sábado, 13 de julio de 2019

Las aromáticas en el Huerto

Disponer de verduras frescas y plantas para condimentar al lado de la cocina no es un privilegio al alcance de unos pocos. Cualquiera, con algo de espacio y con conocimientos básicos, sobre las necesidades específicas de cada planta, puede cultivar con éxito desde unas fragantes hierbas aromáticas en el alféizar de la cocina, hasta algún pequeño árbol frutal o unos arbustos trepando por la pared de la terraza.
 
  
Las hierbas aromáticas, además de adornar la huerta y hacer el trabajo más agradable, algunas flores son también comestibles y adornan en gran medida ensaladas y platos.
  
Asimismo, algunas plantas aromáticas son perennes, como el romero, la lavanda y el ajenjo, y pueden ubicarse en bordes extremos o cercos para que alcancen mayor tamaño y ejerzan el rol de dispersión de entrada de insectos perjudiciales a la huerta.
  
Las aromáticas anuales, que se siembran o plantan todos los años y son de menor porte, como la albahaca, el perejil, o la cebolla y el ajo, se pueden intercalar entre los cultivos.
  
Por eso se hace necesario reservar un pequeño espacio, en nuestro huerto, destinado a las hierbas aromáticas, en este caso trataremos de “la Menta.”
  
  
La menta es una fantástica planta aromática que es muy fácil de cuidar. Pero su crecimiento es tan rápido que se suele tener en rincones muy específicos, e incluso se puede optar por plantarla en el suelo con la misma maceta para, de esta manera, poder tenerla un poco controlada.
  
A pesar de este pequeño inconveniente, es muy interesante preguntarse por qué plantar menta en el huerto, ya que son muchos los beneficios que nos puede traer.
  
La menta es una planta herbácea aromática que pertenece al género botánico Mentha, como la hierbabuena. Las flores se agrupan en inflorescencias terminales que tienen forma de espiga, y son pequeñas de hasta 8mm.
   
La Parra Virgen ya ha colonizado la pared del Huerto.
  
Esta planta atrae a los insectos beneficiosos, como las mariquitas, las cuales se alimentan de pulgones, o las abejas, que polinizan las flores; además repele plagas como la mosca de la zanahoria, hormigas y también a la mariposa de la col al emitir unos compuestos aromáticos que no gustan nada a los mencionados insectos.
  
Para que la menta esté sana y bien cuidada, tan solo hay que ponerla en una zona donde le dé el sol directo o semisombra, y regar a menudo, unas 3-4 veces por semana en verano y algo menos el resto del año. Para controlar su crecimiento hay que recortar sus tallos de forma regular.
  
Durante este mes de Julio, como ya hemos visto en anteriores entradas, nos hemos de preocupar de tres cosas principalmente, el riego, las adventicias y la recolección. Nuestro huerto está a punto, hemos plantado las verduras y hortalizas que vamos a cultivar esta temporada,  nuestra Menta, Hierbabuena, Tomillo, Albahaca, etc., y ahora llegan los calores del verano y el control de los riegos se hace prioritario. En esta época no conviene regar a pleno día con sistemas de aspersión o que mojen las plantas; los sistemas de riego por goteo pueden ser útiles para atemperar el suelo y evitar que se recaliente demasiado.
  
 
Los acolchados siguen siendo la práctica más eficaz y útil en esta época, procuraremos no dejar la tierra expuesta a la radiación solar, que destruiría su vida microbiana, por lo que procuraremos que siempre exista una cobertura vegetal mediante un acolchado.
  
Para una mejor fructificación de las hortalizas, en las zonas frías, podemos recurrir a la poda de las tomateras, los pepinos, los melones, los calabacines, las berenjenas y los pimientos. Es probable que se nos hayan descuidado algunas hierbas en ciertos rincones del huerto. Conviene arrancarlas e incorporarlas al montón de compost antes de que hagan semillas.
   
El Platanero, progresa muy lentamente.
   
Es un buen mes para seleccionar las plantas que dejaremos como portadoras de semillas tomates, berenjenas, pimientos, judías, etc., a las que dispensaremos las máximas atenciones requeridas riegos, aporcados, desparasitado, a fin de obtener semillas de calidad que garanticen futuras cosechas también de calidad y sin problemas.
   
Frase del día:
" SI y NO son palabras cortas, pero fuertes. La mayoría de nuestros problemas es por decir SI demasiado rápido y NO demasiado tarde."

viernes, 5 de julio de 2019

La Recolección

En un huerto no sólo cultivamos nuestras propias verduras y hortalizas además de consumir los productos frescos, sino que vamos a aprender cada día disfrutando, estimulando nuestro sentido de la responsabilidad, paciencia, constancia y, además, teniendo contacto con la naturaleza.
  
Ya hemos preparado la tierra para proceder a la plantación de las verduras y hortalizas que vamos a cultivar, hemos trabajado duramente en el control de las adventicias, hemos visto, día a día, la evolución de nuestro huerto, hemos efectuado los rigurosos riegos que necesitan las plantas para su crecimiento y supervivencia, en fin, hemos procedido con la realización de los numerosos trabajos que conlleva el mantenimiento del huerto, y por fin…, ¡¡¡ Llega el momento de la recolección.!!!
 

Vamos a proceder con la recolección, para ello deberemos de tener en cuenta, la hora del día en que se cosecha y el punto de madurez en que se encuentra la verdura u hortaliza que vamos a recolectar, para que este tenga todas sus propiedades.
   
La hora del día es importante por el punto de calor, por eso lo mejor, en general, es recolectarlas con el frescor de la mañana y hasta que el calor no se instala. Pero también hacerlo por la mañana es importante porque es cuando las plantas son más tónicas, la savia está arriba. 
 
 
En cuanto al momento de madurez de la hortaliza o verdura, en general, recolectar de forma prematura supone que esa verdura u hortaliza tenga menos vitaminas y sabor. Pero si cosechamos tarde tendrán peor conservación. Cada verdura, cada hortaliza, tiene unas señales que nos indican ese punto óptimo, ahí está la pericia, en observar y aprender, cuando podemos recolectarlas. 
  
Otra faceta interesante, además de importante, es saber recolectar, porque evitaremos errores como tironear de las matas de alubia o guisantes, cuando se trata de ensayar un gesto concreto entre pulgar e índice para coger bien las vainas; no cortar los puerros por la base, sino sacarlos con raíz, etc.
 
   
Por lo tanto, estos dos meses de Julio y Agosto, son los meses de mayor producción en el huerto.
  
Julio es el mes de máxima intensidad y actividad del huerto. En julio tendremos mucho que cultivar y más que recolectar. Es un mes con mucho sol y luz por lo que es recomendable proteger algunas plantas y algunos frutos del sol para que no se quemen (melones, sandías etc.) La principal actividad será el riego.
 
En Agosto comienzan acortarse los días, descienden las temperaturas por la noche y es la señal para que las plantas comiencen a perder vigor, florecer y producir las semillas para reproducirse.
  
En este mes comienzan a decaer los cultivos plantados, por lo que iremos eliminándolos del terreno a medida que se agote la producción. 
  
Es el momento de ir trasplantando los nuevos cultivos que empezarán a producir en otoño.
  
Pero no todo en verano el huerto es recolectar, en verano, así como crecen las verduras y hortalizas, lo hacen las enemigas del huerto, las adventicias, estas entorpecen el desarrollo de las otras, por lo que deberemos de proceder a su eliminación.
 
Las altas temperatura provocan excesiva transpiración y evaporación del agua en las plantas, para evitarlo es muy importante que se riegue más veces y que se haga a primera hora  o a la última hora del día. Para no dañar a la planta a la hora de regar hay que evitar mojar las hojas, tallos y troncos.
  
   
Julio es época de las recolecciones por lo que seguiremos recogiendo pimientos, tomates, calabacines, judías, berenjenas, pepinos, acelgas, lechugas,… si tenemos exceso de producción, se pueden hacer conservas, para que así podamos seguir disfrutando de las frutas en otoño e invierno.
  
Mantendremos un buen control del riego. El huerto necesita agua con regularidad, evitaremos el exceso de agua, esto puede provocar el aborto de flores y caída de frutos pequeños.
Las plantas de ciclo largo como tomates y berenjenas se deben seguir fertilizando para obtener todo el potencial productivo de estas plantas.
  
En este mes son usuales los ataques de enfermedades como el “oídio”, es aconsejable, en plantas de tomate, pimiento, pepino, melón, sandía y viña tratar, por la mañana o la tarde, cuando no haga calor, con azufre.
  
En esta época se intensifican los ataques de plagas como mosca blanca, araña y diversas orugas como la Polilla del tomate o “TUTA”, pincha en este enlace, si quieres conocer más a cerca de ella. No descuidar los tratamientos, pero no menos importante es tener en cuenta los PLAZOS DE SEGURIDAD que se deben mantener antes de las recolecciones.
  
  
Y como estamos situados al este de España y en la parte más septentrional de la comunidad Valenciana, los frutales ya comienzan a proporcionarnos los primeros frutos del verano, este es el caso del melocotonero, en el cual sus frutos ya comienzan a "pintar", en unos días podremos degustar sus deliciosos frutos, los cuales, aunque no son excesivamente grandes, al proceder el árbol de un "hueso de melocotón", son de un paladar y dulzor exquisito. 
 
  
Así mismo las Parras, comienzan a generar esos inmensos racimos de uva, que, a veces, llegan a superar los 2 kilogramos de peso. Eso si este año he de poner especial atención en el desarrollo de la producción de la parra de uva de Moscatel, todos los años es atacada por el oídio, lo que provoca el deterioro e incluso la malogración de los frutos. He de decir que estos racimos de uva que produce esta parra, sus frutos son de un sabor extraordinario y la  textura de su piel de un tacto finísimo.
  
Frase del día:
"No busques a alguien que resuelva tus problemas, busca a alguien que NO te deje afrontarlos solo."