“Si en enero hace verano, no habrá paja ni grano.”
El refranero castellano, ya nos recuerda que Enero debe de ser un mes frío.
Enero es el mes en el cual podemos comenzar con la planificación y diseño de nuestro huerto de verano. Aunque parezca pronto, enero es un mes idóneo para decidir qué vamos a cultivar y dónde en nuestro huerto de primavera-verano. Para ello, tendremos en cuenta las rotaciones y las asociaciones para combinar bien los cultivos. Así mismo podemos comenzar a hacer semilleros de los diferentes tipos de verduras y hortalizas que cultivaremos en el verano.
Los ajos, el cultivo estrella del invierno.
Con la llegada de enero comienza un nuevo ciclo hortícola, es el momento idóneo para retomar las labores en nuestro huerto y comenzar su preparación y siembra. Las labores realizadas en este primer mes del año darán su fruto en pocos meses.
Es de vital importancia tener en cuenta el calendario de siembra para este mes y las labores esenciales que requiere nuestro huerto durante el comienzo de año donde, por lo general, las temperaturas son bajas.
Enero es el momento ideal para plantar hortalizas de hojas verdes como son las espinacas, acelgas, lechugas... Estas plantas pueden prosperar en climas fríos resistiendo las bajas temperaturas invernales. Al plantarlas ahora, estarán listas para ser recolectadas en primavera.
Entre las hortalizas que podemos plantar en este mes, tenemos:
· Los ajos: son bien conocidos por sus propiedades beneficiosas para la salud y su sabor distintivo. Enero es el mes perfecto para plantar los bulbos de ajo en el huerto. Deberemos de elegir variedades locales y preparar el suelo con compost para garantizar un crecimiento saludable, seguramente estemos ante un producto no muy habitual en los huertos de agricultores aficionados, sin embargo, se trata de un cultivo de fácil cuidado y elevada satisfacción y versatilidad en cocina.
·
Al igual que los ajos
las cebollas son otra de las verduras que pueden ser plantadas en
enero. Las cebollas de invierno son especialmente adecuadas para este periodo y
pueden resistir las condiciones más frías.
·
Además de las
hortalizas de hojas verdes, otras verduras como las acelgas, espinacas, apio…
son opciones ideales para plantar en enero. Su ciclo de crecimiento más lento
en invierno les permite desarrollar sabores más intensos y texturas crujientes.
Durante este mes de Enero las labores en el huerto no son excesivas pero nos deberemos de ocupar de mantener los cultivos de otoño-invierno que tenemos en el mismo tales como coles, berzas, coliflores, cebollas, puerros, habas…
Parte de los cultivos de otoño-invierno.
Antes de embarcarnos en la plantación de nuestras verduras y hortalizas de invierno, es fundamental dedicar tiempo a la preparación del suelo sobre el cual se desarrollarán nuestros cultivos. Añadir compost o abono orgánico, para enriquecer la tierra y mejorar su estructura, es una labor habitual y de gran utilidad. No debemos olvidar que la buena calidad del suelo es la base de un huerto exitoso.
Enero es, junto con febrero, un mes propicio para realizar podas en árboles frutales y arbustos. Eliminando ramas muertas o enfermas para fomentar un crecimiento saludable y asegurar una buena cosecha en la temporada de primavera.
Aunque el invierno suele reducir la actividad de plagas, es esencial estar atentos a posibles problemas. Inspeccionando las plantas regularmente y tratar cualquier signo de infestación, de manera temprana, para evitar daños mayores.
El riego, en este momento, ha de ser moderado. En un mundo donde los recursos hídricos son cada vez más escasos, la importancia de ahorrar agua en el huerto se vuelve crucial.
De ahí la importancia del ahorro del agua en el huerto, el agua es un recurso limitado y preciado que desempeña un papel fundamental en la agricultura.
El uso responsable del agua no solo asegura la disponibilidad de este recurso para las generaciones futuras, sino que también reduce los costes de producción minimizando el impacto ambiental. A continuación veremos algunas recomendaciones para el ahorro de agua en el riego de nuestro huerto:
· El riego por goteo: es una técnica eficiente que suministra agua directamente a las raíces de las plantas, minimizando la evaporación y el desperdicio. Instalar un sistema de riego por goteo permite una distribución uniforme y controlada del agua, evitando el exceso de humedad en el suelo.
· Sincronización del riego: establecer horarios de
riego adecuados es esencial. Trataremos de evitar el riego durante las horas
más calurosas del día, ya que la evaporación será más rápida. Optaremos regar temprano
por la mañana o al atardecer para maximizar la absorción del agua por parte de
las plantas.
·
Capa de Mulch: el mulching (cubrir el suelo con material orgánico)
es una técnica efectiva para retener la humedad en el suelo, reducir la
evaporación y prevenir el crecimiento de malezas que compiten con nuestras
plantas por el agua.
·
Selección de cultivos resistentes: cultivar plantas que sean
nativas de nuestra región y que sean resistentes a la sequía aporta un plus de
adaptabilidad, ya que estas plantas están adaptadas a las condiciones locales y
requerirán menos agua para su crecimiento.
·
Preparación del suelo: debemos de asegurarnos de que el suelo este bien
drenado y tenga una estructura adecuada. Un suelo bien aireado y rico en
materia orgánica retiene mejor la humedad y permite que las raíces de las
plantas accedan al agua de manera eficiente.
· Captación de agua de lluvia: también podemos instalar sistemas de recolección de agua de lluvia para utilizar en el riego. Los barriles o cisternas pueden recolectar una cantidad significativa de agua durante las precipitaciones y reducir la dependencia de fuentes externas.
Al implementar estas técnicas, no solo estaremos cuidando nuestro medio ambiente, sino también asegurando un suministro constante de alimentos frescos y nutritivos.
Es fundamental explorar la importancia de regar nuestras plantas
correctamente y llevar a cabo las correctas prácticas para asegurarnos de que
estas reciban la hidratación adecuada, y más en los meses estivales.
Panorámica, parcial, del huerto ya labrado.
El agua es un componente esencial para la vida de las plantas. A través del proceso de la fotosíntesis, las plantas absorben agua y nutrientes del suelo para producir energía y crecer.
Ahora bien, el riego de las plantas no debe de ser un proceso automático. Varios factores han de tenerse en cuenta al determinar cuándo y cuánto regar. Estos incluyen el tipo de planta, la etapa de crecimiento, la meteorología, la calidad y tipo de suelo en el que se encuentran, etc.
Por lo tanto, antes de proceder con las tareas de riego deberemos de tener en cuenta algunas prácticas para regar nuestros cultivos de manera efectiva en cualquier época del año, tales como:
·
Antes de proceder con el riego deberemos de
observar la humedad del suelo, comprobando si este está seco y hasta que
profundidad. Para ello podemos utilizar nuestro dedo o un medidor de humedad
del suelo para determinar si es necesario dicho riego. Evitaremos en todo
momento el riego excesivo y los encharcamientos, ya que pueden provocar la
pudrición de las raíces.
·
A la hora del riego es preferible realizar
riegos profundos y menos frecuentes en lugar de regar superficialmente y con
frecuencia. Esto fomenta el crecimiento de raíces más fuertes y profundas, lo
que ayuda a las plantas a ser más resistentes a la sequía.
·
Regaremos directamente en la base de las plantas
para evitar enfermedades fúngicas y el desperdicio de agua debido a la
evaporación.
·
La mejor opción en verano, es proceder con el
riego al atardecer o a primeras horas de la mañana.
· A medida que cambian las estaciones deberemos de ajustar la cantidad y la frecuencia de riego. Las plantas suelen necesitar menos agua durante el invierno o en épocas de menor actividad de crecimiento.
Si ya tienes tu propio huerto, o estás pensando en tenerlo, no debes dejar escapar algunos aspectos de vital importancia para el correcto desarrollo de las plantas, ello te permitirá poder disfrutar de tu propia cosecha, algo extremadamente reconfortante, sembrar para recoger.
Es de vital importancia, cuando nos decidimos a cultivar nuestro huerto, tener en cuenta el concepto que engloba la agricultura, ya que estamos ante seres vivos, en este caso ante plantas que nacen, crecen y mueren, y además, incluso respiran, como cualquier ser vivo, lo que nos indica con más importancia aún, que han de ser cuidadosamente controladas y atendidas.
Panorámica del huerto en Junio de 2023
En general estos errores típicos se deben al desconocimiento y pueden ser solucionados de forma rápida y sencilla aplicando estas técnicas:
· Elección incorrecta del calendario de siembra es un error cometido habitualmente y puede provocar un descontrol vegetativo de la planta, puesto que según el tipo de materia vegetal elegido requiere de unas condiciones específicas para su germinación y posterior desarrollo.
·
Superado el error del calendario de siembra,
tenemos ahora que realizar una siembra
correcta, es decir, debemos de acondicionar las semillas para que germinen
y comiencen su ciclo, o las plantas, en el caso de ponerlas directamente en la
tierra. Para ello es necesario dotar al semillero o al terreno de unas
condiciones específicas para cada planta, al mismo tiempo que se realiza un
control de humedad, temperatura y dosis hídrica.
·
A la hora de la utilización del fertilizante siempre optamos por “cuanto más, mejor”, sin embargo, este
concepto es un error severo en agricultura, al igual que en otros muchos
aspectos, todo se basa en buscar el equilibrio, es decir, aportar a la planta
lo justo en cada momento. Un abonado excesivo puede llegar a provocar la
pérdida de la cosecha, incluso en casos extremos, la muerte de la planta.
Frase del día:
“ Todo sale bien al final y si no sale bien, es que no es el final. ”
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por comentar