un gran poder antioxidante, que es baja en calorías y que, además, ayuda a
controlar la presión arterial.
El granado es un árbol frutal conocido bajo el nombre
científico de Púnica Granatum cuyo fruto se llama granada. De hecho, el término
“granatum” viene a significar algo así como “que
tiene granos”, que es justamente lo que sucede con la granada. El granado
es procedente del norte de África y de Asia occidental, siendo los árabes los que la introdujeron
en España y desde aquí se exportó a Suramérica.
Los granados son unos árboles frutales caducifolios de hojas verdes,
pueden llegar a alcanzar los 6 metros de altura, de copa irregular y de tronco
retorcido, su madera es muy dura y la corteza es grisácea, aunque en su versión
llamada “nana” miden unos 40 centímetros.
Su fruto es la granada un manjar
exquisito, de sabor refrescante ya que contiene una gran cantidad de agua (80%
de la granada es agua), que te valdrá no solo para degustar como fruta sino que
es fantástico para utilizar como complemento en diversos platos y conseguir así
un sabor muy original.
Cada parte del granado tiene unas características muy importantes que
afectan al cuidado de la planta:
- Raíces: son nudosas y de color rojizo.
- Hojas: son de un color verde brillante.
- Flores: son grandes y de color rojo muy lustroso.
- Fruto: es una baya de color rojo brillante, compuesta de pequeñas partes globulares en el interior.
La época más idónea del año para la
plantación del granado, es antes de la primavera, entre febrero y marzo. Únicamente
deberemos de seguir unos sencillos pasos para una correcta plantación del
Granado.
La primera
labor a realizar será la aireación de la tierra donde vamos a plantarlo, el
suelo ha de ser húmedo y de fácil drenaje. A continuación, aportaremos materia
orgánica. En cuanto al terreno, el granado no es muy exigente, aunque se
desarrolla mejor en suelos profundos y frescos. Los terrenos alcalinos y permeables, son ideales
para su crecimiento.
Si vamos a efectuar una plantación
de más de una unidad, el espacio de plantación entre árboles debe ser de unos 4
metros, aproximadamente y de 5 metros entre filas.
Una vez elegido y aclimatado el
terreno, efectuaremos un hoyo de 50x50 y
unos 40 centímetros de hondo, e introduce en él, el injerto o esqueje, podando
ligeramente la parte superior.
El clima más idóneo para su
desarrollo es el tropical o semidesértico,
dándose los mejores frutos en temperaturas elevadas. Por este motivo, necesita un
suelo que retenga la humedad, aunque, a pesar de que necesita riego abundante,
aguanta perfectamente los períodos de sequía.
El granado es sensible a las heladas, por este
motivo crece mejor en climas templados.
El granado tampoco es muy exigente en
cuanto a la fertilización. El momento de la caída de la hoja, es clave para
comenzar con los abonos fosfáticos y potásicos.
Durante la primavera aplicaremos un
abono orgánico que se descomponga lentamente para que pueda aprovechar bien
todos sus nutrientes. Cuando llegue la floración añadiremos un poco de abono
líquido al agua de riego para que la brotación se produzca con mucha más fuerza
y sea de mejor calidad.
Durante el primer año de vida del
granado procederemos a regarlo una vez por semana. Aunque soporta muy bien las
sequías, cuando sea adulto, será suficiente con regarlo, durante el verano,
cada 15 días, durante el resto del año será suficiente con proporcionarle algún
riego esporádico. Si observamos que todavía mantiene la humedad del riego
anterior, suspenderemos este riego.
Así mismo suspenderemos el riego en
el momento en que aparezcan los primeros frutos, en este punto, continuar
con los riegos puede producir el agrietamiento de los mismos. Un aporte de calcio
le vendría muy bien, así evitaremos que las frutas se agrieten.
Si efectuamos el
riego por goteo, emisores de 4 L/h, en torno a 4, son suficientes para
garantizar las necesidades óptimas en el cultivo del granado.
Las flores aparecen de mayo a
agosto, son bisexuales o hermafroditas y auto fértiles por lo que no es
necesario tener más de un ejemplar, si el lugar no lo permite. Durante su época
de floración necesita recibir mucha luz natural, es una flor solitaria,
de 3 a 4 centímetros, grandes y vistosas, de color rojizo que posee entre 6 y 8
pétalos.
El fruto, de 7 a 12
cm de diámetro, es de forma redondeada y hexagonal, se caracteriza por poseer
una cáscara fuerte que sirve para proteger los granos rojos del
interior (semillas). La parte comestible son las semillas y su cubierta que las
rodea. Maduran en otoño, de septiembre a noviembre, en el hemisferio norte.
Respetar los tiempos
es fundamental. Una granada que se recoja verde, tenderá a arrugarse, y será de
muy mala calidad. Si se pasa de maduración se abrirá, afectando su aspecto y
sabor.
El fruto del granado
simboliza poder, ya que cuando se abre tiene forma de corona. Por eso los
egipcios eran enterrados con granadas y figuran en las representaciones hebreas
de sus reyes.
Se reproducen por esqueje leñoso (estaca) plantado a finales del invierno. También
por acodo, injerto, semilla y retoño basal.
La mejor época para la realización de
la poda es entre diciembre y febrero para favorecer el flujo de aire en la zona
interior, es vital eliminar ramas enfermas o muertas para lograr el rejuvenecimiento
de la planta. Solo se puede hacer la poda si el árbol está sano, así que si
está afectado por alguna plaga o enfermedad hay que sanearlo antes de proceder
a su poda.
Existen varios tipos de poda
imprescindibles para la correcta evolución del granado:
- Poda de formación: es la poda que define la forma del árbol. Se realiza para el buen desarrollo de las ramas y los frutos, lo ideal es guiar el árbol para que forme únicamente 3 ramas principales.
- Poda de fructificación: este tipo de poda, evita que las ramas se crucen y se enreden. Podaremos, en invierno, sobre 1/3 del tamaño de las ramas que se formen en la campaña.
- Poda de rejuvenecimiento: realiza esta poda solo cuando observes una producción baja en el árbol.
- Poda de brotes: elimina los pequeños brotes que aparecen en su tronco, evitando que crezcan, ya que no producen, pero merman la savia a las ramas que producen los frutos.
Un proceso que no puede faltar es el aclareo,
consiste básicamente en desprender los frutos que hayan
sido dañados por el sol. Con este método se busca también
controlar las dimensiones del granado. Un árbol con muchas granadas dará frutos
de pequeño tamaño. Se sugiere dejar una o dos granadas por pomo. El mejor
momento para efectuar el aclareo es en julio. Se puede efectuar dos veces, con
un intervalo de tiempo de 20 días.
Plagas y
enfermedades: las plagas
más comunes son los pulgones, la araña roja, la cochinilla de la tizne y la
barrena, sin olvidarnos de la mosca de la fruta, mientras que puede verse
afectado por enfermedades como la clorosis o la podredumbre del fruto, algo que
sucede si tiene falta de hierro.
Diversos
estudios han destacado que la granada tiene multitud de propiedades saludables.
Como ya hemos dicho anteriormente, la granada es rica en poli fenoles, reduce
los niveles de colesterol, tiene un gran poder antioxidante que ralentiza el
proceso de envejecimiento, es una fruta baja en calorías y resulta ideal para
las dietas depurativas y adelgazantes, destacando también por su contenido en
fibra.
Frase del día:
“❀ La sonrisa es una de las mejores
maneras de resolver muchos problemas y el silencio es la manera de evitarlos.”
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