A medida que nos adentramos en la primavera, los días se alargan y entre el sol y la lluvia, las plantas crecen con fuerza y el trabajo en el huerto se redobla. Es el momento de aportarles una dosis extra de nutrientes y de protegerlas de las plagas.
Las labores en el huerto durante los meses de abril y mayo pueden adelantarse o retrasarse según vengan los días de lluvia o de sequía que impide que entre el arado en la tierra por estar demasiado seca o llena de charcos.
Mayo no solo es el mes por excelencia de las flores: también lo es de los cultivos del huerto. Por primera vez desde el comienzo de la primavera comenzamos a disfrutar de temperaturas cálidas y de un mayor número de horas de sol. Dos aspectos que, sumados al fin de las heladas tardías, estimulan el crecimiento de las plantas.
El mes de mayo nos trae sol, y es mucho más agradable trabajar así, pero también es cierto que muchas de las actividades del huerto se intensifican: siembras, trasplantes, aplicación de los primeros tratamientos…
En esta época del año es hora de realizar el total de los trasplantes del semillero o el invernadero al huerto.
Nos
vamos dando cuenta que el entretenimiento en nuestro huerto va a más y hemos
pasado simplemente de esperar a que germinen unas semillas a tener que realizar
trasplantes, vigilar nuestros semilleros nuevos, finalizar cultivos
senescentes, recoger el fruto de los que tenemos en producción y por si fuera
poco, ahora también tenemos los cultivos estrella de esta temporada como son el
tomate, los pimientos, las berenjenas y los calabacines por lo que, tendremos
que estar un poco encima de ellos ya que si queremos tener éxito en su cultivo,
deberemos realizar unas tareas extra como son el entutorado de nuestras
tomateras o el destallado, tanto en tomateras como en los pimientos.
Es un error de principiante, muy habitual, ir al vivero a comprar plantones sin saber bien cuántas verduras y hortalizas nos caben realmente en el espacio que tenemos. Esto suele acabar de dos formas: o con las plantas demasiado juntas, por lo que no crecerán lo suficiente o morirán; o con tus vecinos de huerto acogiendo el plantón que te sobra.
Por lo tanto, con anterioridad, deberemos efectuar una planificación de los cultivos que vamos a cultivar durante el verano y de la cantidad de plantas que nos caben en la superficie de nuestro huerto. Aquí es donde entran en escena los marcos de plantación.
Se conoce como "marco de plantación" a la separación necesaria que se debe guardar entre plantas para que estas crezcan correctamente.
Antes de comprar nada, deberemos de tener en cuenta que hay hortalizas que ocupan mucho más espacio que otras, es por este motivo que hay hortalizas que no tiene mucho sentido trabajar en un huerto, pues necesitan mucho espacio pero dan pocos frutos. Y otras hortalizas que, pese a que ocupan espacio, compensa plantar, pues su producción es muy elevada.
No tiene sentido ocupar unos metros cuadrados de nuestro huerto para obtener, en el mejor de los casos, solo entre 10 y 20 alcachofas. El calabacín, sin embargo, aunque ocupa bastante espacio, es una planta muy productiva: en verano no dejan de salir calabacines de la misma planta, por lo que se merece bien el metro cuadrado que ocupa.
El marco de plantación y la producción de cada planta son las cuestiones más importantes a tener en cuenta a la hora de planificar nuestro huerto, pero también hemos de tener en cuenta las asociaciones de cultivos y la rotación de estos.
Mayo junto con Abril son, para casi la totalidad de los hortelanos, los mejores meses del año para plantar en el huerto. Con la primavera poco a poco asentándose, cada vez con temperaturas más templadas y más horas de luz, llega la que para muchos es la mejor época del año para plantar en el huerto.
La tierra la hemos preparado en el mes de abril, hemos aplicado compost, abono y a continuación realizaremos la tarea de soltar la tierra con la ayuda de un rastrillo.
Siempre que tengamos que trabajar la tierra, lo ideal es que se haga cuando tenga cierta humedad (tempero o sazón), esto facilitará la labor.
Para la preparación de la tierra de nuestro huerto, las alternativas son, eliminar el cultivo anterior (esta opción es recomendable si hemos tenido problemas fitosanitarios), pero si no hemos tenido ningún problema durante el cultivo anterior, la otra opción es pasar el rotovator e incorporarlo al suelo.
Las tareas a desarrollar en este mes se multiplican y consistirán, principalmente, en la continuación de los trabajos iniciados en el mes de abril, para dejar ya plantadas la mayor parte de las hortalizas de verano.
Aunque el refranero dice que "hasta el cuarenta de Mayo, no te quites el sayo", lo cierto es que ya los riesgos de heladas son mínimos y, si queremos que nuestro huerto produzca al máximo en verano, tenemos que dejar todo encarrilado.
En este mes podemos recolectar alcachofas y por supuesto seguir también con las berzas y coliflores.
En cuanto a las verduras de hoja, seguiremos cosechando las diversas variedades de lechuga, escarola y espinacas. También podemos seguir recogiendo frutos de vaina, tales como el guisante y las habas, aunque estas ya deberán de estar finalizando su ciclo. Por último, nos quedarán también los de raíz o tallo, como los rabanitos, cebollas, ajos tiernos, zanahorias etc.
La mayor parte de las hortalizas de verano se pueden, y se deben, trasplantar al huerto a partir de mediados de abril y durante todo el mes de mayo, cuando podemos empezar ya a plantar, incluso, las hortalizas más propias de finales de verano y principios de otoño, como melones, sandías y calabazas.
En mayo se pueden seguir preparando semilleros de algunas plantas que podemos plantar hasta junio, sobre todo si pretendemos escalonar algunas de las hortalizas del huerto: esto es, ir trasplantando las hortalizas en diferentes semanas para que no produzcan todas a la vez.
Con más horas de sol las plantas crecen más, y esto incluye a las plantas adventicias o no deseadas (mal llamadas malas hierbas), así que nos cercioraremos de que no se desarrollen en zonas donde acabamos de sembrar o trasplantar, ya que estas competirán con los cultivos por los nutrientes, con la consecuente merma del desarrollo de estos.
Otras tareas que deberemos de realizar, entre otras muchas, en nuestro huerto son:
· Realización
de los entutorados, sobre todo a tomateras, judías y otros cultivos como los
pepinos, berenjenas y pimientos.
· Abonaremos nuestros cultivos con fertilizante, es recomendable que sea ecológico ya que así conseguiremos darle ese empujoncito a nuestras plantas sin contaminar ni dañar el suelo de nuestro huerto.
· Despunte
de las tomateras, las tomateras plantadas a plena tierra con anterioridad,
precisarán tareas de despunte de los brotes laterales o secundarios y de atados
regulares a los tutores, a fin de que el enorme peso de las matas, o vientos
fuertes, no las doblen o las rompan.
El despunte de brotes consiste en quitar los "chupones", que son brotes axilares de la planta.
Con la llegada de la primavera aumentan las horas de luz y las temperaturas, pero todavía seguimos teniendo días lluviosos y esto se convierte en un caldo de cultivo excepcional para el desarrollo de algunas plagas y enfermedades.
Una plaga muy común en primavera y verano es la del pulgón, así que deberemos de estar atentos y poner los remedios para su prevención. En cuanto a las enfermedades, los hongos son muy comunes en esta época del año, aquí os dejo algunos remedios ecológicos para enfermedades por hongos.
Como he dicho anteriormente, si la primavera es lluviosa y cálida, probablemente tengamos problemas de hongos como los oídios o el mildiu en hojas y tallos. Para su prevención o tratamiento normalmente usamos los preparados de cobre o azufre, pero tenemos una alternativa mucho más natural, saludable y ecológica, consistente en diluir un yogur natural por litro de agua y mojar bien con esta dilución las hojas y tallos de nuestras plantas cultivadas.
El ácido láctico de yogur diluido al 5% en agua es un fungicida tan eficaz como los fungicidas químico-sintéticos, al tiempo que sirve de magnífico abono foliar que aporta vigor, verdor y exuberancia a nuestras plantas. Podemos repetir el tratamiento una vez por semana o cada quince días.
Si detectamos la presencia de babosas que devoran las partes más tiernas de lechugas o se comen las plantitas que sembramos justo cuando emergen de la tierra, podemos distribuir unos platitos con un dedo de cerveza en su interior añadiendo además un poquito de azúcar. Las babosas por la noche suelen ir de botellón y terminarán ahogadas dentro del platito de cerveza.
Otro de los problemas típicos de la primavera es la proliferación de pulgones o mosca blanca y aquí de nuevo recurriremos a uno de los remedios caseros más eficaces, consistente en triturar en un litro de agua con el túrmix: tres dientes de ajo, dos guindillas y un trocito de aloe vera o una rama de albahaca. Una vez triturado lo dejaremos macerar de cinco a diez minutos, lo colaremos bien y lo pulverizaremos sobre las plantas más sensibles mojándolas bien, especialmente en las zonas de los brotes más tiernos.
❀ En conclusión, estas son algunas de las tareas que deberemos de realizar, durante el mes de Mayo, en nuestro huerto:
· Inicio pleno de la temporada de crecimiento: Mayo marca el comienzo del desarrollo activo de muchas plantas. Se observa un crecimiento vigoroso en cultivos como tomates, pimientos, calabacines y hortalizas de hoja.
· Éxito en la siembra directa y trasplantes: Las temperaturas más cálidas permiten realizar siembras directas al suelo y trasplantes de plántulas con bajo riesgo de heladas, lo que favorece una buena adaptación.
· Necesidad de control constante de malas hierbas: Las lluvias de primavera y el aumento de temperatura favorecen el crecimiento de malezas, lo que obliga a intensificar labores de deshierbe para evitar competencia con los cultivos.
· Primeras plagas y enfermedades: Aparecen las primeras plagas (como pulgones, mosca blanca, ácaros y orugas) y enfermedades fúngicas debido a la humedad. Es fundamental aplicar medidas preventivas (rotación, asociaciones, tratamientos naturales).
· Riego más frecuente: Con el aumento de las temperaturas, el riego se vuelve más necesario. Se valora la implementación de sistemas eficientes como el riego por goteo.
· Oportunidad para el abonado: Es un momento ideal para aportar compost o abono orgánico, ya que las plantas están en pleno desarrollo y requieren más nutrientes.
· Primeras recolecciones de primavera: Se pueden empezar a recolectar lechugas, rúcula, espinacas, rábanos y algunas hierbas como perejil o cebollino, lo que motiva y recompensa el trabajo del huerto.
· Mantenimiento y tutorado: Se colocan tutores en cultivos que lo necesitan (tomates, judías, pepinos) para asegurar su crecimiento vertical y evitar enfermedades por contacto con el suelo.
❀ Recomendaciones para junio:
· Continuar con el riego constante, controlar plagas con métodos naturales, y comenzar el entutorado de nuevas plantas de verano.
· Seguir
cosechando hojas y hortalizas de ciclo corto.
Frase del día:
“ Lo
mejor es salir de la vida como de una fiesta, ni sediento ni bebido.” Aristóteles (384 a.c. - 322 a.c.) Filósofo
griego.