jueves, 25 de julio de 2024

Las aromáticas

El verano ya hace un tiempo que llegó y con él las ventanas abiertas, los planes al aire libre y disfrutando de la naturaleza. No obstante hay un elemento más que aparece con la llegada de la época estival: los molestos mosquitos y sus picaduras.

Con la llegada del verano y de las altas temperaturas, muchas personas que disponen en su vivienda de un espacio exterior, como un jardín o una terraza, quieren disfrutar de ello sin tener miedo a las picaduras de esos insectos, que han matado más personas que todas las guerras de la historia juntas, de hecho, según las estadísticas, el mosquito es, con mucho, la criatura más mortífera del mundo para los seres humanos.

Pocas cosas son más incómodas que la picadura de un mosquito, cuyos síntomas son:

·      Provocar un pequeño bulto sobre la zona.

·   Enrojecimiento de la piel alrededor del lugar donde el insecto clavó el aguijón.

·      Comienzo de un picazón incontrolable minutos después de la picadura.

Aunque existen remedios y productos que se pueden adquirir en el mercado para tratar de evitar los mosquitos, una de las formas más naturales de hacerlo y, además, que sirve también como decoración es usar algunas plantas de exterior con propiedades repelentes contra estos insectos.

Muchas plantas aromáticas tienen un gran poder para ahuyentar los insectos. Por ejemplo, si colocamos salvia, menta, jazmín o albahaca cerca de una ventana, su olor evitará que los mosquitos entren en nuestro hogar. Además, perfumaremos la casa con su aroma.

Entre estas plantas aromáticas haremos mención especial de algunas de ellas:

·      La Menta:

La menta es una opción excelente para usarla como un repelente que no sea tóxico. Su aroma es capaz de ahuyentar a los mosquitos, las moscas e incluso a las hormigas. Cuanto más fuerte sea el aroma, mayor será su capacidad de alejar a los insectos.

El verano es una temporada de sol, diversión y alegría para muchas personas, pero también trae consigo una molestia común: los mosquitos. Estos pequeños insectos zumbadores pueden arruinar cualquier tarde al aire libre y convertirse en una verdadera plaga en algunos lugares. Afortunadamente, la madre naturaleza brinda soluciones para mantenerlos a raya, y la menta es una de las más efectivas que ha sido utilizada durante siglos con este propósito.

Además de ser un ingrediente común en cocinas de todo el mundo, la menta ha demostrado ser un eficaz repelente natural de mosquitos. Su capacidad para ahuyentar a estos insectos molestos se basa en sus propiedades aromáticas y aceites esenciales.

Esta planta es conocida por su característico aroma y sabor, que se debe a la presencia de compuestos orgánicos volátiles, como el mentol. Estos compuestos son agradables para los humanos, pero desagradables para los mosquitos.

Cuando las hojas de menta se machacan o se frotan sobre la piel, liberan el mentol, creando una barrera olfativa que disuade a los mosquitos de acercarse. Esta es una forma segura y libre de químicos para mantener a raya a los mosquitos, especialmente para aquellos que desean evitar el uso de repelentes químicos en su piel.

Las recomendaciones para utilizar la menta como repelente natural de mosquitos incluyen varios cuidados y consideraciones que deben ser tenidos en cuenta para sacar el máximo provecho de esta planta y mantener a raya a los mosquitos de forma natural.

Si decidimos cultivar menta en nuestro jardín o en macetas, deberemos de asegurarnos de mantener la planta sana. La menta crecerá mejor en suelos bien drenados y con suficiente luz solar. Procederemos a su riego de manera regular, pero evitando el exceso de humedad, ya que puede dañar las raíces de la planta.

Para obtener el máximo beneficio de la menta como repelente, utilizaremos hojas frescas. Machacaremos o frotaremos las hojas directamente sobre la piel o en áreas donde queramos mantener a los mosquitos alejados. Las hojas frescas liberan más aroma y, por lo tanto, son más efectivas.

Podemos hacer nuestro propio repelente de mosquitos casero mezclando aceite esencial de menta con aceite de coco o agua en un pulverizador. Nos aseguraremos de seguir las instrucciones de dilución adecuadas para evitar cualquier irritación de la piel. Podemos probar la mezcla en una pequeña zona de nuestra piel antes de aplicarla en grandes superficies.

La menta puede ser aún más efectiva cuando se combina con otras plantas repelentes de mosquitos, como la citronela o el tomillo. Plantar estas hierbas juntas en nuestro jardín puede proporcionar una defensa más sólida contra los mosquitos.

·       La Albahaca:

La albahaca es una planta aromática que consigue ahuyentar tanto los mosquitos como la mosca blanca. Además, también puede resultar tóxica para sus larvas.

La albahaca, además de ser famosa por su uso culinario, también es una poderosa aliada en la lucha contra los mosquitos. Los beneficios para ahuyentar a estos molestos insectos se deben a sus compuestos naturales que actúan como repelentes efectivos.

La albahaca contiene varios compuestos volátiles que son responsables de su fuerte aroma y de sus propiedades repelentes de insectos. Entre estos compuestos se encuentran el linalol, el eugenol y el estragol. Estos componentes son tóxicos para los mosquitos y otros insectos, y su olor actúa como un disuasivo natural. El linalol, en particular, es conocido por su capacidad para repeler mosquitos y es un ingrediente común en muchos repelentes comerciales.

Uno de los principales beneficios de usar albahaca para ahuyentar mosquitos es que es una opción natural y segura. A diferencia de los repelentes químicos que pueden contener sustancias nocivas, la albahaca no representa ningún riesgo para la salud de los humanos ni de las mascotas. Es una alternativa ecológica que no contamina el medio ambiente.

La albahaca es una planta fácil de cultivar lo que la hace accesible para cualquier persona. No requiere cuidados especiales y puede prosperar en una variedad de condiciones climáticas. Además, su uso es versátil; se puede utilizar tanto fresca como en forma de aceite esencial.

Una de las formas más simples de utilizar la albahaca como repelente de mosquitos es plantándola en nuestro huerto o jardín. Coloca las plantas de albahaca cerca de las áreas donde sueles pasar más tiempo, como en la terraza, el balcón o el patio. El fuerte aroma de la albahaca actuará como una barrera natural contra los mosquitos.

El aceite esencial de albahaca es una forma concentrada y potente de aprovechar sus propiedades repelentes. Podemos hacer nuestro propio spray repelente de mosquitos mezclando unas gotas de aceite esencial de albahaca con agua y un poco de alcohol.

Otra forma efectiva de usar la albahaca es hacer infusiones. Hierve algunas hojas de albahaca en agua, deja enfriar la mezcla y luego cuélala. Coloca la infusión en un pulverizador y úsala en las habitaciones o en el jardín. Este método no solo ayuda a repeler mosquitos, sino que también añade un agradable aroma a tu hogar.

El aroma de la albahaca tiene efectos calmantes que pueden ayudar a reducir el estrés y la ansiedad. Preparar una infusión de albahaca y disfrutar de su aroma puede ser una forma efectiva de relajarse después de un día agitado.

·      El Romero:

El romero es una planta perenne originaria del Mediterráneo, Asia Occidental y parte de África, crece en suelos secos o moderadamente húmedos, se caracteriza por sus hojas estrechas y aromáticas, así como por sus flores de color azul, violeta o blanco. Además de ser un eficiente repelente de mosquitos, debido a su contenido en geraniol, el romero es ampliamente utilizado en la gastronomía como condimento, en infusiones medicinales, en productos de cosmética natural y hasta como “amuleto” protector.

 

 


Manojo de romero.

Romero en flor.

Su capacidad de adaptarse a diferentes condiciones climáticas y de crecer en suelos pobres hace que el romero sea una planta fácil de cultivar y de mantener en nuestro huerto, jardín o terraza, convirtiéndolo en una opción perfecta para quienes buscan soluciones naturales y sostenibles para mantener alejados a los mosquitos.  

·      La Salvia:

La salvia es una planta eficaz para repeler insectos. Su fuerte aroma actúa como un disuasorio natural, lo que la convierte en una herramienta eficaz en la batalla contra los mosquitos. Su mantenimiento no es nada complicado, pues únicamente requiere luz y poca agua. Por eso, es recomendable ubicarla cerca de una ventana donde le dé la luz directamente. 

En el huerto nos puede ayudar a repeler insectos tales como la mosca blanca, babosas y mariposa blanca de las coles. 

·      El Tomillo:

Además de ahuyentar a los mosquitos con esta planta tendremos un potente repelente de plagas para nuestro huerto, y podremos hacernos ricas  infusiones naturales.

Esta aromática con pequeñas flores moradas es muy resistente ya que es capaz de aguantar las sequías y las heladas. Riégala de forma moderada y evita el suelo demasiado mojado y ni hablar de los encharcamientos. Recuerda que el exceso de agua puede pudrir sus raíces. Muy recomendable para aquellos que no tienen un cuidado constante de las plantas.

·      La Lavanda:

Otra de las plantas de exterior perfectas para ahuyentar los mosquitos es la lavanda. Su intenso olor a verano repele estos insectos gracias a su fragancia intensa, la cual se debe al alcanfor y al eucalipto, además de que sus vivos colores son una buena forma de decorar el patio, la terraza o el huerto.

Las lavandas pueden plantarse de forma aislada o mezclar diferentes especies, así como combinarlas con otras plantas aromáticas para decorar nuestro jardín, no requieren muchos cuidados y permiten generar un entorno tranquilo y relajante por su olor y agradable color. Alcanza su máxima floración en julio y agosto.

·      La Citronela:

 

Su uso como repelente de mosquitos es muy conocido debido a la efectividad de sus aceites esenciales, que desprenden un aroma desagradable para estos insectos. 

El aceite de citronela destaca por su capacidad como repelente natural de mosquitos, piojos y garrapatas gracias a su composición con citronelol.

·      Los Geranios:

Su creciente fama como remedio natural contra los mosquitos se debe a su intenso olor a limón y al citronelol, una sustancia que comparte con la citronela y la melisa. Los geranios son plantas versátiles y vistosas que, además de ser un eficaz repelente natural de mosquitos debido a su aroma cítrico y su contenido en citronelol, son ideales para aportar color y belleza a tu huerto, jardín o terraza gracias a sus llamativas flores que pueden presentarse en una amplia gama de tonalidades, como rojo, rosa, blanco y morado.

·      El Jazmín:

El jazmín es otra de las plantas de exterior de flores blancas o amarillas y un aroma muy agradable, es un remedio natural y muy efectivo para repeler a mosquitos, moscas y avispas. Su fragancia los ahuyenta a la vez que perfuma el ambiente. Es una planta de exterior, pero también la podemos tener en el interior. La ubicaremos cerca de una ventana ya que necesita sol y riego habitual. 

Es una planta que no necesita exceso de riego. En verano, como todas las plantas, es adecuado regarlo cada dos días, pero en invierno, con una vez a la semana es suficiente. Si quieres que tu jazmín esté floreciente, búscale un lugar en el que reciba, al menos, 8 horas de sol al día. Ten en cuenta que más luz equivale a más flores.

·      El Limonero:

Este árbol frutal también es perfecto para ahuyentar mosquitos, como sucede con todos los cítricos, ya que su aroma espanta a estos bichos. Además de esto, se trata de un árbol que no requiere muchos cuidados y que nos dará limones, muy provechosos en el hogar y en la cocina.

Los mosquitos, tanto los machos como las hembras, podrían vivir sin picar a otros animales. Pero las hembras necesitan la sangre para completar el ciclo reproductivo.

Popularmente se cree que son las luces las que atraen a los mosquitos y los guían hacia posibles fuentes de sangre, pero no es así. Estos insectos utilizan otros sentidos, como los sensores térmicos y químicos, para localizar a sus objetivos.

Existen otras señales físicas y químicas que condicionan la atracción del mosquito hacia personas determinadas, particularmente calor, vapor de agua, humedad, señales visuales y, lo que es más importante, los olores emanados por la piel. Cuanto más sudamos y más dióxido de carbono exhalamos, más atraemos a los mosquitos.

Por eso, además de las plantas y los repelentes naturales, en noches calurosas se recomienda una buena ducha para mantener a los mosquitos lejos.

Pero si aún así nos pican, un buen consejo es envolver un cubito  de hielo en un trapo y aplicarlo sobre la picadura, esto impedirá que el veneno se expanda; además funciona como remedio analgésico y evita la inflamación.

Si la picadura nos pilla en el campo, se aconseja hacer barro y ponerlo sobre la picadura, para que el veneno que nos causa quemazón salga hacía fuera.

Recuerda que, además de utilizar estas plantas que repelen los mosquitos, es importante mantener un entorno limpio y evitar la acumulación de agua estancada, ya que estos son los lugares donde los mosquitos se reproducen con mayor facilidad. Asimismo, es recomendable utilizar mosquiteras en puertas y ventanas, así como proteger nuestra piel con ropa adecuada y repelentes naturales si vamos a estar en zonas con alta presencia de mosquitos.

Frase del día:

No es verdad que las personas paran de perseguir sueños porque se hacen viejos, se hacen viejos porque paran de perseguir sus sueños. Gabriel García Márquez ( 1927 – 2014 ) Premio nobel de literatura. ”

miércoles, 10 de julio de 2024

Evolución del Huerto de primavera

La evolución de los huertos urbanos muestra cómo la práctica de cultivar alimentos en entornos urbanos ha cambiado en respuesta a desafíos sociales, económicos y ambientales, y cómo sigue siendo una herramienta vital para construir ciudades más sostenibles y saludables.

Es oportuno mencionar la diferencia existente entre “huerto” y “huerta”, ambas se utilizan para referirse a terrenos destinados al cultivo de plantas, pero tienen diferencias en su tamaño, alcance y uso específico. De acuerdo a la Real Academia Española (RAE), una huerta es más grande que un huerto; es decir, tiene mayor superficie.

Uno de los bancales que componen el huerto.

Por lo tanto, un huerto es más pequeño y generalmente de uso personal o familiar, mientras que una huerta es más grande y puede estar orientada a la producción comercial.

Basándonos en la definición de la (RAE), hagamos una pequeña historia de los huertos urbanos y familiares.

¿Cómo nacen los primeros huertos urbanos?

Las primeras referencias de huertos urbanos son de la segunda mitad del siglo XIX. Se trata de una época llena de cambios donde el éxodo rural y la revolución industrial van de la mano.

En las ciudades se crea un entorno de pobreza, generado por la nueva clase obrera de los campesinos recién llegados.

Debido a este crecimiento poblacional y la situación de la población, iglesia y gobierno ceden espacios a los ciudadanos para que puedan cultivar sus alimentos y así aliviar de cierta manera su situación económica.

Estos primeros terrenos cedidos para el cultivo recibían el nombre de “huertos de los pobres”.

En EEUU, Reino Unido y Alemania, durante la Segunda Guerra Mundial, debido a la situación de la población, se comienza a cultivar en los espacios abiertos o abandonados de la ciudad, campos de fútbol o parques y jardines.

De estos espacios, ahora transformados en huertos, la población basaba un 40% de su alimentación en los productos obtenidos en los huertos.

Estos, pasan a denominarse “Victory gardens” o “War gardens” y se convierten en  indispensables durante los periodos de las dos grandes guerras ya que muchos países no se podían permitir depender de las importaciones, asegurándose así conseguir el alimento.

En los años 60 resurgen con fuerza debido ya no por la necesidad de alimento, sino por los movimientos ecologistas y una forma de respuesta al sistema.

Buscan una autogestión, una integración social de grupos sociales excluidos y desarrollo de comunidades.

En la actualidad, cada vez más personas participan en un huerto urbano o tienen su propio huerto y su concepto se ha hecho muy amplio, considerándose también: espacios verdes, sostenibles y de ocio.

Son lugares en plena ciudad, que invitan a la reconexión con la naturaleza siendo una herramienta para la educación ambiental, desarrollo de terapias y entretenimiento para todos los públicos.

Una vez tenemos clara la diferencia entre huerto, huerta y huerto urbano, pasemos a ver algunos de los cultivos que mejor se adaptan a nuestro huerto:

·      Lechuga:

Con el calor, nada apetece más que una ensalada bien fresquita, si es con lechuga recién cortada de nuestra huerta… ¡mucho mejor! Dependerá de la variedad escogida, pero generalmente las lechugas se siembran en primavera. Estarán listas para su recolección al cabo de unos 2 meses.

En cuanto a cuidados, necesitan sol (no demasiado directo) y riego medianamente abundante, sobre todo al formar el cogollo.

Como todas las hortalizas de hoja, es consumidora de nutrientes.

·      Cebolla:

Riego: no precisa riego abundante si este es regular. Durante la formación del bulbo mejor si se espacia para conseguir un mejor secado de la cebolla.  

Nutrientes: al ser rústica, no es exigente y no requiere muchos cuidados.

·      Berenjena:

Las semillas de berenjena se siembran en primavera (o antes, entre febrero y marzo), el trasplante se realiza en primavera. Se recolectan en la temporada estival.

Requieren mucha luz directa y poca sombra. La planta puede alcanzar gran envergadura, así que asegúrate de que dispones de suficiente espacio para su cultivo.

El riego debe de ser abundante y regular. Es exigente en cuanto a nutrientes, por lo que requiere un gran abonado. A partir del cuajado de los primeros frutos se puede aplicar algo de abono, ya que la cosecha es bastante larga.

·      Tomate:

Y en una buena ensalada de verano que se precie no puede faltar el tomate. Sus semillas se siembran en primavera (marzo-abril), y la planta da sus frutos en pleno verano. Cosecharemos, pues, nuestros tomates en los meses de junio a agosto.

Precisan mucho sol (plena exposición), riego moderado y frecuente, y abono. Es aconsejable el riego por goteo para evitar la aparición de hongos. El sabor de un tomate cultivado en tu propio huerto será muy superior al del supermercado.

·      Pepino:

Riego: abundante, siendo el mejor método el riego por goteo.

Nutrientes: es exigente, por lo que es conveniente trabajar bien el sustrato o la tierra y añadirle un buen compost.

·      Pimiento:

Para completar nuestra ensalada veraniega, ¿qué tal un poco de pimiento? Los pimientos se siembran en primavera (marzo-abril), los plantones a comienzos de mayo. Se recolectan entre julio y septiembre.

Esta hortaliza requiere bastantes horas de pleno sol. En cuanto a nutrientes es exigente sobre todo en potasio. Se puede repetir el abonado a base de hojas de consuelda para recuperar los niveles de potasio.

Requiere un riego abundante.

·      Espinaca:

Riego: en dosis reducidas y frecuentes, suficientes para mantener siempre la tierra húmeda.  

Nutrientes: es exigente, sobre todo con el Nitrógeno, por lo que es aconsejable abonar antes de la siembra.

·      Habas:

Riego: regular y moderado. Hay que evitar los excesos de riego en la época de floración por que puede afectar a la cosecha.

Nutrientes: poco exigente, y por sus propiedades prefiere suelos pobres en nitrógeno.

·      Fresas:

Riego: moderado, para conseguir una tierra fresca, sin exceso de humedad pero sin que pase períodos secos.

Nutrientes: exigente. Conviene añadir un poco de compost después de cada ciclo, ya que se trata de una planta plurianual. Sigue el enlace para conocer más sobre el cultivo de las fresas.

·      Ajos:

Riego: poco exigente en agua. Incluso se puede cultivar en secano.

Nutrientes: poco exigente en abonado, igual que todas las liliáceas.

·      Calabacín:

Para preparar deliciosas cremas de calabacín cien por cien naturales, siembra sus semillas antes de la primavera (febrero-marzo), las plántulas durante la misma. Se cosecha alrededor del mes de mayo.

Al igual que los tomates o los pimientos, los calabacines necesitan mucho sol (exposición plena), abundante agua y abono adecuado.

Una vez ya tenemos seleccionados una serie de cultivos para nuestro huerto, nos surgen preguntas como las de cuando regar, cuando recolectar y las plagas y enfermedades que pueden atacar a nuestro huerto.

Veamos, someramente, algunos aspectos sobre estos temas:

CUANDO REGAR NUESTRO HUERTO

Quizás sea una de las preguntas que más nos preocupa cuando nos iniciamos en el mundo de la horticultura. Tiene una respuesta fácil: cuando haga falta.

No existe una regla fija por la que podamos guiarnos a la hora de decidir cuándo regar nuestro huerto. No podemos establecer una pauta de riego invariable porque cada planta tiene sus necesidades, y dentro de cada planta, según sea su estado de crecimiento necesitará más o menos agua.

Además también depende de la meteorología, ya que si llueve lo suficiente ya no hará falta regar, y si la insolación es severa deberemos aumentar la frecuencia de riego. El tipo de suelo o substrato de cultivo también condiciona la frecuencia de riego, ya que unos suelos tienen mayor capacidad de retener agua que otros, por lo que el agua fácilmente asimilable por el cultivo le durará más o menos.

Nuestro objetivo será saber encontrar el momento de riego en el que nuestro cultivo no se vea afectado en su rendimiento, ni por defecto (sequía), ni por exceso (encharcamientos).

CUANDO RECOLECTAR NUESTRO HUERTO

Si hemos decidido crear nuestro propio huerto y dar paso a una alimentación más natural y sostenible, entonces es fundamental saber cómo y cuándo recolectar. De hacerlo de forma prematura es posible que la cantidad y la calidad de la producción sean menor, mientras que si se aplaza es posible que los frutos se expongan a condiciones climatológicas indeseables y terminen dañándose.

Primera recolección del año.

El primer paso para saber cuándo recolectar, es determinar el tiempo de crecimiento de cada cultivo.

Lo principal es convivir con el huerto una etapa completa, es decir, de primavera a invierno. Esto hará que identifiquemos el tiempo de floración y maduración, hasta el momento en que esté listo para ser recolectado. Cabe destacar que la rapidez o demora que conlleve su desarrollo dependerá de la ubicación geográfica, el suelo y el clima que predomine.

En el cuándo recolectar, también es importante tener en cuenta algunas medidas para que el proceso no dañe nuestro huerto o plantación. Así mismo es necesario seguir ciertas recomendaciones posteriores para que los frutos duren más, tales como:

·     Recolectaremos solo lo que vamos a comer, de lo contrario, perderemos toda la producción.

·       Procederemos al lavado de las verduras y hortalizas con agua potable.

·    Por lo general, recolectaremos al atardecer, en la mañana o en un día nublado para no deshidratar la cosecha.

·      Podemos sumergir la cosecha en agua hasta que se utilice para prolongar su vitalidad.

PLAGAS

Escuchar la palabra plagas, si tenemos un huerto, puede convertirse en una pesadilla. Las plagas pueden detener el crecimiento de las plantas y echar a perder algunas de ellas, incluso si la plaga es importante puede causar la muerte de la mayor parte del huerto o cultivo. La primavera es una de las épocas donde más tipos de plagas pueden aparecer.

·      Una de las más conocidas son las de Pulgón, estos áfidos pueden ser de color verde, amarillo o negro. Podemos detectarlas si observamos que hay muchas hormigas alrededor, ya que expulsan una sustancia que atrae a estos insectos. 

·      Otra plaga muy habitual en primavera es la de cochinilla. En este caso la aparición de esta plaga la asociamos a un hongo que se llama negrilla

·      Otra de las más comunes son las de trips. Esta puede aparecer tanto en huertos como en plantas de interior. Es una plaga que prolifera fácilmente llegando a causar grandes daños en las plantas. 

·      La plaga de araña roja en realidad es un ácaro y es una de las más comunes en todo tipo de huertos. Hay que estar muy atentos porque es tan minúscula que nos costará detectarla. Una pista para descubrirlas es que cubren las plantas con una delicada tela de araña. Al igual que en la mayoría de las plantas, se sitúan en el envés de las hojas.

·      Y otra que quiero mencionar es la de babosas y caracoles. Esta plaga puede acabar con nuestras plantas en una sola noche. 

Y nunca viene mal que nos orienten sobre el cultivo de verduras y hortalizas en nuestro huerto, por si este es tu caso, toma nota de estos consejos prácticos para lograr el máximo rendimiento en tu huerto:

Debes disponer de un espacio luminoso, en el que la luz directa no sea inferior a 5-6 horas diarias, y protegido del viento. Si no es así, apuesta por cultivos capaces de adaptarse a menos luz como lechugas, puerros, cebolla o ajos.

Respeta la distancia entre cultivos y el espacio vital de cada planta, tanto en profundidad como en altura, para su correcto desarrollo.

Aplica compost. Hay muchos tipos de fertilizantes orgánicos, el estiércol curado y el humus de lombriz (o vermicompost) no generan malos olores.

Puedes extender un acolchado o mulching, una cubierta protectora a base de materia vegetal (hojas, restos de poda, paja, etc.) para evitar el crecimiento de adventicias, plantas espontáneas o no deseadas, favorecer la retención de humedad y potenciar la fertilidad.

Mantén siempre la tierra húmeda, ni mucho ni poco.  Una planta puede morir por falta de agua, pero también por exceso.

Frase del día:

Juzga a un hombre por sus preguntas en lugar de por sus respuestas.” Voltaire ( 1694 – 1778 ) Escritor, historiador y filósofo francés.