Tal
vez estés pensando que los pulgones son
exactamente la misma alimaña que las pulgas, pero te has equivocado. Las pulgas
y pulgones no tienen relación alguna,
pues su apariencia y su modo de vida son totalmente distintos.
Debemos
tener en cuenta que los pulgones, en sí, no son malos y que forman parte de la
biodiversidad de nuestro huerto o jardín. El problema viene cuando se
rompe el equilibrio y la población de pulgones es tan abundante que no puede
ser controlada por sus predadores naturales provocando daños irreversibles
sobre nuestras plantaciones.
Las
temperaturas cálidas y el ambiente seco favorecen su desarrollo por lo que solemos
encontrarlos principalmente en primavera y verano.
Los
monocultivos, el exceso de abono nitrogenado, el riego inadecuado o la
plantación fuera de temporada son circunstancias que pueden generar plantas
débiles y por lo tanto más propensas a sucumbir a las plagas y enfermedades.
Estos
“animalillos”, mejor catalogados como parásitos, pertenecen al orden Hemíptera y comprenden cerca de 4.000 especies
diferentes.
Respecto
a sus características, los pulgones tienen
tamaño pequeño, forma de pera y pueden variar en color, ya sea negro, amarillo
o verde.
Algunos
de ellos pueden tener manchas sobre su cuerpo, que se divide en tres partes
distintas: cabeza, tórax y abdomen.
Sobre
la cabeza de estos animalillos hay un par de antenas delgadas y segmentadas,
incluso, algunos poseen una especie de ala transparente.
Durante
el invierno, estos bichos se
reproducen sexualmente, poniendo huevos que no nacen hasta entrada la
primavera.
Cuando
llega esta época, las hembras pueden reproducirse de manera asexual, es decir,
sin la necesidad de un apareamiento.
Una
vez que llegan a la edad adulta, estos bichillos se transforman en hembras aladas y van en busca de nuevos cultivos para
alimentarse,
colonizándolos y llenándolos de más pulgones hembra
no alados.
Al
llegar el otoño, se reproducen nuevamente, naciendo hembras y machos alados que
continúan apareándose y produciendo más huevecillos.
Los
huevos permanecen en hibernación y, al llegar la próxima primavera, el ciclo
comienza de nuevo.
En
cuanto a su alimentación, viven del néctar de las plantas
que succionan con ayuda de su fuerte pico.
Pueden
adaptarse y proliferar en casi cualquier ambiente, siempre que tengan plantas y
cultivos de los que alimentarse.
Hay muchos remedios
caseros para eliminar el pulgón, con distintos grados de eficacia.
Estoy
convencido que la efectividad de cada remedio depende del alcance de la
plaga, si estamos en los primeros estadios será más fácil de controlar y eliminar,
pero si la plaga ha avanzado demasiado, lo mejor es utilizar insecticidas específicos…
Ahora
que ya conocemos algo más sobre los pulgones, y que sabemos que no son muy
recomendables para nuestro huerto, veamos algunas maneras de deshacernos de
ellos y tener nuestras plantas exuberantes y sanas:
Hay una solución natural para eliminar el pulgón
tan simple que no lo podrás creer: se trata de usar ajos. El ajo es uno de los
mejores insecticidas naturales para las plantas y también tiene grandes
propiedades antimicóticas o anti fúngicas y antibacterianas. De este modo, usar
ajo para las plantas te servirá para prevenir y combatir diversas plagas, como
los pulgones, los hongos de diversos tipos e incluso las infecciones por
bacterias.
1.- Infusión
de ajo
1 litro de
agua.
4 o 5
dientes de ajo.
Preparación y aplicación:
- Corta los
dientes de ajo en trozos muy pequeños y machácalos, un poco, en el mortero.
- Pon el agua
en una olla y añade el ajo.
- Pasado este
tiempo, destapa la olla y ponla al fuego, este ha de ser lento, y que hierva durante
20 minutos.
- Después,
retira la olla del fuego, deja que se enfríe y cuela la infusión para quedarte
solo con el líquido.
- Deposita
este líquido en un pulverizador.
- Una vez este
frío, ya puedes usar la infusión de ajo para eliminar el pulgón de tus plantas.
Solo tienes que pulverizar toda la parte afectada con más cantidad de líquido y
en el resto de la planta pulverizar solo un poco, para así evitar que los
insectos cambien de ubicación.
Procederemos
a rociarlo en nuestras plantas por un período de 3 o 4 días seguidos, no
conviene usarlo más días seguidos en ciertas plantas si son sensibles. Es
aconsejable, como siempre decimos, usarlo a primera o última hora del día, con
el fin de no quemar las hojas de nuestras plantas por la acción del sol.
A este
preparado se le puede añadir, además de los ajos, 2 cebollas medianas y 3 guindillas,
machacaremos todo en un mortero y efectuaremos el mismo proceso que el indicado
anteriormente.
Lo mejor de este pesticida es que no solo te ayudará a
combatir esta plaga, sino que sirve para poder eliminar una gran cantidad de bacterias, ácaros… que pueden acudir
a tu huerto. Algunas plagas que podrás controlar gracias a este pesticida son:
❀ Pulgones, Mosca Blanca, Hormigas, Orugas, araña roja,
mildiu, oídio....
Pero existen
muchos más preparados caseros que nos pueden ayudar a aminorar la existencia de
estas plagas en nuestro huerto. Veamos alguno de ellos:
2.- Eliminar el pulgón
con vinagre
Debido al olor y al ácido acético
que tiene el vinagre es un buen remedio
casero contra el pulgón. Actúa como repelente muy efectivo, por lo que
se usa principalmente como prevención para que no lleguen a aparecer los
pulgones, pero usándolo durante varios días seguidos, una vez al día, también
sirve para lograr que se acaben yendo de la planta en la que están, sin llegar
a matarlos.
Para preparar este tratamiento ecológico contra el pulgón,
solo necesitaremos vinagre de vino y agua. La proporción de cada elemento será de
1 a 10, es decir 1 parte vinagre por 10 de agua. Procederemos a esparcir la
mezcla por toda la planta, y no únicamente en las partes donde apreciemos
pulgón.
3.- Ortigas contra el
pulgón de las plantas
Ya sabemos que el aroma y las sustancias
que desprenden estas plantas, son ideales para eliminar el pulgón de forma
natural. El procedimiento para la elaboración de este preparado es muy
sencillo, veámoslo.
- Recolecta un buen manojo de ortigas,
no olvides protegerte para evitar la urticaria.
- La cantidad de agua, de lluvia o
reposada, dependerá de la cantidad que necesites usar, pero para un manojo de
ortigas se recomienda entre 1,5 y 2 litros de agua. (100 gramos de ortigas por cada
litro de agua)
- Deposita las ortigas dentro de un
recipiente, lo suficientemente grande para que
quepa el preparado, y añade el agua de modo que las cubra por completo. Remueve
todo y deja las ortigas bien sumergidas.
- Tapa el recipiente y colócalo en un
lugar apartado y fresco. (Es indispensable que consideres que, debido a la fermentación
que se producirá, durante los próximos días, el compuesto desprenderá un aroma
muy fuerte y desagradable)
- Deja fermentar el purín de ortigas
durante unos 10 días aproximadamente. Deberemos remover el preparado cada 3
días.
- El preparado estará listo para
colarlo cuando desaparezcan las burbujas formándose una película muy fina sobre
el agua.
- Cuela el preparado y deposítalo en
una botella o garrafa. Si no dispones de colador puedes utilizar cualquier
trapo viejo que permita separar los sólidos de los líquidos.
- Almacena las botellas o garrafas del
preparado, bien cerradas y en un lugar oscuro y fresco para así prolongar la
vida útil del mismo.
- Y eso es todo, el purín estará listo
para ser utilizado. Es recomendable utilizarlo lo más pronto posible, para así
aprovechar todas sus propiedades, aunque si lo almacenamos en las condiciones
indicadas anteriormente se pude almacenar durante 2 meses aproximadamente.
No olvidemos que esto es un
concentrado, que dependerá de los días que haya estado en maceración, por lo
que deberemos de diluirlo en agua, la proporción de la mezcla a aplicar será de
1 a 5, es decir, 1 parte del preparado por 5 de agua, y lo aplicaremos durante
3 días consecutivos para el tratamiento y 1 vez cada 15 días para la prevención.
Si ha estado más tiempo macerando la proporción de dilución aumentará.
4.- Jabón, un buen
remedio contra el pulgón
El jabón de lavar los platos a mano es muy efectivo contra casi todas
las plagas, pero hay que saber usarlo para no dañar las plantas.
Por ejemplo, usar Fairy para el
pulgón, o cualquier otra marca de jabón lavaplatos, es muy efectivo contra el
pulgón y la mosca blanca y, de hecho, es una de las pocas opciones que logran
deshacerse de la cochinilla algodonosa, una de las plagas más persistentes que
hay.
Asimismo, también puedes usar jabón potásico o
jabón de potasa contra el pulgón.
- Consiste en mezclar agua con un poco
de jabón lavaplatos del que usamos para lavarlos a mano, no del de máquina.
Rocía tus plantas con esta mezcla y verás cómo, gracias al jabón, el pulgón se
separará fácilmente de la superficie, dejando tu huerto, jardín y macetas
libres de esta molesta plaga. Hay quien añade a este preparado alcohol, la
proporción será de 2 cucharadas de jabón y 2 de alcohol por cada litro de agua.
5.- Aceite blanco.
Lo que pretendemos con el aceite
blanco, es asfixiar al pulgón, también
es útil para el tratamiento de la mosca blanca y la cochinilla.
Necesitamos realizar una mezcla de
aceite vegetal, que puede ser de oliva o girasol con jabón líquido neutro, con
una proporción de 1 a 4.
Una parte de jabón, por cuatro de
aceite. Se mezcla bien en una botella, hasta que la mezcla se vuelve blanca
(aceite blanco).
Para utilizarlo se diluye, 10
miligramos por cada litro de agua. Lo
debes conservar en un lugar alejado de la luz, seco y fresco, te va a
durar tres meses sin estropearse, para todo el verano.
Pulveriza a primera hora de la
mañana o a última hora de la tarde, para evitar que el rosal sufra quemaduras.
Nota
Importante: ¡¡¡Elimina las hormigas.!!!
Las hormigas transportan a los pulgones de una
planta a otra para que produzcan más melaza de la cual se alimentan, incluso
algunas hormigas se los llevan hasta las raíces. Ahí no podemos hacer nada para
combatir los pulgones, por lo que erradicar las hormigas sería el mejor método.
Pincha aquí para conocer algún método.
Frase del día:
“❀ Lo que te hace rico no es cuánto
dinero tienes en tu cuenta bancaria, sino cuanta alegría y paz tienes en tu
corazón.”