Utilizado
generalmente en vid. Este
tipo de injerto se hace en tallos finos, de
2 centímetros de diámetro como máximo (0,5-1,5 cm. es lo normal).
Es aconsejable que el patrón y la
púa tengan el mismo diámetro. Si la púa es considerablemente más delgada
que el patrón, la púa se colocará desplazada a un lado, no en el centro.
Este tipo de injerto se realiza a
mediados o finales de invierno, es decir, cuando la púa está en reposo (sin
hojas).
La
púa se prepara a partir de una ramita de 1 año de edad, cortando un trozo de 7
a 12 cm. de longitud y de un diámetro máximo de 2 centímetros. Deberá llevar 2
ó 3 yemas de madera. Como si fuera una estaquilla.
Injerto de Hendidura
Doble (PUA) |
Injerto de Hendidura
Simple (PUA) |
Injerto inglés o de
Lengüeta (PUA) |
Injerto de tocón
de rama (PUA) |
Injerto lateral
Subcortical (PUA) |
Injerto de Cuña en Coníferas (PUA) |
Injerto de Corteza o de Corona (PUA) |
Injerto de Aproximación |
Injerto de Puente | Injerto en Escudete o Yema en T (YEMA) |
Injerto de Parche o de Chapa (YEMA) |
Injerto de Chip o de Astilla (YEMA) |
El método de
propagación por injerto es conocido desde tiempos muy antiguos, por lo cual no
es de extrañar que exista una gran cantidad de procedimientos para practicarlo,
si bien en muchos casos sólo se trata de ligeras variaciones de los sistemas
clásicos.
La elección
del procedimiento más adecuado dependerá de:
·
Las especies
que se injertan.
·
El estado del
material vegetal de que se dispone, considerando tamaño y condición fenológica
(reposo invernal, comienzo de la actividad vegetativa, etc.), época del año y
condiciones ambientales.
·
Uso de
material vegetal fresco o almacenado en condiciones apropiadas.
·
Realización
del injerto en ambiente favorable, fresco y húmedo.
·
Empleo de
herramientas apropiadas y bien afiladas, tales como: navaja de hoja curva o recta,
de doble hoja, tipo serpeta, tijera de podar, serrucho curvo, cuchillo ancho,
mazo o martillo de madera, piedra de afilar o asentar, además del uso de
materiales, selladores y para ataduras, de buenas características. En este
último aspecto todos los tipos de injertos requieren de una adecuada atadura.
Para este fin se dispone de gran cantidad de materiales, desde la rafia, el
hilo de algodón impregnado en cera o parafina, hasta las cintas de goma o
polietileno, de uso común en la actualidad, cuya elasticidad permite un buen
ajuste entre las partes injertadas sin una excesiva presión y con un adecuado aislamiento
del aire y del agua.
Injerto inglés
o de lengüeta.
Se hace un corte en bisel, tanto en el patrón como en la púa, y sobre ese mismo corte, se le da otro a ambos elementos, obteniéndose las lengüetas.
Patrón
y variedad se ensamblan por las lengüetas, debiendo quedar en contacto el
cambium de ambos. Este es el secreto. Hay que poner en contacto los
cambiums de las dos piezas, si no, no prenderá. Si se pone sólo
un poquito en contacto, fracasa.
Se ata bien con rafia o con cinta adhesiva especial para injertos y se encera todo para protegerlo de la desecación.
No se desata hasta que las yemas hayan brotado y midan unos 5-10 cm. Si los desatas demasiado pronto, el tejido de unión es muy tierno y escaso y se seca cuando parecía que ya estaba brotando. Por otro lado, mantener la atadura más tiempo del recomendado también es perjudicial, ya que estrangula al injerto por dificultar el paso de la savia.
La factibilidad del injerto exige la
presencia simultánea de dos tipos de condiciones.
Una de ellas deriva de la habilidad del
injertador para poner en contacto las partes adecuadas de la anatomía vegetal
que posibilitan la soldadura, durante un tiempo lo suficientemente largo para
que la misma se produzca.
En este sentido, debe favorecerse el
mayor contacto posible entre los tejidos de multiplicación tanto del patrón
como del injerto, denominados cambiums y que se ubican por debajo de la
corteza.
Dichos tejidos son fácilmente dañados al
exponerse al aire, deshidratándose rápidamente en su superficie, lo que afecta negativamente
el "prendimiento" del injerto.
La segunda condición depende de factores
genéticos y consiste en la afinidad existente entre los organismos o las partes
a unir. Es decir, la facultad existente entre dos individualidades para que sus
tejidos puedan unirse y formar uno solo. En general cuanto mayor es el grado de
"parentesco" botánico entre las plantas que se quieren unir, más
posibilidades hay que se presente afinidad entre ellas, si bien existen
numerosas excepciones, como ya hemos indicado en anteriores entradas.
Frase del día:
"La verdadera felicidad está en las pequeñas cosas: una pequeña mansión, un pequeño yate, una pequeña fortuna ..."
ES POSIBLE REALIZAR INJERTOS DE DOBLE PUA PARA ENANOZAR LAS PLANTAS O FRUTALES?.
ResponderEliminar