Mostrando las entradas para la consulta culo de peseta ordenadas por relevancia. Ordenar por fecha Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas para la consulta culo de peseta ordenadas por relevancia. Ordenar por fecha Mostrar todas las entradas

lunes, 12 de junio de 2017

Pudrición Apical del tomate

Cultivo del tomate: La necrosis apical o culo negro del tomate.
 
Esta es la época del año de más diversión en el huerto, la mayoría de las hortalizas están produciendo pero... siempre pasan cosas, y esta, que nos ocupa, es una de ellas.
 
Resulta que, un buen día, te acercas a echarles un vistazo a tus apreciadas matas de tomate y descubres que esos tomates tan "guapos" que estás mimando, hace meses, tienen el culo negro. Grrrrrr !!!!
 
La pudrición apical, también llamado “peseta del tomate”, comienza en el extremo inferior del tomate, donde está la flor. Se inicia como una mancha de color marrón claro o bronceado que es muy clara. Con el tiempo el lugar se oscurece y se endurece, poniéndose negro, como cuero y seco. Finalmente, si se deja en la mata, la putrefacción final de la floración afectará el tomate entero.
 
Pero a ver, calma. La cosa tiene solución. Aunque esos tomates, lamentablemente, no podremos recuperarlos, en su totalidad.
 
Estamos delante de un caso de Podredumbre apical. Veamos qué nos dice Infoagro sobre esta fisiopatía.
 
“Fisiopatía de cultivos causada por una deficiencia localizada de calcio (Ca) en los tejidos distales del fruto. Este desorden puede presentarse como un área negra visible (necrosis) en la parte distal (inferior) del fruto y en cultivares sensibles puede causar una pudrición interna.”
 
¿Habéis entendido algo?. Pues vayamos por partes, es una deficiencia de calcio que puede darse no solo en los tomates, sino también en los pimientos y berenjenas.
 

Pero ojo, hemos de tener en cuenta que generalmente la pudrición apical suele estar causada por el riego irregular de las plantas de tomate. Si bien la propia podredumbre es el resultado de una deficiencia de calcio, nunca la pudrición apical ocurre sin que las prácticas de riego sean irregulares. El riego irregular somete a la planta de tomate a períodos de sequía y casi ahogamiento, causando estrés a la planta. Así que vayamos por partes:
 
Las hortalizas absorben los nutrientes que necesitan del sustrato a través de las raíces. El calcio, obviamente, es uno de ellos. Si utilizamos un buen sustrato en las macetas o el de nuestro huerto está bien abonado, las plantas deberían ser capaces de encontrar de todo. Pero a veces no es así y por ello aparecen estas manchas en el “culo” de los tomates.
 
También puede ser que el sustrato contenga calcio pero las raíces sean incapaces de absorberlo.
 
Cuando hemos regado en exceso, las raíces están encharcadas, ahogadas. En cambio, si hemos regado poco puede que la planta no haya desarrollado un buen sistema radicular y las raíces sean pequeñas, lo que tampoco favorece la absorción de nutrientes.
 
Es por ello que la solución a la podredumbre siempre está en añadir calcio pero también en preguntarse si  estamos regando bien.
 
La solución:
 
El calcio lo podemos añadir de varias maneras:
  • Comprar un producto apropiado en nuestra tienda habitual (nitrato de calcio, Calciprón) y aplicarlo según las indicaciones del fabricante.
  • Añadir 250 ml de leche (un vaso) a un litro de agua, y regar con ello. También podemos aplicarlo mediante pulverización foliar si sospechamos que el problema puede venir por exceso o falta de riego (con el consecuente mal desarrollo radicular que os mencioné antes).
  • Tirar un poco de leche en polvo sobre el sustrato y regar a continuación.

     Hemos de tener en cuenta que la salinidad del suelo puede influir en la absorción de calcio. Por eso, y si vivimos en zonas costeras deberemos de aplicar calcio con cierta regularidad a nuestras  plantas.


También hay quien asegura que hay variedades de tomates que son más sensibles a esta falta de calcio.
 
Personalmente creo que es importante prestarle atención al tema del riego. Y que las plantas tengan unas raíces proporcionadas con su tamaño.
 
Os recomiendo que cuando finalice la temporada y arranquéis las matas de tomates, pimientos y berenjenas os fijéis en el tamaño de sus raíces.
 
Considero un error, a la hora de instalar el riego por goteo, aproximar la manguera a la base de la planta, puesto que como indican los expertos en el tema:
 
 “Son las raíces las que tienen que ir al agua, no el agua a las raíces”.
 
Poner mantillo a tus plantas de tomate ayuda a prevenir pudrición apical, garantizando una tierra uniformemente húmeda y mojada, por lo que es menos probable que riegues tus plantas poco o mucho. Tener una rutina regular de riego también evita que tus plantas se vuelvan demasiado estresadas ​​y más susceptibles al desarrollo de esta condición. Recoger los tomates afectados tan pronto como sea posible ayuda a prevenir que la enfermedad se propague a los tomates sanos.
 

Medidas a largo plazo:

 

Si hemos tenido problemas de culos podridos en tomate antes, conviene cambiar de bancal al año siguiente y antes de plantar los nuevos plantones añadir al suelo cáscara de huevo, enterrando una cáscara machada unos 5 cm en el lugar donde va a ir nuestra tomatera. De esta manera el calcio de la cáscara de huevo se irá liberando lentamente durante todo el crecimiento de nuestra planta y si se controlan los riegos será más difícil que se vuelva a dar este problema.
 
 
Bastará con machacar y añadir al suelo unas cáscaras de huevo y conseguiremos que aumente su contenido en calcio. 
 

Medidas de urgencia:

 

Si observamos una tomatera con los culos podridos no hay que echarse las manos a la cabeza. Sabemos que de esta planta nacerán más tomates y no necesariamente les tiene que pasar lo mismo que a sus colegas de mata. Para corregir esta deficiencia y que los nuevos tomates maduren adecuadamente podemos añadir como medida de urgencia leche diluida en agua, con un vaso de leche por litro de agua es suficiente, regando de esta manera unas 3 veces por semana el contenido de calcio en el suelo se verá aumentado y no observaremos más culos podridos.
 
También podemos añadir unos gramos de leche en polvo sobre la planta o en el sustrato, con unos 4 gramos cada 15 días es suficiente para paliar el problema.
 
Como siempre, todo esto es orientativo, observar vuestro huerto, probar una dosis y con el tiempo veréis si es la adecuada o necesitáis más o menos, pero siempre de manera mesurada.
 
Por último deciros que aunque tengáis “culos podridos” en algún tomate, si les quitáis la parte afectada, son perfectamente comestibles, así que aunque os pase este problema,  “siempre podréis disfrutar de una rica ensalada de medio tomate.” Aunque es más recomendable utilizarlos como alimentos cocinados. Opciones para el uso de los tomates afectados por la podredumbre son las sopas, guisos y salsas.  
  
Frase del día:
" En todo hay una parte de todo." Anaxagoras (500 a.c. - 428 a.c.) Filósofo presocrático turco.


domingo, 11 de julio de 2021

La joya del huerto, Los tomates

Como suele ser habitual, motivado por la falta de experiencia y unido a la emoción de comenzar con la plantación en nuestro huerto, empezamos a plantar sin realizar un mínimo esquema que nos ayude a diseñar nuestro huerto.

Un huerto bien diseñado puede ser un huerto más resistente a plagas y con la unión de plantas disminuiremos el agotamiento de la tierra.

Vista panorámica del huerto.

A la hora de elegir la ubicación de nuestro huerto deberemos de tener en cuenta ciertas premisas básicas para el buen funcionamiento del mismo, entre las que destacaremos:

  •   Luz: Procuraremos ubicarlo de cara al sur y evitaremos la plantación de árboles en el terreno destinado para huerto.
  •   Evitaremos las pendientes, nivelando el suelo o construyendo bancales, si fuese necesario.
  •   El suelo debe ser rico en nutrientes.
  •   Disponibilidad de agua.

Debemos de tener muy claro que es normal encontrar algún bichito que otro, pero cuando estamos hablando de una plaga que está acabando con nuestro cultivo, hemos fallado en algo.

Por esta razón las plantas, de variedades tradicionales, son más resistentes a las plagas, pues están perfectamente adaptadas a las condiciones climáticas de la zona. 

Tomates de Barbastro.

Puerros.

Para ayudarnos en la prevención de plagas, se hace imprescindible el uso de la biodiversidad. Los policultivos tienen mayor resistencia a plagas ya que a los insectos plaga les cuesta mucho más encontrar sus cultivos de preferencia.

El insecto detecta la planta, de su alimento, mediante el olor.

Cuando lo detecta aterriza, intentando hacerlo siempre sobre vegetación, nunca sobre el suelo.

De este modo, en un monocultivo detectará fácilmente el olor y cuando aterrice hay grandes probabilidades de que lo haga sobre la planta objetivo (a esto se le llama aterrizaje apropiado).

En cambio, en un policultivo los olores se mezclan los unos con los otros y en el caso de ser detectados, es difícil que el aterrizaje se realice en la planta objetivo (aterrizaje inapropiado), pues se encuentra rodeada de otras especies.

Cuando el insecto realiza varios aterrizajes inapropiados desiste para buscar una zona más accesible.

También estará a nuestro favor, para la prevención de plagas en nuestro huerto, la intercalación de plantas aromáticas con nuestros cultivos, de esta forma incrementaremos la cantidad de olores confundiendo a los insectos plaga.

Una vez tenemos claro la distribución de nuestros cultivos y la prevención de plagas, pasemos a comentar, someramente, uno de los cultivos estrella de nuestro huerto: Las tomateras.

Deberemos de tener en cuenta que, para un crecimiento óptimo de nuestras tomateras y la debida producción de flores, será necesario, como mínimo, 6 horas de sol al día, por lo que tendremos en cuenta esta premisa a la hora de efectuar la ubicación de la plantación.

Estado de las tomateras el 9 de Julio.

Unas temperaturas elevadas por encima de 37 grados, o inferiores a 13 grados, causan daños en las flores produciendo su caída. Además un suelo seco o encharcado también puede causar la caída de estas.

Así mismo deberemos de tener especial cuidado, una vez formados los tomates, con el exceso de sol, o el sol directo en los frutos ya que esto puede causar quemaduras en los mismos.

¿Quién no ha visto algunos frutos retorcidos o mal formados con cicatrices cerca de la época de floración?

Las posibles causas que producen este fenómeno, entre otras, pueden ser: la exposición prolongada a temperaturas bajas durante la época de floración y una pobre polinización.

Otra enfermedad que puede atacar a nuestros tomates es la aparición de una mancha negra, en su parte inferior, al final de su maduración por lo que termina pudriéndose, esto sucede cuando los tomates tienen deficiencia de calcio. Los motivos pueden ser varios generalmente este problema se encuentra asociado a la falta de riego y exceso de nitrógeno. A esta enfermedad se le suele llamar pudrición apical del tomate o “culo de peseta”. En caso de aparecer esta enfermedad es recomendable tratar nuestras tomateras con un corrector de carencias a base de calcio.

Pepinos.

Berzas y coliflores.

Si quieres ver alguna de las enfermedades que pueden atacar a nuestras tomateras sigue este enlace.

Cuántas veces hemos visto que nuestras tomateras están fuertes y robustas, además de tener un buen color, y sin embargo la producción de flores es escasa, esto se produce, generalmente, por un exceso de nitrógeno.

El nitrógeno es un nutriente esencial para las plantas, cuando falta las hojas se vuelven de color amarillo, incluyendo los nervios. Es necesario aplicar un fertilizante rico en nitrógeno para poder reponer este nutriente, de lo contrario irá cada vez a peor.

Para solucionar el exceso de nitrógeno deberemos de aplicar un fertilizante rico en fósforo y potasio, elementos imprescindibles para la salud general de la planta y que tienen una implicación importante en la fase de desarrollo del fruto.

Olivo.

Mandarino.

Y, ¿por qué se caen las flores de mis tomateras? La causa más común es por el exceso de calor o al contrario de frío. Cuando las temperaturas son de más de 35 grados durante el día o de más de 25 grados durante la noche. El polen se endurece y no viaja desde el estambre al estigma.

Al no servir la flor, la planta la descarta para que no consuma energía. Lo mismo pasa cuando las temperaturas son menores a 15 grados.

Además si la humedad supera el 70% el polen tiende a apelmazarse y al igual que pasa con la temperatura la flor se marchita y tiende a caerse.

Es importante asegurar una buena hidratación del suelo. Y como hemos dicho anteriormente deberemos de mantener el suelo húmedo, pero no encharcado.

Si las plantas tienen hongos o están bajo el ataque de alguna plaga, es probable que las flores se mueran. Esto sucede cuando el hongo mata a la flor antes de que madure.

Ya hemos dicho anteriormente que las tomateras, para un buen desarrollo, necesitan al menos 6 horas de sol al día, una deficiencia de las mismas podrían afectar también a la maduración de la flor, si la planta está sana y las flores no cuajan, puede ser por falta de sol.

Ahora bien, si siempre hace mucho calor, o si siempre está muy húmedo o si tenemos pocas horas de sol, estas son situaciones que no podemos cambiar. En este caso deberemos de investigar cuales son las variedades que más se adaptan para cada caso y experimentar.

Frase del día:

No se recuerdan los días, se recuerdan los momentos.