viernes, 20 de septiembre de 2019

Como cultivar las Habas

“Vicia faba, el haba, vocablo usado también para sus frutos y semillas, es una especie de planta herbácea anual del género Vicia de la familia Fabaceae. Se cultiva desde tiempos inmemoriales para alimentación humana y animal.”
 
Son originarias, como cultivo, del Oriente Próximo, extendiéndose pronto por toda la cuenca mediterránea, casi desde el mismo comienzo de la agricultura. Los romanos fueron los que seleccionaron el tipo de haba de grano grande y aplanado que es el que actualmente se emplea para consumo en verde, extendiéndose a través de la Ruta de la Seda hasta China, e introducido en América, tras el descubrimiento del Nuevo Mundo. Pincha sobre este enlace si quieres conocer algo más sobre el cultivo de las Habas.
   
En zonas templadas, por lo general, se suelen plantar a comienzos del otoño. Es un cultivo resistente al frío, aunque las heladas pueden afectar a las flores y vainas. La temperatura mínima de supervivencia es de -10º. Por otra parte, es un cultivo muy sensible a las altas temperaturas. Por eso los otoños e inviernos cálidos no son muy buenos para su desarrollo.
 
Plantación de habas de este año. 
  
Existe una gran variedad de semillas de haba, entre las que destacaremos:
  
·      Aguadulce o Sevillana: Es una variedad precoz. Sus matas alcanzan una altura de 80 a 100 cm, tendencia al ahijamiento.
Tallos robustos y sin ramificaciones. Las hojas tienen los foliolos de color verde-grisáceo en el envés.
  
Vainas grandes, hasta de unos 30 cm de longitud, muy colgantes. El número de granos por vaina es de 5 a 9. Su ciclo vegetativo está entre los 200-220 días.
  
 
·   Granadina: destinada al consumo en verde y también para grano. De semillas bastante grandes y coloración clara. Es de producción más limitada que el resto de las cultivadas en España, pero es la que mejor resiste el frío.
  
 
·      Mahón blanca y morada: es más resistente a la sequía, pero más sensible al frío. Se destina tanto para consumo humano como para el ganado. 
  
En buenas condiciones de humedad y suelo alcanzan un porte de hasta 110 cm de altura. Tiene poca tendencia al ahijamiento.
Vainas semi-erguidas, estrechas y con 5-6 granos.
  
  
·      Muchamiel: es la variedad que más se cultiva en la zona mediterránea. Procede de Alicante. Variedad precoz destinada a verdeo. 
  
Plantas de porte alto, con flores blancas y con una mancha negra. Vainas no muy largas entre 15-20 cm. El número de granos por vaina es de 3-7. 
  
En Muchamiel (Alicante), también se las conoce como “cuarentenas”, ya que sembradas a mediados de septiembre y transcurridos cuarenta días están aptas para el consumo.
   

Plantero inicial
Plantero a los 7 días
 
 
·      Reina Mora: Variedad muy precoz, tiene un ciclo muy corto, óptima para zonas frías o bien siembras tardías. Vainas de unos 25 cm con 6-7 habas. El haba, una vez se ha secado es de un color violeta brillante.
  
Planta vigorosa, muy productiva, con vainas de 25-35 cm conteniendo 6-7 granos. Variedad de ciclo precoz. Los granos al secarse son de color morado y de tamaño medio.
  
Siembra: De Octubre-Noviembre pudiéndose sembrar hasta febrero según zonas.
  
Cosecha: a partir de 3/4 meses.
  
Germinación: 10/12 días.
  
Las habas es aconsejable plantarlas directamente en el lugar donde crecerán. Antes de la plantación deberemos de poner las habas “en remojo” durante un período prolongado de tiempo, de 12 a 15 horas, con el fin de que se reblandezcan y propicien su germinación.
  
La planta de las habas puede crecer en cualquier tipo de suelo aplicándole compost, aunque prefiere suelos arcillosos. Por otra parte, la ceniza de madera mezclada con la tierra es una excelente idea para cultivar habas, dado que esta contiene una buena cantidad de potasio. 
  
Marco de plantación de las habas. 
  
Para proceder con la plantación lo haremos en líneas de surcos separados entre sí de 60 a 80 centímetros, espaciando las semillas entre sí de 30 a 50 centímetros. Los granos deberán quedar enterrados de 3 a 5 centímetros, teniendo en cuenta que la parte negra del mismo este posicionada hacia abajo. Las semillas de habas pueden mantener su poder germinativo durante 4 ó 5 años. Tras la siembra germinará en unos 10 días, aproximadamente.
  
Este año me he decantado por la siembra de las variedades Reina Mora y Muchamiel.
  

 
A la hora de la plantación considerad que a mayor separación entre filas, mejor aireación y menos riesgo de problemas criptogámicos, así mismo procuraremos evitar una excesiva densidad de plantas.
  
Cuando la planta tiene unos 15 cm de altura le gusta que le aportemos tierra sobre el tallo, lo que le da más resistencia a la planta ya que sus tallos son algo quebradizos. Además, este “recalce” o “aporcado” aportará humedad al sistema radicular.
  
En algunas zonas se practica el despuntado de las ramas a partir de la sexta o séptima flor. Esta poda provoca un aumento del tamaño de las vainas y a la vez dificulta el desarrollo del pulgón negro.
  
Las habas precisan sol para crecer, pero no en exceso, por lo que prefieren tener un poco de sombra durante el día. Asimismo, no tolera el calor excesivo y la temperatura ideal para su desarrollo oscila sobre los 20° C. 
  
Crecen de forma óptima con niveles de humedad constantes. En floración debemos moderar el aporte de agua, pues el exceso de esta provoca la caída de la flor. Es más importante conservar la humedad en la tierra que regar.
  
Por lo tanto, bastará con regar dos o tres veces a la semana. En este tipo de cultivo es ideal utilizar el riego por goteo. 
  
La vaina de las habas es perfectamente comestible, pero lo realmente delicioso es su semilla. Si vas a dejar secar las vainas, puedes retirarles las habas secas y guardarlas para ser consumidas posteriormente.
  
El tiempo de espera para la recolección del haba puede oscilar entre los 90 y 120 días desde su siembra.
  
En cuanto a las plagas y virus que pueden atacar al cultivo de nuestras habas, podemos destacar:
  
Pulgón: una de las enfermedades y causas parasitarias más habituales de los cultivos de habas es el pulgón, o también llamado pulgón negro del haba, que segrega una sustancia que interfiere en el desarrollo de la planta, sobre él  actuaremos de inmediato una vez que veamos los primeros síntomas. 
  
Existen varios métodos ecológicos que lo controlan bastante bien, entre ellos: el jabón de potasa, los preparados con ajo cebolla y guindilla (Ya conocemos la eficacia del ajo como repelente natural, pero si además lo mezclamos con guindillas y cebolla, obtendremos un insecticida natural muy potente contra pulgones, arañas rojas y moscas blancas. Para su elaboración procederemos de la siguiente forma: 
  
·   Trituraremos 1 cabeza de ajo, dos cebollas y tres guindillas, todas con su piel, y lo mezclaremos con un buen vaso de agua fría. Después de reposar toda la noche, lo filtraremos y diluiremos en 4 litros de agua. Repetiremos la aplicación cada diez días por tres veces.
  
Mildiu: se inicia con unas manchas amarillentas en los márgenes de las hojas, que se van extendiendo y finalmente producen el amarronamiento y la sequedad de las zonas afectadas. Este es un hongo relacionado con el exceso de humedad y el riego.
Para evitar que aparezca, deberás regar solamente cuando el suelo comience a secarse. De esta manera, evitarás los encharcamientos. Otro consejo, es regar el sustrato directamente y no cometer el error de regar desde arriba cubriendo por completo la planta. Produce decoloración en los márgenes de las hojas, como tratamiento preventivo se pulverizará con oxicloruro de cobre.
La Roya: otra enfermedad que suele aparecer es la roya, ataca a la parte aérea de la planta, tronco y hojas dejando un aspecto herrumbroso, se previne con cobre y azufre.  
Botrytis: sobre las hojas los síntomas varían desde pequeños puntos de color marrón-rojizo a manchas circulares con el margen marrón rojizo y el centro de color café claro. En condiciones óptimas de temperatura (18-20ºC) y humedad (90-100%) la infección resulta muy agresiva. Se trata con Botrifun y como control no ecológico aplicarle en fumigación Captan.
  
Caracoles y Babosas: Producen daños en las hojas, especial atención tras la germinación y el trasplante ya que pueden acabar con la planta.
  
Las plantas de habas no precisan soportes para crecer, pero si hay demasiado viento, es aconsejable colocar algún medio que impida que estas sean derribadas por el mismo.
  
Es aconsejable sembrar habas en suelos donde se hayan cultivado anteriormente coles, judías, patatas, tomates, etc.
  
El haba tiene varias propiedades medicinales benéficas para el cuerpo humano y la salud. Entre los principales usos para la salud destacan:
  
·      Se cree que ayuda a mejorar los síntomas producidos por la enfermedad del Alzheimer, al contener lecitina y colina.
  
·      Ayuda a reducir el colesterol, al eliminar la grasa que se acumula en las arterias.
  
·      Su contenido en fibra ayuda a regular el tránsito intestinal.
  
·      Es una legumbre con muy poca grasa, por lo que es ideal para bajar de peso.
  
·      Proveen de energía al cuerpo gracias a su contenido de hidratos en carbono y proteínas vegetales.
  
·      Tiene propiedades depurativas que ayudan a limpiar los riñones.
 
Frase del día:
Algunas personas OLVIDAN sin decir adiós y otras DICEN ADIOS sin olvidar.”
 

domingo, 1 de septiembre de 2019

El final del Huerto?

El verano llega a su fin y, en el huerto, las hortalizas y verduras de primavera–verano le acompañan, se han acabado esos días de recolección, pero esto no quiere decir que sea el final de nuestro huerto, llega el momento de dar paso a los cultivos de invierno.
  
Durante el verano hemos estamos muy entretenidos recolectando Tomates, Pimientos, Berenjenas, Calabacines, Judías, Pepinos, Cebollas, Puerros y no nos acordamos que, dentro de poco, vendrán los fríos y con ellos otros cultivos. Es el momento de preparar nuestro huerto para el invierno.
  
El Huerto a primeros de Agosto 
 
Hay quien planta todo para el verano y abandona el Huerto en los meses de invierno, cosa que es, pienso, todo un error. Los meses fríos del año están llenos de sorpresas con productos de estación inmejorables.
  
Cuando ya no vamos a cultivar más las plantas de nuestro huerto, ya sea porque el ciclo productivo de la planta se ha agotado y no produce más, porque el frío acaba con ella o porque decidamos utilizar su espacio para plantar otra cosa, podríamos pensar…. ¿Y ahora, que? ¿Qué podemos hacer cuando el huerto se acaba?
  
El momento en el que el huerto se acaba es relativo, es distinto en cada huerto y depende principalmente de las condiciones de vuestro suelo y clima. Seguro que algún año una flor de pascua os ha durado meses y otro año sólo unas semanas… Pues esto es parecido, aunque siempre hay indicadores que nos muestran que el desastre es inminente tales como que la planta se estanca en su crecimiento o que empieza a ser menos productiva semana a semana.
  
En este momento es aconsejable realizar una serie de tareas, sencillas, para que el espacio mantenga las condiciones idóneas para volver a cultivarse. 
  
Terreno preparado para la siembra de Habas, Berzas y Coliflores.  
 
Lo primero que debemos hacer es acabar con las malas hierbas, probablemente tengamos esta tarea más o menos al día, si hemos estado al tanto del huerto durante sus últimos meses de vida…
   
Las malas hierbas, o los propios restos del cultivo son una fuente de comida y un refugio excelente para las plagas como los pulgones, estos se refugian y ponen sus huevos en el envés de las hojas y los tallos.
   
Una vez eliminadas las malas hierbas, limpiaremos las líneas de plantación, removeremos la tierra… momento en el que aprovecharemos para añadirle un poco de mantillo o sustrato de plantación para enriquecerlo tanto de materia orgánica como de los nutrientes que estos productos llevan consigo.
   
Como siempre, procederemos a arrancar los cultivos de raíz, por lo que efectuaremos esta labor después de que haya llovido o hayamos efectuado un riego, para que el suelo esté algo más suelto y de esta manera extraer las plantas con las raíces.
  
Los Tomates llegan a su fin. 
 
Después de realizar estas labores tendremos una auténtica montaña de restos vegetales tales como raíces, troncos y hojas.
  
Lo más aconsejable es triturar estos restos e incorporarlos a nuestra compostera. Pondremos especial atención en no incluir restos ácidos, como restos de cítricos, que podrían alterar el PH de nuestro compost.
  
Pasados unos meses, estos desechos del huerto se convertirán en un abono estupendo para incorporarlo al terreno y que nuestra próxima plantación crezca más vigorosa y la producción sea más generosa. En próximas entradas trataremos sobre cómo hacer un compost casero.
  
Pérgola de Bachocones. 
 
Después de desmantelar el huerto y eliminar las plantas y las malas hierbas, tras la cosecha de verano, podemos optar por volver a cultivar algunas plantas de otoño-invierno como las coles o repollos, coliflores, ajos, cebollas, puerros, zanahorias, habas… 
  
Revisaremos el calendario de siembras y plantaciones, lo cotejaremos con nuestros gustos personales y elegiremos las hortalizas a sembrar o plantar. Os dejo un enlace a un calendario de plantación de entradas anteriores.
  
Y no olvidemos las Cebollas tiernas. Son variedades que no pican, de buen sabor y gran tamaño, para empezar a recolectar durante el mes de febrero.
  
Por último recordaros que es aconsejable realizar pequeñas plantaciones y repetirlas cada varias semanas para obtener producciones escalonadas.
  
Este año, para tomates tardíos he plantado una variedad especial, en un principio de una calidad, sabor y textura excepcionales, se trata de la variedad “Mar Azul de Granada”, sigue este enlace para conocer algo más a cerca de esta variedad.
  
Su estado es óptimo y, aunque la floración ha sido muy tardía, debido a los fuertes calores sufridos durante este verano, motivado por el pequeño descenso de las temperaturas, ya comienzan a sacar sus primeras flores y frutos.
 
Tomates “Mar Azul”
 
Frase del día:
“Os quiero recordar que cuando os duela mirar hacia atrás y os dé miedo mirar hacia delante, mirar hacia la izquierda o la derecha y allí estaré a vuestro lado.”