lunes, 23 de marzo de 2020

La Consuelda para el huerto

Hace unos días me comentó un compañero (Rover), sobre los beneficios que puede aportar al huerto, como abono, una planta que ni la conocía, ni había oído hablar de ella. Le solicité si podía conseguirme algún esqueje de la misma, a lo cual accedió. Se trata de LA CONSUELDA.
  
Coloqué estos esquejes en una maceta, con compost y la tierra que venía anexionada a los mismos, y el crecimiento observado en la misma es espectacular. En una semana sus tallos y hojas han alcanzado los 15 cm.
  



  Evolución de la planta de la Consuelda. En la 1ª semana, 2ª semana y 3ª semana.
 
Por lo tanto, si queremos tener en nuestro huerto una fuente inagotable de fertilizante, rico en potasio, es indispensable plantar Consuelda, una planta más que interesante, una de tantas, que se consideran aliadas del hortelano, entre estas merece mención especial la ortiga y la cola de caballo (de estas hablaremos en próximas entradas). Es decir, Una indispensable en nuestro huerto ecológico. Si estais interesados podeis echar un vistazo a algunos preparados o plantas útiles para nuestro huerto, tales como La Caléndula o algunos preparados ecológicos para nuestro huerto.
  
Miembro de la familia de la borraja, la consuelda - (Symphytum spp) es originaria de Europa y Asia, donde hay unas 40 especies registradas en toda esa región. La planta más comúnmente conocida y utilizada en los jardines es la consuelda rusa - (Symphytum x uplandicum), un híbrido natural de dos especies silvestres: consuelda común (Symphytum officinale) y consuelda espinosa (Symphytum asperum). Esta planta es una planta muy invasora y especialmente difícil de erradicar una vez instalada.
  
 
 
La consuelda se ha cultivado como hierba curativa desde al menos 400 A.C. Los griegos y los romanos solían usarla para detener el sangrado abundante, tratar problemas bronquiales, curar heridas y fracturas en los huesos. En la actualidad, además, se suele usar para el tratamiento externo de cortes, hematomas, esguinces, llagas, eccemas, venas varicosas, entre otros.
  
Las hojas de consuelda contienen un gran equilibrio de los principales nutrientes que necesitan las plantas, nitrógeno, fósforo y potasio, así como numerosos oligoelementos y otros elementos como hierro y magnesio. 
  
Sus hojas contienen una sustancia llamada alantoína, un proliferante celular que acelera el proceso de curación. Esta sustancia actualmente se sintetiza en la industria farmacéutica y se usa en cremas curativas.
  
La Consuelda, es una planta robusta que forma un grupo de tallos rectos, con hojas elípticas de hasta 25 cm de longitud y grupos terminales de flores tubulares en forma de campana, las flores de la consuelda común son por lo general de color amarillo cremoso, pero se han encontrado en Europa flores blancas, rojas y púrpura. La consuelda espinosa tiene flores de color rosa y azul, mientras que la consuelda rusa tiene flores de color azul, púrpura o rojo-púrpura. La consuelda tuberosa tiene flores de color blanco cremoso. El tamaño de las flores oscila entre dos y tres  cm de longitud.
 
 
La floración comienza a finales de mayo y principios de junio y se prolonga hasta la primera helada, a finales de otoño.
  
Tiene raíces profundas de hasta dos metros, que utilizan los nutrientes de las profundidades del subsuelo, pudiendo alcanzar un grosor de hasta 7 cm. y aguantar unas temperaturas de -40ºC. Las flores proporcionan néctar y polen a muchas especies de abejas y otros insectos.
  
Crece a una velocidad rápida hasta una altura de 1.5 a 2 metros, aproximadamente. Debido a su alta estatura y facilidad de cuidado, también es una planta ornamental popular.
  
Requerimientos de esta planta:
  • Luz - Necesita pleno sol para una buena producción de biomasa, pero crece bien en la sombra.
  • Sombra - tolera sombra ligera (aproximadamente 50%).
  • Humedad - Algunas especies son tolerantes a la sequía, por ejemplo, tuberosum symphytum. Las plantas cultivadas requieren riego.
  • Zona de resistencia, las coronas y raíces de la consuelda son muy resistentes al invierno. 
  • Suelo - La consuelda es adaptable a muchos tipos de suelos, pero prefiere suelos húmedos y fértiles. 
  • pH - tolera una amplia gama (6.5 a 8.5), aunque no es muy sensible al pH del suelo, los rendimiento más altos se producen en los suelos con un pH de 6,0 a 7,0.
Deberemos elegir, cuidadosamente, el sitio donde vayamos a cultivarla, ya que la consuelda puede vivir de 20 a 40 años. La consuelda se puede propagar mediante esquejes de raíz, esquejes de corona o semillas.
 
Esquejes de raíz de la Consuelda. 
 
La siembra, preferentemente, la realizaremos en primavera.
  • Los esquejes de raíz son secciones de raíces laterales que miden de 5 a 15 cm de largo, dependiendo del diámetro. Se plantan horizontalmente de 5 a 15 cm de profundidad, desarrollarán brotes a partir de 20 a 40 días después de la siembra. Es aconsejable efectuar la primera plantación en macetas, que después pueden ser trasplantadas en sitios permanentes, cuando estas tienen un año o más.
  • Los esquejes de la corona son secciones cortadas de nuevos brotes propios de plantas maduras. Los esquejes de la corona ya tienen cogollos brotados o “puntos de crecimiento” y deben tener un crecimiento superior visible desde 2 a 8 días después de la siembra. Los esquejes de la corona se plantan de 7 a 15 cm de profundidad.
  • A partir de la semilla, esta requiere un período de enfriamiento invernal para la germinación.
Generalmente podemos encontrarlas en tiendas de hierbas o viveros.
   
Esqueje de tallo florífero y de hoja
  
Con respecto a los cuidados de la Consuelda hemos de saber que una vez que se establece, esta se ocupará de sí misma. Cada año la planta crecerá un poco y el sistema de raíces se volverá más denso. Es muy difícil deshacerse de una planta establecida y esta puede vivir, como hemos indicado anteriormente, varias décadas antes de que comience a disminuir su expansión.
  
El riego es lo más importante que tenemos que realizar, en el cultivo de la Consuelda. Es una planta que se adapta muy bien a todos los climas, soportando, incluso, hasta los -15ºC, no tolerando muy bien los terrenos secos y poco húmedos. Las plantas de consuelda se marchitan muy rápido en condiciones de calor y dejaran de hacer la fotosíntesis en este punto. 
     
En el primer año de la plantación, únicamente quitaremos los tallos florales, permitiendo de esta manera que la planta se establezca y que las raíces se desarrollen bien y penetren profundamente en el subsuelo. Deberemos de mantener limpia de maleza nuestra planta.
 
   
En el segundo año, el crecimiento es todavía más rápido, si las condiciones climáticas lo permiten, por lo que para efectuar la poda cortaremos las plantas a unos 5-10 cm del suelo, cada vez que los tallos floríferos estén subiendo, con esto estimularemos al máximo el crecimiento. Esta operación podremos efectuarla hasta 4 veces al año.
  
Para atraer insectos y abejas, a nuestro huerto, permitiremos que las plantas florezcan al menos una vez durante la temporada. 
  
Como hemos dicho anteriormente, la consuelda se puede utilizar como abono orgánico, estiércol vegetal, acolchado y, además, es un buen activador del compost. Las hojas de consuelda recién cortada sirven para hacer un buen mantillo, al tener un alto contenido de nitrógeno, así mismo, no quitan nitrógeno al suelo durante su descomposición. La consuelda tiene un alto contenido de potasio lo que hace que sea especialmente beneficiosa para las verduras tales como los tomates, pimientos y pepinos, fresas y árboles frutales. 
  
!!!Un secreto!!!, sus ventajas no se acaban aquí, la consuelda resulta irresistible para babosas y caracoles, con lo que les mantendremos entretenidos y lejos de nuestras lechugas.
  
La extraordinaria riqueza de la Consuelda queda reflejada en el siguiente cuadro comparativo:
 
 
El mejor momento para aplicar la consuelda en los cultivos es justo después de la primera floración, ya que el aporte de potasio favorece la producción de frutos.
  
Una de tantas maneras que existen de aprovechar las propiedades de la Consuelda, en nuestro huerto, es la confección de Purín. Este fertilizante líquido de consuelda se realiza dejando en remojo las hojas en agua durante unas semanas.
 
 
Para realizar el fertilizante introduciremos en un recipiente, no metálico. El que no se puedan utilizar materiales metálicos, en el proceso, es para evitar reacciones entre el metal y el purín. Cosa altamente probable en el caso del metal.
  • 1 Kg de tallos y hojas frescas, en su defecto 200 gr de material seco. En ambos casos bien troceados para favorecer la extracción de minerales y nutrientes.
  • 10 litros de agua, preferiblemente de lluvia, (en su ausencia se puede utilizar agua “reposada”, dejando el agua reposar para que pierda el cloro). 
  • Remover cada día, con un palo de madera o plástico, nunca de metal, esta acción provoca una subida de las burbujas que formarán una espuma. Cuando ésta desaparezca al removerla, la fermentación habrá terminado.
  • Después de 3-4 semanas, el preparado estará listo para su uso.
  • Antes de su uso, filtraremos bien la mezcla.
Con esto obtendremos un concentrado que diluiremos, para su uso, en riego, en una proporción de 1 a 10, antes de su aplicación. En el supuesto de que queramos utilizarlo como pulverizado lo diluiremos en la proporción de 1 a 20 volúmenes de agua.
 
 
El concentrado obtenido lo conservaremos en un lugar, fresco y oscuro. Recordad que estos preparados no suelen duran mucho tiempo, por lo que su elaboración será para atender las necesidades del momento.
  
Aplicaremos este purín en los cultivos  justos después de la primera floración, ya que el aporte de potasio favorece la producción de frutos y una vez a la semana hasta finalizar la cosecha.
  
El purín tendría un 15% más de nitrógeno (N), la misma proporción de fósforo (P) y un descomunal 300% más de potasio (K) que el estiércol.
 
Frase del día:
“  La nueva moneda del siglo XXI es el tiempo.
 

domingo, 15 de marzo de 2020

Plantacion adelantada

Las elevadas temperaturas que estamos teniendo durante estos días han motivado que la plantación en el huerto se adelante casi un mes, pero no en todas las verduras y hortalizas que compondrán nuestro huerto de verano, por eso ya he procedido a plantar cuatro variedades de tomates.
 
 
De todos los componentes climáticos, la temperatura es, sin duda, el más importante. De ella dependen todos los procesos de crecimiento de las plantas.
  
Las plantas tienen un punto óptimo de temperatura para su crecimiento. Por encima o por debajo de este punto y, a medida que las temperaturas van siendo más extremas, se llega a un punto de crecimiento cero. A partir de ahí, si continúa subiendo o bajando, se llega a un punto crítico en que cada planta tiene una temperatura límite de supervivencia.
  
El límite para el frío lo marca la congelación de la planta y para el calor la desnaturalización de sus proteínas.
 
Cebollas y berzas, a punto de ser recolectadas.
  
Así mismo, existen tipos de plantas más o menos exigentes en temperatura para su buen desarrollo que nos marcarán las producciones en función de la época del año en que nos encontremos.
  
Mención aparte merece un concepto climatológico como son las heladas. Cuando la temperatura del aire desciende de 0º C se produce una helada, tanto más severa cuanto mayor es el descenso térmico y su duración. La helada afectará a la planta según su temperatura mínima de supervivencia.
  
Es muy importante antes de comenzar un huerto, asesorarnos cuando es la mejor época para plantar o sembrar una especie concreta, para ello disponemos del calendario de siembra donde de manera orientativa nos va a dar las fechas más adecuadas para llevarlo a cabo.
 
Habas, en plena producción.   
  
El calendario es orientativo y dependiendo de la zona geográfica donde nos encontremos, las fechas se siembra se pueden adelantar o retrasar, por eso en el calendario existe cierta flexibilidad. En las zonas más cálidas las plantaciones de primavera  se pueden adelantar y por el contrario en las zonas con duros inviernos y temperaturas más frías las fechas de plantación se deben atrasar.
  
El siguiente calendario atendería a una zona tipo como el Levante de la península Ibérica, el cual se caracteriza por tener un clima suave en invierno y veranos no tan calurosos, aunque por lo general en la zona sur de la península suele ser parecido, y en el norte las fechas primaverales se suelen atrasar un poco.
  
De todos modos, este calendario nos da idea sobre los periodos y fechas aproximados de siembra y de cosecha, pero lo ideal y para ir más seguros a la hora de hacer una siembra, es preguntar a los agricultores y personas del lugar que ya tengan cierta experiencia, es una buena fuente de información en cuanto a fechas y periodos se refiere.
  
Las siembras tempranas presentan los máximos potenciales de producción. Cuando las limitantes hídricas, nutricionales y sanitarias son controladas, la radiación y la temperatura pasan a ser decisivas para el crecimiento a través de su incidencia en la producción fotosintética de asimilados en la planta. Durante la floración, las siembras tempranas le permiten al cultivo el aprovechamiento de los altos niveles de radiación incidente de primavera y principios del verano, con elevadas amplitudes térmicas, condiciones favorables para el crecimiento del cultivo.
Riego por goteo. 
  
Esto también condicionará los riegos, aunque podemos establecer unas pautas sencillas para regar:
  • Las plantas necesitan más agua a medida que van desarrollándose. Por tanto, al inicio de su crecimiento necesitarán riegos menos frecuentes que en pleno desarrollo.
  • En función de la época del año y a medida que va avanzando el año natural recibimos más horas de sol y más intensas, y posteriormente irá decreciendo. Así que, en verano tendremos que regar más frecuentemente que en invierno.
  • La meteorología influye también en la frecuencia de riego. No sólo si llueve, también si los días son nublados o las temperaturas son más bajas tendremos que disminuir la frecuencia del riego
  
Conociendo la época del año, la meteorología de los últimos días y el momento de crecimiento de las plantas deberemos establecer nuestra pauta de riego. Además la observación del terreno también nos dará unas valiosas pistas, tocando la tierra o el substrato somos capaces de determinar su nivel de humedad. El color del suelo también nos da información; cuanto más oscuro, la humedad del terreno será mayor, cuando el color del suelo sea más tenue será un indicativo de falta de humedad y deberemos de proceder a efectuar un riego.
  
La experiencia también nos aporta unas reglas que nos pueden servir de guía. Por ejemplo, en pleno verano, de máxima frecuencia de riego, en un huerto con una plantación de tomates en surcos con riego por inundación y en plena producción, difícilmente podremos alargar la frecuencia de riego más allá de dos o tres días sin que afecte al rendimiento.
 
 Preparando el terreno para la plantación.
  
Así mismo he procedido con la plantación de unas cuantas matas de Albahaca. Y, ¿por qué albahaca?
  
La albahaca es una planta excepcional. Y si tienes un huerto o jardín debes cultivarla. No sólo vas a poder usarla fresca en tus recetas de cocina y para elaborar remedios caseros que mejoren tu salud sino que además es una planta que cura plantas. Me explico, la albahaca es realmente buena para prevenir y combatir plagas como la mosca blanca, e incluso el pulgón o mosquitos. Pero así mismo nos ayuda a combatir algunos hongos como el mildiu o el oídio.
  
La albahaca tiene acción acaricida, insecticida y repelente. Es su fuerte olor que aunque muy agradable ahuyenta a los insectos, además, su gran floración atrae las abejas.
  
A la albahaca le gusta la exposición a pleno sol, aguanta muy bien la sequía pero los riegos copiosos le hacen crecer  en modo arbusto.
 
Las moreras comienzan a despertar.
  
Por lo tanto, si cultivas albahaca junto a las tomateras las estarás protegiendo de las plagas.
 
Frase del día:
" Cuando la alimentación es incorrecta la medicina no funciona. Cuando la alimentación es correcta, la medicina no es necesaria"