domingo, 2 de marzo de 2025

El Huerto en Febrero

Febrero marca el inicio de la temporada de siembra en el huerto. Descubre qué hortalizas sembrar o plantar, las tareas esenciales del mes y cómo preparar el suelo para una buena cosecha.

Febrero es un mes inestable meteorológicamente hablando. Aunque los días se vayan haciendo más largos, todavía tenemos bajas temperaturas con posibilidad de heladas.

En febrero deberemos de comenzar los preparativos para el huerto de primavera-verano, por lo que es un mes muy importante. Empezaremos con los semilleros, y podemos hacer también trasplantes de muchos vegetales de hoja, plantar cebolla temprana o empezar a preparar la tierra para la primavera.

A pesar del frío presente aún en muchas regiones, la planificación y el trabajo en esta época del año son esenciales para asegurar una buena cosecha más tarde en primavera y verano.

Hablamos mucho sobre “sembrar y plantar” pero, ¿sabemos con precisión el significado de estas palabras y cuando aplicar cada una de ellas?

La diferencia existente entre estas dos palabras es sencilla, ya que al sembrar comenzamos la vida de una planta desde su semilla. Esto conlleva toda una serie de cuidados iniciales, ya que en ese momento la semilla todavía no está activa. Requiere sacar sus raíces para comenzar su vida como planta.

En cambio, el plantar es colocar una planta ya crecida, hasta cierto punto, en el suelo y hacerla crecer. Esto puede ahorrar mucho tiempo y recursos, ya que no estamos comenzando desde cero.

Por lo tanto, si bien ambos se encuentran orientados a tener una nueva planta, el inicio es totalmente distinto. Mientras que en uno vas comenzando desde cero, al plantar ya tomas una a medio crecimiento.

Ninguna opción es abiertamente mejor que la otra, si analizamos bien la diferencia entre sembrar y plantar nos daremos que cada una tiene sus ventajas y desventajas. Por lo que cada uno deberemos elegir de acuerdo a nuestros intereses tanto económicos como de trabajo.

A continuación vamos a ver las tareas imprescindibles para mantener el huerto en óptimas condiciones, así como que plantar o sembrar en este mes.

Es de vital importancia el acondicionamiento del suelo antes de nuevas siembras, algunas acciones que debemos tener en cuenta y efectuar son:

Huerto labrado el 17 de febrero.

·      Remover la tierra y airearla con una azada, rastrillo o moto azada.

·      Incorporar compost o estiércol bien descompuesto para mejorar la fertilidad. Remover el suelo e incorporar estiércol aumentará la productividad de nuestro huerto.

·      Protección contra el frío, las bajas temperaturas pueden dañar los cultivos, por lo que es muy recomendable la protección con mantillo.

·      Usar túneles de plástico o mantas térmicas en los cultivos más sensibles.

·    Colocar botellas de plástico cortadas como mini invernaderos individuales para algunas plantas.

·   Febrero es un mes ideal para podar ciertos árboles frutales en reposo vegetativo, como manzanos y perales, cerezos, ciruelos, viñas o parras. La poda ayuda a mejorar la producción y la salud del árbol.

·      Control de plagas y enfermedades. Aunque el frío mantiene a raya muchas plagas, algunas pueden persistir.

·      Revisaremos la presencia de huevos de insectos en hojas y ramas.

·    Aplicaremos tratamientos preventivos ecológicos como aceite de Neem o jabón potásico.

·   Eliminaremos restos de cultivos anteriores para evitar la proliferación de hongos y plagas.

·      Es buen momento para diseñar la distribución del huerto y aplicar la rotación de cultivos, lo que ayudará a prevenir el agotamiento de la tierra y reducir el riesgo de enfermedades.

Ajos, ajos tiernos y cebollas, plantado el 20/12/24

En cuanto a posibles plantaciones en este mes de febrero, la elección de los cultivos dependerá del clima de la zona en la que nos encontremos, pero en general, febrero es un buen momento para sembrar:

·      Preparación de los semilleros, si se trata de una zona fría, es recomendable comenzar la siembra en semilleros protegidos o en pequeños invernaderos, en muchos casos se pueden hacer caseros. Algunas hortalizas ideales para esta modalidad son:

·    Tomates: necesitan temperaturas cálidas para germinar, por lo que un semillero en interior será lo recomendable.

·  Pimientos: al igual que los tomates, requieren calor para óptimo crecimiento.

·      Berenjenas: para su germinación, necesitan una temperatura constante.

·      Lechugas: se pueden sembrar en semillero y trasplantar más adelante.

·      Cebollas: ideales para iniciar en semillero y trasplantar en primavera.

·      En climas más templados o con la protección adecuada, se pueden sembrar directamente en la tierra algunas hortalizas resistentes al frío, tales como:

·      Ajos: febrero es uno de los últimos meses para plantarlos si no se hizo anteriormente.

·      Guisantes: resisten bien las bajas temperaturas y pueden sembrarse sin problemas.

·      Habas: son cultivos rústicos que soportan bien el frío, aunque su fecha ideal de siembra es enero pueden ponerse en febrero, en climas mediterráneos se suelen plantar a finales de septiembre.

·    Rábanos: de crecimiento rápido, se pueden sembrar y cosechar en pocas semanas.

·      Zanahorias: germinan mejor en suelos sueltos y bien preparados.

·      Espinacas: una opción resistente al frío y con una producción rápida.

¿Comprar las plántulas o efectuar nuestros propios semilleros?

Habas el 8 de febrero.

La decisión entre comprar plántulas o hacer nuestros propios semilleros depende de varios factores, como el tiempo, el espacio disponible, el presupuesto y la experiencia en horticultura. A continuación menciono algunas ventajas y desventajas de cada opción para que elijas la mejor según tus necesidades:

Comprar las plántulas:

 Ventajas:

·      Ahorra tiempo, ya que las plantas ya han germinado y están listas para trasplantar.

·      Reduce el riesgo de errores en la germinación y el cuidado inicial.

·      Mayor tasa de éxito, especialmente para principiantes.

   Desventajas:

·      Puede ser más costoso que hacer el semillero en casa.

·      Menor variedad de especies disponibles.

·      Riesgo de traer plagas o enfermedades de viveros o tiendas.

Hacer semilleros propios:

 Ventajas:

·      Más económico a largo plazo, especialmente si se cultivan muchas plantas.

·      Mayor variedad de semillas disponibles, permitiendo elegir cultivos específicos.

·      Posibilidad de controlar todo el proceso de crecimiento desde el inicio. 

   Desventajas:

·      Requiere tiempo y paciencia, ya que la germinación puede tardar semanas.

·      Necesita espacio adecuado con luz y temperatura controlada.

·      Mayor riesgo de errores (mal manejo de humedad, hongos, mala germinación).

Preparar los semilleros o almácigos no es tarea fácil y requiere de conocimiento y de la puesta en práctica de algunos trucos que l@s hortelan@s vamos aprendido con la experiencia y por la lectura de libros que son necesarios para iniciarse en la horticultura ecológica u orgánica.

Con los semilleros protegidos podemos empezar a sembrar varias semanas antes y adelantar las cosechas para que éstas vayan siendo paulatinas y escalonadas.

Si te decantas por efectuar tus propios semilleros presta atención a la preparación de los mismos, en estos aspectos sobre todo:

·   Calidad de las semillas: Las semillas no germinan. En ocasiones las semillas no germinan y esto puede deberse a que las semillas son obtenidas de frutos híbridos y por lo tanto no germinarán. Para asegurarte que empiezas tu huerto con buen pie, consigue semillas ecológicas. Las puedes obtener directamente de los frutos ecológicos que consumas, como en el caso de tomates, limones, pimientos, ajos, etc.

·      Ojo con el riego: Nos sentimos generosos y creemos que el agua es buena para las semillas…. pero no es así. Si bien es cierto que las semillas deben estar en condiciones altas de humedad y oscuridad para su germinación, el exceso de agua las mata.

Lo mismo ocurre con las plántulas. En ocasiones hemos pasado con éxito la primera etapa de germinación, ya han brotado las semillas y está creciendo la plántula. Es entonces cuando pensamos que va a necesitar mucha agua y empezamos a regar todos los días. A los pocos días las plántulas mueren.

Las semillas tienen  suficiente humedad si las regamos una vez cuando las sembramos y las pulverizamos una vez al día, dos en caso de que haga calor y las temperaturas sean altas. Otra opción muy buena es poner una bandeja con agua debajo de los semilleros y ésta mantendrá la humedad del sustrato y se irá absorbiendo poco a poco por las plántulas según la van necesitando.

Puerros plantados el 20 de enero.

·    Cuidado con el moho: Se diferencia perfectamente, esa capa fina de pelitos blancos sobre el sustrato que empieza a extenderse por todos los semilleros. Es inconfundible. El moho crece libremente sobre los sustratos con exceso de agua y en zonas con poca ventilación.

Para evitar este problema tan común iremos a la raíz: el exceso de agua. Riégalo como he indicado en el punto anterior.

Además, asegúrate de que los semilleros o almácigos están situados en una zona donde el aire circula y hay buena ventilación. Deja espacio entre los semilleros y no los amontones todos en pequeños espacios, esto favorece la aparición de moho.

·      Profundidad y temperatura: Dos factores que son muy importantes y que debemos controlar a la hora de favorecer la germinación de las semillas son la profundidad a la que sembramos y la temperatura a la que mantenemos la tierra de los semilleros o planteles.

La profundidad idónea a la que debemos enterrar las semillas debe de ser, como máximo, 2-3 veces el tamaño de la semilla. Esto es muy importante, ya que si la enterramos mucho, la semilla «gastará» todas sus reservas antes de alcanzar la luz que necesita para desarrollar las primeras hojas, que serán las que permitan iniciar la fotosíntesis.

En cuanto a la temperatura del sustrato, en general, las semillas tienen mayor éxito de germinación cuando el sustrato se mantiene a una temperatura constante que no baje de los 15 ºC.

·   Las plagas: Además de que los semilleros puedan ser víctima de enfermedades causadas por hongos, también se pueden ver afectados por plagas.

En el momento que veamos que en alguno de los semilleros hay plagas, procederemos a retirarlo de los demás, aislándolo para que las plagas no proliferen en otras plantas.

En los casos de las plántulas, es común encontrar a la mosca del mantillo, araña roja, pulgón y caracoles y babosas.

Cuando empiecen a salir las plantitas, si hemos puesto más de una semilla, habrá que hacer un aclareo, que consiste en quitar el exceso de plantas en el semillero, para que tengan el espacio necesario para desarrollarse. Dejaremos solo una por semillero.

Por último, cuando empiezan a desarrollarse las plántulas, éstas necesitarán luz para desarrollarse correctamente. En este momento prestaremos atención para que las plantas no se “ahílen”.

El Huerto el día 17 de febrero.

Además, febrero es el mes ideal para la poda de árboles frutales ya que los brotes empezarán a salir con fuerza cuando llegue la primavera.

La poda debe realizarse para dar forma al árbol, evitar ramas cruzadas y aumentar así su producción.

Conclusión: Si tienes poco tiempo y prefieres facilidad, comprar plántulas es la mejor opción. Pero si quieres experimentar, ahorrar dinero a largo plazo y tener más control sobre tus cultivos, hacer tus propios semilleros es una gran alternativa, además de dar continuidad a esas semillas que atesoras.

Frase del día:

Nada es suficiente para el hombre para quien lo suficiente es poco.”

jueves, 13 de febrero de 2025

El secreto de los Tomates

El secreto de los tomates con más sabor está en el interior: esta es la razón por la que algunos están mucho más ricos. Más allá de variedades específicas y de su punto de maduración, la morfología interna del tomate tiene la clave.

Puede que tengan un color rojo brillante y una forma casi perfecta pero, la mayoría de las veces, los tomates que compramos no tienen gusto a nada.

Todos queremos tomates que sepan a tomate, que inunden nuestras fosas nasales con su aroma a tomatera al cortarlos y que sean una explosión de jugos intensos, frescos y dulces, con su punto de acidez agradable, al morderlos.

 

Cosecha de un día de agosto en el huerto.

El sabor, básicamente se reduce a solo tres cosas: azúcar, ácidos y volátiles aromáticos. A algunas personas les gustan los tomates mucho más dulces, mientras que a otras les gustan menos dulces; ninguna variedad de tomate será nunca un tomate "perfecto" para todos.

Cuenta la historia que “Unas semillas de tomate cultivadas a la intemperie, con aguas muy saladas hicieron nacer un fruto muy sabroso, eso sí, terriblemente caro, me refiero al tomate Raf. Cuando quisieron ser competitivos en precios, el tomate Raf se echó a perder.” Conocido por todos es el dicho de que “No hay duros a pesetas, ni tomates ricos a un euro.”

Aunque el sabor es algo subjetivo, en lo que sí parece que estamos todos de acuerdo es que el dulzor es imprescindible para que un tomate nos guste.

Es cierto que los tomates más ricos normalmente emiten aroma a tomatera ya con solo cogerlos o incluso desde el lineal de la frutería, y es importante saber qué variedad elegir en función del uso que queramos darle. No es lo mismo un tomate para hacer salsa de tomate que para preparar una ensalada de tomate en crudo.

El tomate pasó a ser algo colorido y soso que, generalmente, adorna las ensaladas. Un equipo de investigadores tras secuenciar el genoma de cerca de 400 variedades de tomates, lograron identificar 13 compuestos volátiles que inciden en el olfato y en la percepción del sabor. Es fácil hacer un tomate resistente o más rojo, pero identificar los genes del sabor no.

Tomate “Cor de bou” híbrido

Tomate “Optima”

El sabor de la fresa o del plátano depende de uno o dos compuestos, así que con 1 o 2 genes importantes podemos mantener un buen sabor en estas frutas. En el sabor del tomate intervienen ácidos y azúcares, que notamos en la lengua, y entre 20-30 compuestos volátiles que percibimos en la zona retronasal. De los cuales estos 13 compuestos son precisamente los que han desaparecido de las variedades modernas que influyen y potencian sabor y olor.

Introdujeron genes de resistencia a enfermedades presentes en las variedades tradicionales, mediante una estrategia de mejora clásica, retrocruzando las variedades que gustaban y descartando aquello que no interesaba.

La implementación de estas mejoras dio como resultado tomates más resistentes a las plagas, coloridos, de tamaño homogéneo y firmes para resistir el transporte y el almacenamiento, así como de una mayor productividad, aunque es conocido por todos que la productividad y el sabor siempre van en direcciones contrarias.

Todo esto motivó unos efectos colaterales derivando en la pérdida de sabor. Cabe mencionar que existen otros factores que influyen también en el sabor de los tomates, como por ejemplo el hecho de que, normalmente, se retiran de la mata antes de madurar completamente y se someten a procesos logísticos en frio lo cual afecta a su sabor natural.

Por lo general, la piel del tomate es fina y delicada, lo que permite una explosión de sabor en cada bocado. Esta suavidad contrasta perfectamente con la pulpa más densa y jugosa del interior. Cuando muerdes un tomate maduro, la piel se rompe suavemente, dejando escapar los jugos que se han acumulado en el interior, creando una sensación de frescura e hidratación.

El cuerpo del tomate está formado por una pulpa densa y gelatinosa, llena de pequeñas y jugosas semillas de tomate. Esta carne es lo que realmente aporta el sabor característico del tomate.

La textura jugosa se puede disfrutar de diversas maneras: en crudo, en salsas, cocinada o incluso deshidratada. Cuando se cocina, la pulpa del tomate se deshace y espesa, aportando una consistencia rica e intensa a platos como guisos, salsas y pizzas.

Las semillas del tomate son pequeñas, pero juegan un papel importante en su textura. Están rodeadas de un gel que añade una dimensión única a la experiencia de comer tomate. Este gel es lo que hace que el tomate sea tan húmedo y sabroso. Cuando se mastica, las semillas estallan y liberan su sabor, complementando la dulzura de la pulpa.

Consejos de experto para conocer los buenos tomates:

·      Cuanto más pequeño sea el tomate, más fácil que sea dulce. Hay que elegir siempre los más pequeños dentro de la variedad que estemos viendo.

·      “Colorado” El color rojo indica que lleva los genes relacionados con el mejor sabor, y además que probablemente ha madurado más tiempo en la planta. Nada de tomates blanquecinos, ni anaranjados.

·      Que no sean muy duros, es muy difícil que un tomate duro tenga buen sabor.

·      Intentar asegurar que sea un tomate de producción local.

No obstante, todo esto no es crucial, yo pienso que para que un tomate sea bueno, ha de tener buena genética y que existen esperanzas para el tomate, ya que se está corrigiendo lo que, a lo largo del último medio siglo, se estropeó guiándose por el sabor.

CURIOSIDADES:

 Algunos agricultores están adoptando métodos sostenibles para proteger sus cultivos. Un "enfoque innovador" es el uso de perdices rojas como aliadas en el control de plagas, especialmente en los invernaderos de  tomates. Sin embargo, este animal está incluido en la lista de especies casi amenazadas.

Este método se ha demostrado útil para combatir la tuta, conocida como la polilla del  tomate. Este lepidóptero causa graves daños en los cultivos al debilitar las plantas y provocar la pudrición de los frutos. 

Además de controlar la tuta, estas aves también ayudan a combatir las plagas de trips, pequeños insectos alargados que se alimentan de la savia de las plantas. Estos pueden generar manchas blanquecinas en las hojas y deformaciones en los frutos, afectando la calidad de los cultivos.

Frase del día:

Retírate dentro de ti mismo, sobre todo cuando necesites compañía.” Epicuro (341 a.c. – 270 a.c.) Filósofo griego.

viernes, 24 de enero de 2025

El Romero, la hierba sagrada

Esta planta, cuyo nombre científico es Rosmarinus officinalis deriva del latín “ros” y “marinus” que significa “rocío marino” o “rocío del mar”, es una de las aromáticas más utilizadas en el mundo, crece en toda la Península y está presente en multitud de platos tradicionales.

El romero, es una planta mediterránea conocida por su extrema rusticidad. Puede soportar altas exposiciones al sol, sequías prolongadas, incluso, temperaturas tan bajas como -20ºC.

El exceso de humedad, ya sea por riego excesivo o por estar ubicada en zonas con lluvias constantes, es muy perjudicial para la planta. Puede provocar la aparición de hongos que acaben secándola complemente.

El romero es un arbusto perenne que puede alcanzar más del metro de altura y que posee muchas hojas finas y flores que presentan tonalidades desde blanquecinas a azuladas y rosáceas. Ofrece un sabor fuerte, con aromas a pino, nuez moscada y lavanda y es una de las hierbas aromáticas más usadas tanto en la medicina tradicional como en la cocina española, específicamente, la murciana, donde es asociada a la carne de conejo y a los arroces de campo.

El romero siempre ha sido una planta cargada de simbolismo. Estaba consagrado a Afrodita, la diosa del amor y en las bodas simbolizaba la fidelidad en la pareja.  En Roma se quemaba mediante rituales mágicos para la purificación del hogar. Hoy, en la agricultura, se usa como un repelente natural distribuyéndose en setos que cercan los cultivos evitando la acción de insectos y orugas.

Para la medicina tradicional, el romero tiene propiedades estimulantes, depurativas, y antioxidantes. Se toma en infusión como remedio para los problemas digestivos, así como para desinfectar heridas y tratar aguas contaminadas. Y es que uno de nuestros arbustos más significativos es toda una farmacia natural.

Pero además de la cocina y la medicina, hay otros usos del romero entre los que cabe destacar:

·     Ambientador: Basta con colgar unas pocas ramas, a ser posible en flor, para que su aroma penetre toda la casa. También funciona como ahuyentador de insectos.

·      Planta ornamental: Además de ser muy bonita, se mantiene verde todo el año y es un arbusto que no requiere mucho cuidado.

·      Purificador de agua: Desde hace milenios en el Mediterráneo se usaba el hervir agua con un puñado de romero para purificarla, de esta forma la acción antibacteriana de esta planta era usada para bajar la carga bacteriológica del agua.

Por su origen en climas mediterráneos el romero requiere ambientes con mucho sol y poco agua, y una vez establecida la planta es tolerante a la sequia. Es importante que el agua pueda drenar por completo para evitar que se acumule a su alrededor y se pudran las raíces. Aún así, si tu romero está en un suelo con buen drenaje, excederse con el riego también le provocará estrés por exceso de humedad. Si el romero se seca por debajo, es probable que sea a causa de un exceso de riego que haya propiciado la pudrición de las raíces o el ataque de los hongos.

Si este es el caso, deja que la tierra se seque por completo antes de volver a regarlo, especialmente si sucede durante los meses fríos.

Si bien el romero no necesita ser podado, si está muy tupido la humedad puede quedar estancada ahí. En ese caso, lo ideal será que despejes un poco sus hojas.

Entender los factores que afectan en esta planta es fundamental para identificar las causas específicas del problema de nuestros ejemplares.

Si te preguntas cómo rescatar una planta que se está secando, lo principal será identificar la causa que está provocando que tu romero no se encuentre en buenas condiciones.

Algunas de las razones por las que nuestra planta de romero se seca pueden ser:

·      Lo primero es, si se trata de romero en maceta, moverlo a una ubicación lo más iluminada posible, preferiblemente en exterior. La incidencia de la luz debe de ser directa, sin tamizar por cortinas ni otros obstáculos.

·      Una mala ubicación: La principal causa de que las plantas de romero se sequen es elegir una ubicación inapropiada para cultivarlas. El romero es una planta que debe estar al exterior, al aire libre, no en interiores ya que requiere mucha luz para crecer correctamente. Lo mismo ocurre con el tomillo, la salvia o la ruda. A estas plantas mediterráneas y muy áridas lo que les ocurriría dentro de casa es que tendrían un crecimiento ahilado, con ramas muy largas. Para que crezcan robustas, necesitan estar en el exterior.

·       Exceso de humedad: Una de las principales señales que nos indica que la planta se está secando y que necesita nuestra atención es cuando su aspecto cambia a marrón, esto puede ser causa de que la tierra está demasiado fría o demasiado caliente. En caso de que la planta de romero esté seca por estar a una temperatura muy alta, la mejor opción para recuperarla es llevarla a una zona más fresca donde tenga la posibilidad de volver a crecer.

Para evitar que el romero cambie su aspecto negativamente, hay que tener en cuenta una serie de cuidados especiales, además de los que se mencionaron anteriormente.

Si se comprueba que la tierra en la que se encuentra no está ni muy caliente ni muy fría y tampoco demasiado húmeda, esto podría ser señal de que la planta ya es vieja o no fue tratada correctamente antes de comprarla y es demasiado tarde para recuperarla.

Además de la luz y la temperatura, también es indispensable tener presente que, pese a que el romero puede tolerar suelos pobres, prospera mejor con tierra de tipo arenoso o en una maceta de terracota sin vidriar que ayuda a que el exceso de humedad pueda evaporarse. 

CURIOSIDADES:   Reproducción del Romero

Pocas personas saben que es posible reproducir romero partiendo solo de una ramita, para tener una planta nueva y exuberante. Si no quieres comprar una planta de romero y quieres intentar obtenerlo de una ramita, sigue los pasos que indico a continuación.

Las hierbas aromáticas como el romero se pueden reproducir por esquejes, es decir, a través de un fragmento del tallo de una planta que esté sana, fuerte y mida, al menos, unos 15 centímetros.

El procedimiento es muy sencillo y actuaremos de la siguiente manera:

·      Cortaremos la ramita en diagonal dejándola reposar durante un día.

·      Al día siguiente quitaremos las hojas de la mitad de la rama hacia abajo.

·      En un recipiente de vidrio verteremos agua y colocaremos la ramita, con la parte cortada abajo.

·      Colocaremos el recipiente cerca de una ventana lejos de corrientes de aire frío.

·      A medida que vaya creciendo, el agua se evaporará, por lo que deberemos agregar más agua a temperatura ambiente y poco a poco.

·    Después de aproximadamente una semana, los primeros brotes comenzarán a formarse a partir de la ramita.

·     Al cabo de un mes también habrán aparecido las primeras raíces: ha llegado el momento de plantar el romero a la tierra.

·      Elige una maceta de 15 centímetros de profundidad, llénala con un poquito de tierra y compost, haz un agujero en el centro e introduce la ramita. No olvides regarla cada cierto tiempo, sobre todo en los primeros días.

Intenta hacer el proceso, siguiendo los pasos, y podrás tener siempre a mano una planta maravillosa y frondosa.

En conclusión, tener una planta de romero puede ser una adición valiosa para tu hogar, tanto por su funcionalidad como por su estética. El romero es una planta multifuncional con aplicaciones en la medicina, la gastronomía, el bienestar emocional y el cuidado personal. Su facilidad de cultivo y sus múltiples beneficios la convierten en una planta valiosa y práctica en diversos contextos.

Frase del día:

Lo que importa, no es lo que te ocurre sino cómo reaccionas.” Epíteto