Con la llegada del mes de abril llega también el calor y las lluvias, los días son más largos, por lo que en el huerto comienza la actividad. La actividad, en el huerto, es frenética puesto que llega el momento de abonados, trabajos de mantenimiento, siembra, trasplantes, prevención de plagas, etc.
Llegado el mes de abril es el momento idóneo para preparar nuestros bancales y comenzar con las siembras trasplantes y plantaciones. Abril es un mes que marca el inicio para plantar la mayoría de los cultivos que, posteriormente, recolectaremos en verano (judías, tomates, lechugas, berenjenas, calabacines, pimientos…)
A la hora de la siembra en nuestro huerto deberemos de tener presente que existen varios escenarios para cultivar las verduras y hortalizas, entre los cuales tenemos:
- Por siembra directa al suelo: En este apartado tenemos un sin número de plantas que no es necesario hacer semilleros: acelga, achicoria, calabacín, calabaza, cilantro, espinaca, garbanzo, perejil, nabo, lenteja, guisante, maíz, zanahoria, rabanito y remolacha.
Tomate Mar Azul.
- Por semillero o almacigo y posterior trasplante al huerto: Se prepara el semillero con un buen sustrato especial para semillero y cuando tengan una buena raíz podremos efectuar el trasplante al suelo: berenjena, calabacín, cebolla, lechuga, apio, todas las coles, endivia, judías, sandia, melón, tomate, pepino, puerro, pimientos, etc.
Llegado el mes de abril es tiempo de planificar y diseñar como nos vamos a guiar para realizar todas las actividades que tienen que ver con la puesta en funcionamiento de nuestro huerto, teniendo en mente la preparación para el resto del año.
Plantación, parcial, 2021.
Acondicionar el suelo es una de las principales tareas que se debe hacer en el huerto sin importar su tamaño o ubicación.
Este acondicionamiento consiste en limpiar totalmente el terreno, eliminando las malas hierbas, aireando y mullendo la tierra, allanaremos la zona en la que vamos efectuar nuestras plantaciones y para finalizar, pero no por ello menos importante, aplicaremos una buena cantidad de compost a base de humus de lombriz rico en minerales, también podemos utilizar estiércol de animales (caballo, oveja etc.)
También nos puede ayudar la confección de un esbozo de cómo queremos que sea nuestro huerto o cómo deseamos mejorar el que ya tenemos. Para ello debemos considerar lo siguiente:
- Conocer las necesidades de riego de las plantas que conforman el huerto, con lo que podremos ahorrar tiempo, energía y esfuerzo.
- Consideraremos cuanta luz van a necesitar nuestras plantas con el objeto de que logren un buen desarrollo y podamos recolectar por más tiempo.
- Tendremos en cuenta la siembra de cultivos compatibles para protegerse entre sí (asociación de cultivos) además del ciclo de cada una de ellos.
- Mantenimiento del sistema de riego, es otra tarea a realizar muy importante ya que en verano la temperatura llega a niveles extremos. Por esta razón con tiempo debes preparar los puntos de riego necesarios para cubrir tu siembra sin contratiempo alguno.
Por otra parte, en abril, los árboles frutales es cuando florecen, y alguno de ellos da sus frutos, por lo que es bueno conocer las fechas, con la máxima exactitud posible, en las que cada árbol frutal florece o da sus frutos así como los meses en los cuales se debe hacer la plantación. La mejor época para plantar árboles frutales sin duda es desde el otoño hasta principios de primavera, evitando el invierno inclemente lo más posible.
En el mes de abril es cuando se va a producir la floración de muchos árboles frutales, ver si estas flores han cuajado y dependiendo de eso proyectar cuan abundante será la cosecha.
Durante el mes de abril entre los árboles, más comunes en nuestros huertos, que florecen nos podemos encontrar: Albaricoquero, Melocotonero, Cerezo, Ciruelo, Higuera, Limonero, Naranjo, Granado, Membrillo, Níspero, Manzano, Peral.
Los frutales requieren atención especial debido a que vienen cumpliendo un ciclo que casi siempre comienza en el otoño, para culminar en la primavera cuando el sol les permite cerrar un ciclo con la producción de sus frutos. En el huerto hay que tener una rutina periódica para suministrarles los cuidados necesarios y puedan seguir su proceso natural.
Clarear los árboles que presentan una cantidad excesiva de ramas mezcladas con frutos, eliminando de forma selectiva los pequeños frutos a lo largo de sus ramas. Claro está que disminuirá la producción pero con la seguridad de obtener mayor calidad.
También se pueden plantar a principios de primavera o un poco antes si el clima ya es cálido, aquellos árboles frutales que no pudimos sembrar en otoño. Eso sí, con cuidados especiales: tienen que ser frutales a raíz desnuda y sin hojas ya que necesitará de sus raíces para arraigarse y comenzar con su desarrollo.
El abonado es indispensable, sin excesos para que las plantas no se recarguen y se comiencen a caer sus hojas y sean víctimas de las plagas y enfermedades. Debe contar con un sustrato rico en nutrientes y que mantenga la humedad.
Una vez que ya hayamos concluido con el plantado de nuestros cultivos el trabajo que nos queda es el cuidado del huerto. De esta manera deberemos de prestar atención a las necesidades de riego del mismo, al cuidado y eliminación de posibles plagas, hierbas invasoras, a los caracoles que, en sus inicios, pueden estropear nuestro huerto.
Frase del día:
“Siempre es la hora correcta para hacer lo correcto.”