domingo, 26 de abril de 2020

Purin de ortigas

El purín de ortigas es un abono rico en micro-elementos y minerales, tales como el hierro, calcio, fósforo, magnesio, silicio…. además de contener una gran cantidad de nitrógeno, principal nutriente necesario para las plantas en etapa de crecimiento.
  
La ortiga, nombre común de las plantas del género Urtica, de la familia de las urticáceas, la mayoría de ellas caracterizadas por tener unos pelos urticantes que liberan una sustancia alcalina que produce escozor e inflamación en la piel.
 
 
Este picor se debe a la acción del ácido fórmico, compuesto del que contiene una gran cantidad. También es conocida como "la hierba de los ciegos", pues hasta éstos la reconocen con solo rozarla.
  
Pero la utilidad que queremos darle aquí es la de un preparado que se confecciona con ella, de mucha utilidad y beneficios en nuestros huertos como fertilizante e insecticida.
  
Aunque es un remedio que no lleva nada de purines, como su nombre común podría dar a entender, se le llama así porque no es una simple infusión de la planta que se esté usando, sino que hay un proceso de fermentación que hace que el resultado sea muy potente contra gran variedad de enfermedades y plagas de los tomates y otros cultivos.
  
Los purines de ortiga se utilizan para mejorar la tierra, alimentar nuestras plantas y hasta para controlar ciertas plagas de insectos. ¿Pero qué son realmente estos preparados vegetales.?
  
En general, los purines son el resultado de la fermentación de restos vegetales y/o estiércoles, siendo los más utilizados en huertas ecológicas el de ortiga y el de cola de caballo. Sus innumerables propiedades hacen de estos preparados un aliado indispensable en el manejo de la tierra y la fertilidad de las plantas.
 
El purín tiene propiedades que podemos utilizar, para fortalecer nuestras plantas, de una manera ecológica en nuestro huerto. Por lo tanto el purín de ortigas, para las plantas es:
  1. Un gran activador del crecimiento, por su aportación de nutrientes a nuestras plantas, aportando nitrógeno, mineral y orgánico, fósforo, potasio, calcio y magnesio. La ortiga actúa como abono natural estimulando el crecimiento vegetativo y radicular de la planta.
  2. Un reforzante de las defensas naturales de la planta estimulando la producción de sustancias antibióticas como las fitoalexinas (estas moléculas son sustancias de defensa, que producen las plantas verdes, cuando son atacadas por un agente infeccioso). Así pues, el purín de ortigas permite combatir de forma preventiva las enfermedades criptogámicas, es decir, causadas por hongos (oídio, roya, mildiu…)
  3. Un repelente de insectos y parásitos de nuestro huerto. Aunque no mate los insectos, el purín de ortigas, tiene un efecto repelente contra algunos parásitos que pueden ser dañinos para las plantas, como los pulgones y los ácaros.
  4. Un fungicida para prevenir las enfermedades que atacan a los cultivos. La ortiga actúa inhibiendo la germinación de las esporas de los hongos. Por ese motivo, es un producto eficaz sobre todo como preventivo.
  5. Un gran activador del compost gracias a su contenido de bacterias y enzimas. Por su riqueza en nitrógeno, bacterias, fermentos lácticos y enzimas, el purín de ortigas no diluido es un buen activador de compost, puesto que acelera la descomposición de la materia orgánica.
 
 
Para su elaboración, en un cubo de plástico pondremos tantos litros de agua como litros de purín queramos elaborar. El agua debe ser libre de cloro, es decir, preferiblemente de lluvia. Si no disponemos de agua de lluvia, podemos usar agua de pozo o incluso agua de grifo (reposada), dejándola reposar dos días, para que elimine todo el cloro por evaporación.
  
Añadiremos cien gramos de Ortigas frescas por cada litro de agua que hayamos puesto en el cubo, de forma que si tenemos diez litros de agua, pondremos 1 kilo de ortigas frescas (preferentemente ortiga que no haya llegado a florecer, pero que estén bien desarrolladas).
  
Podremos realizarlo, también, con ortigas secas, y para elaborar el preparado anterior, la cantidad de ortigas sería de 250 gr de ortigas secas.
  
Lo removemos todo bien, dentro del cubo, con un palo de madera, y lo dejaremos reposar durante al menos 20 días. Antes de mezclar las ortigas con el agua, procederemos al troceo de las mismas.
  
Después de remover el preparado, pondremos sobre las ortigas un material de peso, (baldosa o similar, que quepa en el cubo), para que las ortigas estén cubiertas por el agua, evitando de esta manera que puedan flotar, (para facilitar la extracción de este peso, para remover el preparado, podemos sujetarlo con una cuerda o similar, dejando su otro extremo fuera del recipiente), procediendo a su tapado, posteriormente, con una tela, para favorecer el aireamiento del preparado.
  
Cada día debemos remover la mezcla 1 ó 2 veces, para que la maceración sea efectiva y el purín se vaya generando correctamente. Trascurridos los 20 días, procederemos a colar nuestro preparado, desechando el resto de las ortigas.
   
Nuestro purín estará listo cuando, al removerlo, ya no salgan burbujas y se haya creado una película en la superficie del agua, entonces es el momento de filtrarlo con un colador o con un paño de algodón fino y pasarlo a garrafas de plástico que se guardarán en un lugar oscuro y fresco.
  
El tiempo que trascurre desde que añadimos las ortigas hasta que las quitamos, puede variar de los 20 días como mínimo a los 40 días como máximo, dependiendo de lo concentrado que queramos que sea el purín.
  
Es importante saber, que la maceración produce un olor realmente repulsivo, y que cuanto más tiempo dejemos la mezcla macerar…. más intenso será ese nauseabundo olor.
  
Una vez confeccionado nuestro purín lo podremos utilizar en el riego o como insecticida, mediante la pulverización.
  
En riego, el purín se utiliza principalmente en etapas de crecimiento, cuando nuestras plantas están desarrollando materia vegetal y creciendo día a día. No es un abono indicado para el periodo de floración. La proporción de dilución en riego será del 20%, es decir, 2 litros de purín por cada 10 litros de agua, en una concentración más elevada podría inhibir el crecimiento. Otra planta beneficiosa para nuestro huerto es la consuelda.
  
En pulverización, una dilución al 10 %, 1 litro del preparado por cada 10 litros de agua, permite luchar contra los pulgones y los ácaros, cuando se pulveriza sobre las hojas.
  
Se aconseja una dilución al 5 % como tratamiento para la planta con el fin de prevenir enfermedades criptogámicas como el mildiu, el oídio o incluso la roya. Este preparado debe utilizarse cada dos semanas para conseguir un efecto preventivo.
  
Si no podemos usar el purín de inmediato, lo almacenaremos en recipientes herméticos (botellas, bidones), en un lugar fresco y resguardado de la luz. Procuraremos llenar los recipientes hasta arriba para evitar la oxidación causada por el aire. Así, el purín podrá conservar todos sus principios durante un máximo de un año.
  
Frase del día:
Lo importante es el dinero, la salud va y viene.”
 

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