viernes, 29 de mayo de 2020

Algunos preparados útiles para nuestro huerto

El ajo es uno de los cultivos más populares del mundo; no en vano, forma parte de la lista de ingredientes de múltiples recetas. Pero además, tiene propiedades muy interesantes tanto para la salud humana como vegetal.
 
 
El ajo es bactericida y fungicida, por lo que preparados, a partir de él, ayudarán a prevenir y a tratar las enfermedades producidas por hongos y bacterias en nuestro huerto. También es muy efectivo para ahuyentar gusanos, pulgones y ácaros. También puedes echar una ojeada a otros preparados como el de cola de caballo, purín de ortigas o la Consuelda.
  
Tener ajo en el huerto, o incluso troceado sobre la tierra, es lo mejor que podemos hacer si queremos que las plantas estén bien protegidos contra plagas y enfermedades. Y es que este es un remedio natural que repele a los pulgones, hormigas y a los ácaros, y que, además, previene el ataque de hongos como la lepra o el oídio.
 
 
     El ajo, como hemos dicho, además de tener propiedades insecticidas, también es un muy buen fungicida. Y es muy fácil de confeccionar un preparado para utilizarlo en nuestro huerto, tan solo tenemos que mezclar:
  • 1 litro de agua.
  • 6 dientes de ajo.
Para su preparación procederemos de la siguiente forma:
  • Pela los dientes de ajo y córtalos en pedazos muy pequeños, o machácalos un poco con la ayuda de un mortero.
  • En una olla, o cazo, añade el agua y agrega los ajos.
  • Cubre la olla con un trapo o paño de algodón y deja que repose durante 24 horas.
  • Transcurrido este tiempo, pon la olla o cazo en el fuego, a fuego lento, durante 20 minutos.
  • Pasado este tiempo, apaga el fuego, deja que se enfríe, cuélalo para retirar los trozos de ajo.
  • Vierte el líquido directamente en el pulverizador o mochila de pulverizar.
  • Pulveriza toda la planta afectada.
  • Efectúa esta tarea durante 5 días seguidos, a la salida o puesta del sol.
  
Otros preparados útiles para nuestro huerto:
 
Alcohol de ajo:
 
Este preparado es para usar como insecticida. Procederemos a pelar bien los ajos (una cabeza), los machacamos, y los mezclaremos con medio litro de alcohol y medio litro de agua. Posteriormente colamos la mezcla y la guardamos en un frasco, tapado, (el efecto es mayor cuando la mezcla está fría). Con este preparado podemos combatir pulgones, araña roja o mosca blanca, que son las plagas que más daños causan a las plantas.
 

APICHI: 
  
Este insecticida, que podemos preparar en nuestra casa, es tan efectivo y potente que vamos a tener que diluirlo en agua una vez lo realicemos, usando un 10% del preparado por 90% de agua. Conocido en latino américa como APICHI; por sus siglas Ajo, PImienta y CHIle , es muy usado en plantaciones ecológicas, donde los recursos y el uso de químicos es más caro, pero que gracias a su eficacia, y bajo coste, se ha extendido su uso llegando hasta nosotros.
  
Los ingredientes que vamos a necesitar serán los mencionados posteriormente y las cantidades se podrán escalar a la medida de nuestras necesidades, pero, manteniendo siempre la proporción en los ingredientes.
 
  • 500 gr de Ajo.
  • 250gr de Pimienta en grano sin moler.
  • 500gr Chiles habaneros , Ajis o Guindillas (cuanto más picantes, más efectivo será el preparado)
  • 500ml de Alcohol 96º 
  
     Para su elaboración trituramos las guindillas y los ajos, pelados, añadimos los granos de pimienta y lo juntamos con el alcohol. Removemos la mezcla y la dejamos reposar durante 24 horas. Transcurrido este tiempo añadimos 10 litros de agua (de lluvia, pozo o declorada), lo tapamos y dejamos reposar, nuevamente, la mezcla durante una semana, como mínimo.
  
Antes de su utilización procederemos a colar dicho preparado.
  
Este preparado se puede almacenar durante meses, siempre que se mantenga en un sitio fresco y aireado.
 
Insecticidas caseros con leche: 
  
Estos insecticidas caseros son útiles contra ácaros y como método fungicida, debido a que el ácido láctico es útil para combatir hongos (entre otras cosas, por su pH), y como efecto beneficioso, las sales minerales, enriquecen el suelo. Para hacer un fungicida casero con leche, procederemos de la siguiente manera:
 
  • Mezclar ½ taza de leche con 10 litros de agua.
  • Añadiremos a la mezcla 3 tazas de harina de trigo.
  • Agitar la mezcla, enérgicamente, e introducirlo en la mochila fumigadora, para aplicar a nuestras plantas.
 

Insecticidas caseros con pimienta: 
  
     Los insecticidas que usan pimienta, como ingrediente principal, pueden luchar contra una amplia gama de plagas. Los pasos para la preparación de insecticida casero de pimienta son:
 
  • Trocear 6 guindillas, mezclarlas con dos tazas de agua en una batidora durante 2 minutos.
  • Dejaremos reposar la mezcla durante toda la noche.
  • Seguidamente procederemos a colar el preparado, añadiendo 1 vaso más de.
  • Ponerlo en el difusor y aplicarlo a las plantas.

Cilantro:
  
     Para acabar con ácaros el cilantro es un gran remedio. Se debe hervir esta planta con agua durante unos 10 minutos, colar la mezcla y echarlo en el huerto o jardín con la ayuda de un spray.
  
Aceite vegetal:
  
     Para acabar con pulgones, cochinillas, ácaros y orugas una buena solución es mezclar 2 tazas de aceite vegetal con media taza de jabón líquido, puro, agitar hasta que sea una mezcla blanca, se diluye en agua y se rocía con un spray. Es preferible usarlo por la mañana o la tarde cuando no apriete el sol porqué a más de 30 grados centígrados puede dañar la planta.
  
Caléndula o albahaca:
  
     Plantar caléndula o albahaca alrededor de las plantas es una gran solución para ahuyentar la mosca blanca.
  
Lavanda:
  
     La lavanda es una gran solución para repeler hormigas. Se debe hacer una infusión con 300 gramos de hojas de lavanda fresca con 1 litro de agua. La dejamos enfriar, colamos el preparado y ya podemos pulverizar sobre las plantas afectadas.
 
 
Un secreto: Un uso no muy conocido, de los ajos, es el de potenciar el aroma de las rosas. Plantado, entre estos arbustos, se consigue aumentar el aroma de sus maravillosas rosas.”
 
Frase del día:
Todo es relativo. El tiempo que dura un minuto, depende del lado de la puerta del baño que te encuentres.”
 

viernes, 8 de mayo de 2020

El Huerto en la fase 0 del confinamiento

El huerto es para muchos como un supermercado, un lugar donde obtener productos de primera necesidad, y es por esto que necesitamos acudir a ellos.
  
El confinamiento impuesto, por la crisis del coronavirus en España, empieza a relajarse y entre algunas medidas se encuentra la de poder realizar los cuidados de los huertos.
  
El Gobierno ha presentado el Plan para la Transición hacia una Nueva Normalidad, que consiste en la consecución de cuatro fases en las que, cada vez más, estará permitido realizar un mayor número de actividades, con la apertura de comercios y negocios de forma gradual.
  
Pero, desde el pasado sábado, 2 de mayo, se permite el desplazamiento para el cuidado y recolección de los huertos, cuando éstos no sean de carácter laboral, profesional o empresarial, tal y como ha quedado recogido en el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicado el pasado viernes.
  
Estado, fase 0, del huerto, 5 de Mayo.
   
Ahora bien, a qué huertos se puede ir: solo quedan autorizados los traslados a los huertos para su cuidado y recolección cuando se encuentren en el mismo término municipal al del domicilio o en el adyacente, es decir, en otro que esté inmediatamente al lado.
  
Una vez expuesto el porqué del estado del huerto, este año, paso a mostrar unas instantáneas del mismo, así como la pausada evolución del progreso del adecentamiento del mismo.
  
!!! Pensar que estaba preparado y labrado, casi todo, para comenzar con la plantación !!!
 
Tomates, plantados el 12 de marzo.
 
Otro aspecto a tener en cuenta es que todavía no se ha plantado nada, en mi caso, salvo la excepción de unas cuantas matas de tomates, y en años anteriores ya casi estábamos recolectando los nuevos productos de nuestro huerto.
  
A continuación mostraré algunas imágenes del estado, en general, de las hortalizas que quedaban en el huerto:
 

Cebollas con hierbas.
Bancal limpio y cebollas recolectadas.
 
Las cebollas, casi estaban aptas para haber sido recolectadas en el inicio del confinamiento, 14 de marzo, pero como no pudo ser el estado de presencia es lamentable, muchas hierbas y espigadas, aunque los bulbos son un tamaño considerable.
   
 
Estado de las habas.
 
Habas.
 
Recolección de Cebollas
Habas, en la mata.
 
Lo de las habas ha sido una cosa increíble, nunca había visto semejantes habas, en su interior el número de granos oscilaba de los 10 a los 15 granos, de un tamaño muy grande y, lógicamente, más duros y bastos que los tiernos, pero cocinados estaban muy apetecibles.
  
Puerros con las hierbas.
Recolección de Puerros.
 
Los Puerros, quizá, hayan sido los que menos se hayan visto afectados por las hierbas, aunque en el suelo sí que había hierbas, estas no han crecido, por lo que estos han podido desarrollarse correctamente.
 
Plantero, de tomates, preparado.
Tomates ya plantados el día 5 de Mayo.
 
En cuanto a los tomates, aunque ya tengo plantados 20 matas, de las variedades, Mar azul, Rosa de Barbastro, Rosa de Altea, Rosa del Moncayo y Botón de Choto, además, tengo pensado la plantación, de otras 20 matas más, de los clásicos y tradicionales, que aseguran cosecha, de la variedad San Pedro y óptima.
 
Inicio, 7 de marzo.
Proceso, 5 de mayo.
 
!!! Parece que la colmena se ha consolidado !!!
  
Como disponía de una caja para enjambres, y viendo que se acercaba el momento del enjambrazón de las abejas, procedí a depositar un poco de miel al costado de la “piquera” de acceso a la caja, esto fue el pasado día 7 de marzo, debido al confinamiento, desconocía la situación, pero cual no fue mi sorpresa cuando el día 5 de mayo, primer día que accedí al huerto, observé que entraban abejas al interior de la caja, y algunas de ellas con polen en las patas, por lo que deduzco que el enjambre se ha asentado definitivamente.
  
 
Cuando planté el granado, se puede apreciar al fondo, planté también unos bulbos que me dio el señor que me lo proporcionó, me dijo que eran unas flores, desconozco el nombre, pero, a mi entender, son muy bonitas, y carentes de mantenimiento.
 
Frase del día:
" Cuando la alimentación es incorrecta la medicina no funciona. Cuando la alimentación es correcta, la medicina no es necesaria."
 

viernes, 1 de mayo de 2020

La Calendula en el huerto

La caléndula (Caléndula officinalis), es una planta muy útil en el huerto contra las plagas y para atraer polinizadores, sus pétalos son comestibles, usados en ensaladas, o como sustitutos del azafrán, (se le suele conocer, también, como el azafrán de los pobres), para dar color y sabor a nuestras comidas.
  
La caléndula es un ingrediente muy usado en cremas, ungüentos, lociones y todo tipo de productos cosméticos, por sus propiedades calmantes y regeneradoras.
 
Sus hojas son alargadas y con dientes. Las flores de la caléndula son grandes de entre 5 y 7 centímetros de diámetro.
  
El origen de la caléndula pertenece al centro, este y regiones Mediterráneas de Europa. En la antigüedad era conocida, por los hindúes y árabes, por sus grandes propiedades terapéuticas, más tarde los griegos conocerían también los beneficios de la caléndula.
  
Así mismo, la caléndula, también era empleada para realizar tintes por su intenso color, con estos tintes teñían las telas.
  
Su cultivo es sencillo y muy poco exigente. ¿Se le puede pedir algo más a esta discreta y colorida flor que, bien merecido, tiene el nombre de maravilla natural? Otros nombres por los que se conoce a esta planta son: botón de oro, flor del difunto, flor maravilla, rosa de los muertos, reinita, corona de rey…
 
 
Al ser perenne debemos buscarle un espacio fijo en el huerto en el que pueda desarrollarse y reproducirse.
  
Esta planta es muy útil en el huerto, la tonalidad de sus flores que van del amarillo al naranja, atraen a insectos beneficiosos como las mariquitas, depredadoras del pulgón, o a una gran multitud de polinizadores, y además sirve para repeler, mediante sus grandes raíces, ya que estas despiden sustancias con efecto insecticida contra los nematodos. (Esos pequeños gusanos que atacan las raíces de las plantas y que pueden causar daños irreparables). 
 
Si estas interesado, puedes echar un vistazo a otros preparados para el huerto, como estos, purín de cola de caballo, purín de ortigas, otros preparados para el huerto o la Consuelda.
  
Es muy recomendable la plantación de caléndula entre nuestras hortalizas y verduras, o simplemente en los bordes de nuestro huerto, pero hemos de tener en cuenta que puede ser no compatible, en proximidad, con nuestras verduras y hortalizas.
  
Así tenemos que la Caléndula se lleva bien con fresas, tomates y judías. Pero sus raíces desprenden sustancias que molestan a algunas plantas como el ajo, la lechuga o el hinojo, por lo que no conviene plantarlas cerca.
 
   
 Su aspecto es similar al de las margaritas o a los tagetes, de hecho todas pertenecen, como el girasol, a la familia de las Compuestas.
  
Por lo tanto sus flores siguen al sol, como los girasoles. Se abren al amanecer y se cierran al atardecer o cuando va a llover. Por esta razón, tradicionalmente, se utilizaban como indicadoras del tiempo.
  
El “nombre de pila” procede de las calendas (término latino con el que se hacía referencia al primer día del mes), ya que en condiciones favorables puede llegar a florecer casi todos los meses del año. Mientras que su “apellido” officinalis hace referencia a especies que tienen algún tipo de uso medicinal. De hecho, es una de esas plantas a la que se le atribuyen infinidad de propiedades beneficiosas para la salud. Pero lo que a nosotros nos interesa, en este momento, es que se puede utilizar para mantener sanos a nuestros huertos y jardines.
   
Como ya hemos dicho, la caléndula, es una planta anual que se siembra en primavera y finales de verano. Puede sembrarse en almacigo o en siembra directa, aunque es más recomendable hacerlo en almacigo. Lo ideal es sembrar 2 o 3 semillas por semillero a una profundidad de unos 2-3 cm. Es importante que el semillero mantenga la humedad hasta que sean trasplantadas a su lugar definitivo.
 
Además de la humedad es importante la temperatura, ya que requieren temperaturas del suelo de entre 15 y 20ºC para germinar, cosa que harán a los 8-10 días después de la siembra.
  
A la hora de trasplantar las caléndulas es importante que las temperaturas sean cálidas y que el sustrato sea ligero, puedes incluso mezclarlo con arena. Las podremos trasplantarla tanto a maceta como a terreno.
  
En el supuesto de elegir macetas, hemos de tener en cuenta que las caléndulas poseen una raíz muy prominente, por lo que es más que aconsejable utilizar una maceta o jardinera con cierta profundidad, unos 30 cm sería lo recomendable, para que se desarrolle correctamente.
  
Las caléndulas pueden tener una altura de unos 30-40cm, las variedades enanas (más adecuadas para macetas), y hasta unos 70 cm las que se cultivan en huertos y jardines, sobre el terreno.
  
Al tratarse de una planta anual, en principio, correspondería sembrarla todos los años; pero el que haya tenido caléndulas bien sabe, que por descuido o por la gran cantidad de semillas que produce, es fácil que más de una semilla de caléndula acabe en el sustrato o en el suelo, alrededor de la planta vieja y que al llegar la primavera siguiente, con la subida de las temperaturas, vuelvan a germinar, proporcionado una nueva planta de caléndula.
  
Así que ya sabes, ¡siembra caléndula una vez y tendrás caléndulas de por vida!
 
La caléndula es una planta que precisa pocos cuidados, de hecho, es común verla en bordes de huertos y parterres donde alguna vez se sembró, creciendo año tras año casi como si de una “mala hierba” se tratase.
  
Ahora bien, con ciertos cuidados, su floración será más abundante, por lo que hemos de tener en cuenta el seguimiento de unas pequeñas pautas para que nuestras caléndulas se vean espléndidas:
  • Luz: las caléndulas, como otros congéneres de su familia, prefieren el sol, por lo que aunque toleran la semi sombra, una ubicación soleada, sea en macetas o sobre el terreno, será ideal para obtener una mayor floración de las mismas.
  • Temperaturas: las caléndulas necesitan calor para desarrollarse y producir sus flores, por tanto los climas cálidos y templados son los más idóneos. Sin embargo es una planta bastante rústica y resistente al frío, soportando incluso heladas débiles.
  • Sustrato: las caléndulas no soportan el exceso de humedad, así como tampoco los encharcamientos.  Por lo que si has decidido cultivarlas sobre el terreno, deberás elegir un terreno bien drenado, suelto y permeable al que incluso puedes añadirle arena para aumentar el drenaje del mismo.
    Si las cultivas en macetas, hemos de tener en cuenta de realizar un agujero, en el supuesto de no lo tenga, al recipiente donde hemos de trasplantar nuestra caléndula. Resulta muy útil añadir una capa de bolas de arcilla, cantos rodados en el fondo de las macetas para evitar la acumulación de agua en las macetas por exceso de riego o por la lluvia. 
    Riego: En el inicio de su cultivo ha de ser lo más regular posible, hasta el trasplante a su lugar definitivo. Después será suficiente el riego 1 vez por semana. 
  • Abonado: requieren un abonado medio, aunque no son exigentes en abono, un aporte de abono rico en fósforo al inicio de la primavera y en otoño, aumentará la producción de flores.
      
Propiedades y usos de la caléndula, en la salud:
    
Esta flor posee múltiples propiedades y beneficios para la salud corporal y dérmica, especialmente recomendada para pieles agrietadas y secas, así tenemos que se puede utilizar como:
 
 
Antiinflamatoria, antibacteriana, calmante, carotinoide, rica en vitamina A, contiene bioflavonoides (que son los responsables de tratar los desordenes circulatorios, favorecen los vasos sanguíneos)
  
Por su poder antiinflamatorio se emplea sobre pieles irritadas, antiséptica (se utiliza para tratar problemas de úlceras bucales), tiene efectos beneficiosos para el hígado y la vesícula biliar, demostrados científicamente (no se debe tomar durante el embarazo y la lactancia), trituradas sus hojas se utilizan para eliminar verrugas y callos (aplicar directamente sobre ellas y desaparecerán)
  
Pero… ¿No pensáis que  es mucho más gratificante crear con nuestras propias manos, que salir corriendo a una tienda a comprar?
  
Mencionaré, a continuación, dos formas de utilizar esta planta en la confección de pomada o aceite de caléndula.
 
¿Cómo elaborar la pomada de caléndula?
   
Elaborada a base de aceite virgen, cera de abejas y flor de caléndula, calma las afecciones leves de piel como eczemas, dermatitis y psoriasis. Para su elaboración necesitaremos:
  • 1/2 litro de aceite (puede ser virgen extra o, prioritariamente, de almendras)
  • 30-40 g de cera de abejas virgen. (Las variaciones en la cantidad de cera influirán en la espesura final de la mezcla).
  • 100g de flores frescas. (La proporción habitual es de 1/3 del volumen de plantas y 2/3 de aceite)
  • Aceites esenciales aromatizantes (una vez hecha la pomada se pueden añadir unas gotas para darle un aroma agradable)
 
 
Elaboración:
1.   Calentar el aceite y freír, a fuego muy lento, las flores durante 1 hora u hora y media.
2.   Separamos las flores con un colador y las retiramos.
3.   Añadimos la cera y calentamos hasta que se funda.
4.   Si queremos una textura suave y uniforme podemos filtrar todo con un colador de tela o un paño.
5.   Envasar en tarro y añadir las gotas aromatizantes que se desee (opcional).
 
¿Cómo elaborar aceite de caléndula?
 
Es muy eficaz para tratar pieles secas y sensibles, tiene propiedades antisépticas, antioxidantes, terapéuticas, antiinflamatorias, fungicidas, hidratantes y cicatrizantes, aumenta la producción de colágeno, lo que hace que esté especialmente indicado para tratar irritaciones cutáneas, rozaduras, rojeces, picaduras de insectos e incluso eczemas, así como para aliviar las quemaduras producidas por el sol, entre otros casos.
  
Para elaborar esta receta necesitamos aceite de oliva virgen extra, también podemos utilizar aceite de almendras, que es el más neutro, flores de caléndula y un frasco de cristal.
  
Aceite en Maceración.
Resultado final.
  
Esterilizamos el frasco para evitar que se creen bacterias en el interior. Cortamos las flores en el punto justo donde la flor y el tallo se separan. Introducimos las flores en el frasco y las cubriremos, totalmente, con el aceite.
  
Cerramos el tarro, herméticamente, y comenzamos la maceración. Sólo hay que guardarlo en un sitio oscuro, durante 40 días. Por supuesto, hay una manera mucho más rápida, que es exponiéndolo al sol durante 15 días, ya que con el calor, el proceso de maceración se acelera notablemente, pero cuando se realiza en frío durante los 40 días, mantiene con creces, todas sus propiedades que no se pueden mantener, debido al calor.
  
Trascurrido este período, y una vez macerado nuestro aceite de caléndula, es el momento de sacarlo de la oscuridad. Podrás observar que el aceite se ha vuelto de un color naranja oscuro y muy intenso. Además, al abrirlo, tendrá todo el aroma de las caléndulas ya que lo han dejado allí. Sólo queda filtrarlo y guardarlo en diferentes frasquitos, a poder ser opacos.
  
El modo de empleo es únicamente externo (tópico), y su aplicación se realiza mediante suaves masajes sobre la zona a tratar de una a tres veces al día.
 
 
Seguro que después de leer todo lo anterior, os han entrado unas ganas irrefrenables de cultivar Caléndula. Así que, para facilitaros las cosas, os daré algunos consejos:
  
Respecto a su calendario de cultivo, hay dos épocas en las que puedes sembrarla: entre marzo y mayo o entre septiembre y octubre. 
  
Si te organizas bien y la colocas en un lugar bien soleado, puedes tener flor de Caléndula gran parte del año.
  
 Además, es una de esas plantas de las cuales te puedes “olvidar” porque es muy resistente
  
Prefiere climas templados, aunque se adapta bien al frío (resiste heladas de hasta -5ºC). 
  
Puedes cultivarla en prácticamente todo tipo de suelos, siempre que tenga un buen drenaje.
  
No es muy exigente respecto al riego.
 
Frase del día:
Todo necio confunde valor con precio.