Las uvas ya van tomando ese color característico, así como ese grado de azúcar tan dulce y necesario para conceder al vino el grado de alcohol, este año destinaré una parte de las mismas a la obtención de vino y el resto de la cosecha se quedará para ser tomadas en la mesa, como postre.
Al contrario que el año pasado no destinaré toda la producción de uva a la elaboración de vino por precaución, ya que el año pasado lo vendimié a mediados de Septiembre y en medio del proceso de fermentación vinieron unos calores insoportables, por lo que el vino se "pico", dando al traste con toda la cosecha.
Este año he aprendido unas cositas más, con respecto a la elaboración de vino, tales como que los grandes enemigos del vino son el calor, la luz, la falta de humedad y el movimiento, aunque los dos primeros elementos son los que causan la mayoría de los problemas.
La temperatura ideal de bodega se sitúa entre los 7 y los 13 grados centígrados, intentaré que el lugar donde dejaré fermentar el vino se aproxime a esa temperatura.
Otra cosa que he conocido es que el vino envejece mucho más rápido a temperaturas altas que a bajas, por lo tanto se deben de guardar las botellas en el rincón más fresco de la casa.
Así como, y esto ya lo conocía, que para su almacenamiento la posición ha de ser la horizontal, para así mantener el vino en contacto con el corcho
Por otra parte, y cambiando de tema, el rosal sigue regalándonos con sus "olorosas" flores, es una lástima que viéndolas en foto no se puedan oler.
Frase del día:
" Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo no en el resultado. Un esfuerzo total es una victoria completa." Gandhi.