domingo, 20 de abril de 2025

Las hormigas y el huerto

Entre los insectos que pueden invadir nuestro huerto las hormigas son uno de los más inofensivos, salvo cuando se convierten en una plaga que amenaza con dejar enormes huecos en las hojas de las plantas y en los pétalos de las flores  presagiando un inevitable final y preparándose para crear esos característicos caminos que conducen directo a nuestros hogares.

Se han descrito alrededor de 13.500 especies de hormigas distintas (se estima que hay entre mil billones (10)15 y diez mil billones (10)16 de hormigas viviendo sobre la Tierra), de las que solo algunas interfieren con nuestras actividades cotidianas, especialmente con las labores agrícolas.

Las hormigas son los insectos sociales más evolucionados ya que presentan una organización en castas distinguiéndose tres clases: obreras que son hembras sin capacidad para reproducirse (las hay exploradoras, cortadoras, transportadoras, soldados, jardineras, nodrizas y constructoras), machos reproductores (que sólo aparecen en algunas épocas del año, generalmente en el verano) y reinas (suele haber una sola por colonia de la que procede toda la descendencia a menos que sean especies poligínicas).

El hecho de no poder volar provocó para ellas que alcanzar lugares lejanos se convirtiera en un problema. Todo ello desencadenó que las hormigas desarrollaran una elevada dependencia de las sustancias químicas para comunicarse.

Tal desarrollo ha dado lugar a que, según la proporción de feromonas procedentes de diferentes glándulas, estas señales conlleven significados distintos, desde indicaciones para llevarlos a las fuentes de alimentos hasta alertar a otras hormigas de posibles peligros.

Por ejemplo, una hormiga que ha sido aplastada desprende feromonas de alarma las cuales son recibidas por hormigas cercanas y las alerta de un posible ataque y, en consecuencia, atrae a hormigas de la lejanía para reforzar su colonia.

Las feromonas son percibidas por las hormigas a través de sus largas y delgadas antenas, las cuales les aportan información sobre la dirección y la intensidad del aroma. Además de las feromonas de las hormigas, estas también utilizan señales auditivas y visuales, así como señales táctiles y vibratorias para comunicarse.

Las hormigas, por regla general, son muy curiosas, siempre en busca de comida y agua para su colonia. Y el huerto se convierte en un paraíso para ellas debido a la abundancia de alimentos y restos que pueden encontrar.

Las hormigas impregnan el suelo de feromonas para que otras hormigas puedan seguir estas señales. En las especies donde la alimentación tiene lugar en grupos, un recolector que encuentra alimento para la colonia de hormigas se encarga de marcar el camino de regreso al nido de la colonia, valiéndose por su memoria individual, para que la misma ruta pueda ser seguida por otras hormigas y, de esta manera, se va reforzando el rastro de las señales.

El resultado de este proceso son senderos de hormigas entre los nidos y cada una de las diversas localizaciones de las fuentes de alimento, los cuales cada vez van siendo seguidos por más hormigas, volviéndose más densos y reforzando los caminos y, también, identificando poco a poco la mejor ruta. Una vez agotada la fuente de alimento, se deja que el olor se vaya disipando con el transcurso del tiempo.

La importancia de mantener a las hormigas lejos de nuestro huerto radica en la necesidad de preservar la higiene y la salud en el cultivo. Estos pequeños insectos pueden transportar bacterias y gérmenes de un lugar a otro, lo que puede aumentar el riesgo de enfermedades. Por lo tanto, prevenir la invasión de hormigas es esencial para mantener un ambiente limpio y saludable.

No obstante, es importante evaluar si las hormigas realmente están causando un problema antes de decidir eliminarlas, ya que también pueden ser beneficiosas para nuestro huerto. 

Una vez efectuada la evaluación de la situación, y si hemos decidido la eliminación de estas, el método más conveniente a utilizar dependerá de la especie que se encuentre en nuestro huerto.

Por lo general, podemos encontrar hormigas del género que son podadoras o cortadoras. Estas especies se alimentan de un hongo al que “engordan” llevándole hojas y tallos recién podados.

Su aparato bucal masticador, genera un desprendimiento del área foliar de la planta, provocando que la misma sea menos eficiente a la hora de generar fotoasimilados ya que tiene menos área verde para hacer fotosíntesis. No penséis que las hormigas se alimentan de esos trocitos de hoja o alimento que se llevan, lo que hacen es triturarlo y dárselo para formar el hongo que ellas realmente se comen.

Las hormigas en el huerto pueden ser tanto beneficiosas como problemáticas, dependiendo de la situación y del tipo de hormiga. Vamos a ver un poco más sobre los efectos que pueden tener y cómo controlar su presencia en el huerto:

Beneficios de las hormigas en el huerto:

·      Control de plagas: Algunas hormigas se alimentan de insectos pequeños y otras plagas que pueden dañar las plantas, como pulgones y orugas. Así mismo son depredadores de plagas como el picudo y las termitas.

·   Polinización: Aunque no son tan efectivas como las abejas, algunas hormigas pueden contribuir a la polinización al moverse entre las flores de las plantas.

·    Son buenos removedores del suelo: al realizar los túneles favorecen la aireación aumentando la movilidad del aire y el agua y  facilitando el acceso de las raíces a los nutrientes.

Problemas causados por las hormigas en el huerto:

·     Protección de plagas: Algunas especies de hormigas protegen a plagas como los pulgones o cochinillas, ya que se alimentan de la melaza que estas secretan. Esto puede llevar a un aumento en la población de estas plagas en el huerto.

·      Daño directo a las plantas: Algunas hormigas pueden masticar partes de las plantas para crear refugios o para alimentarse.

·    Interferencia con actividades humanas: Las hormigas pueden ser una molestia cuando trabajan cerca de plantas que se deben cosechar o al realizar tareas de mantenimiento.

Estrategias para controlar las hormigas en el huerto:

·    Control biológico: Fomentar la presencia de depredadores naturales de hormigas y plagas asociadas, como mariquitas, avispas parasitoides y aves.

·      Eliminar las colonias de pulgones y cochinillas: Reducir la población de pulgones o cochinillas puede disminuir la atracción de las hormigas hacia el huerto.

·     Uso de barreras físicas: Aplicar barreras como cintas adhesivas, bandas de cobre o polvo de tierra de diatomeas alrededor de las plantas para evitar que las hormigas suban.

·     Trampas y cebos: los cebos son elementos muy atrayentes, que pueden cumplir varias funciones. En el inicio de un ataque permiten “distraer” la atención sobre las plantas atacadas y dirigirlas al cebo. Los cebos más utilizados son las cáscaras de cítricos, miel, granos de arroz partido. Las trampas son aquellas especies de plantas muy preferidas por las hormigas, a las que van a atacar en primer lugar.

Remedios caseros:

·     Uso de ceniza: arrojar cenizas en un hormiguero las animará a hacer las maletas y buscar otro lugar para vivir.

·     Utilización del método del carpeto: Este método consiste en colocar un semillero de corcho o un material parecido boca abajo, en la zona afectada por la plaga. Riégalo dos o tres veces por semana y las hormigas no tardarán en colonizarlo y mudarse a él. Tras esto, eliminarlas ahí será muy sencillo con cualquiera de los anteriores métodos o simplemente llevándolas a otro sitio en el que no nos estorben.

·   Utiliza el vinagre: existe un remedio casero efectivo para combatir las hormigas en nuestro huerto. Este remedio utiliza ingredientes simples: vinagre y agua. El vinagre, conocido por sus propiedades antimicrobianas, es capaz de eliminar a casi cualquier plaga, incluyendo las hormigas. Sin embargo, es importante diluirlo con agua para evitar dañar las plantas u objetos. Cuando mezclas 250 ml de vinagre blanco con 250 ml de agua en un pulverizador y rocías las zonas donde ves hormigas en el huerto, estarás creando una barrera que las alejará.

·    Utilizaremos los cítricos en descomposición que al tener la parte de la cáscara cubierta de un moho verdoso y polvoriento, nos servirá como instrumento para combatir las hormigas: “Este moho verdoso es un hongo que es antagónico respecto del hongo del que se alimentan las hormigas”. Es que, contrariamente a lo que se suele suponer, estos insectos no comen directamente las hojas que recogen, sino que las utilizan como un sustrato que cultivan en el hormiguero y que da como resultado el hongo que consumen. El hecho de ser antagónico significa que el hongo de los cítricos se alimenta de otros hongos, como el que producen las hormigas.

Por eso, introducir un limón podrido en el entorno de las hormigas puede contaminar su fuente de alimentación y obligarlas a abandonar el lugar en el que se han instalado. La clave del truco es que este repelente no mata a los insectos, solo al hongo que consumen, que es incompatible con las bacterias en descomposición de la cáscara de un limón, una naranja o una mandarina.

Colocaremos el limón cerca de las plantas que queremos proteger. Las hormigas se van a impregnar y van a llevar este hongo al hormiguero que va a ser perjudicial para el hongo con el cual ellas se alimentan.

En conclusión, las hormigas en el huerto pueden ser tanto aliadas como adversarias. Su presencia puede beneficiar al ecosistema del huerto al controlar ciertas plagas y mejorar la calidad del suelo. Sin embargo, también pueden convertirse en un problema si protegen plagas como los pulgones o dañan directamente las plantas.

Para controlar la presencia de hormigas en el huerto, es esencial entender su papel y evaluar si su actividad es más beneficiosa o perjudicial. Si se detecta que causan problemas, se pueden utilizar diversas estrategias naturales y sostenibles para controlarlas sin dañar el equilibrio del ecosistema del huerto. Al tomar decisiones informadas, es posible mantener un huerto saludable y productivo, aprovechando los beneficios de las hormigas mientras se minimizan sus inconvenientes.

Aunque pequeñas, las hormigas desempeñan una gran labor ecosistémica y en la biodiversidad que les merece el título de «ingenieras de los ecosistemas».

Frase del día:

La cosa más difícil en la vida es conocerte a ti mismo.” Tales.

jueves, 3 de abril de 2025

Tareas del Huerto en Abril

Con la llegada del buen tiempo las siembras en nuestro huerto se generalizan y el crecimiento de los cultivos se dispara, pero... ¡OJO! también el riesgo de plagas.

Abril suele ser un mes de lluvias, la primavera ya ha llegado. Cada día que pasa los días son más largos y las temperaturas más altas. A pesar de que en marzo entramos en esta estación oficialmente, es a partir de abril cuando la primavera se hace notar de verdad en nuestros huertos. De todas formas, es importante no confiarnos, ya que también se trata de un mes sumamente inestable climatológicamente hablando.

Abril es junto con mayo y junio, el mes en el que procederemos a realizar el total de las plantaciones de verduras y hortalizas que vamos a cultivar en verano, es el mes de siembras generalizadas en el huerto.

Aunque en este mes todavía llueve y puede hacer frío, podemos continuar con las labores que desarrollamos en el mes de marzo y observar la posibilidad de que se inicie alguna plaga. En nuestros semilleros podemos sembrar calabazas, calabacines, berenjenas, judías, melones, pepinos, tomates, pimientos, puerros, cebollas, acelgas, apios, coles, lechugas, palomitas, hierbabuena, romero, perejil, salvia, tomillo...  

Seguiremos recolectando los restos de los cultivos de invierno que queden en el huerto, tales como col de repollo, escarolas, coliflores, guisantes, puerros, cebollas, etc.

En este mes vamos a estar muy activos, ya que, es momento de abonados, trabajos de mantenimiento, siembra, trasplantes, prevención de plagas, etc.

Las tareas en el huerto se intensifican durante este mes y deberemos de prestar atención a algunas como las que detallo a continuación, para el correcto desarrollo de nuestros cultivos en el huerto:

·      Deberemos de permanecer atentos al tiempo que hace, ya que este mes suele ser muy inestable. Si abril no sigue el refranero y escasean las lluvias, deberemos de comenzar con los riegos de manera regular, para prevenir que la tierra, con el calor, no se quede seca.

Estaremos atentos a posibles olas tardías de frío o heladas puntuales, las cuales pueden echar a perder el desarrollo de nuestros cultivos o incluso causar su muerte. Al menor indicio, protegeremos las plantas más sensibles, como tomates o calabacines.

·   La alternancia de lluvia y calor favorece la proliferación de hongos y enfermedades criptogámicas y podredumbres.

El riesgo de pulgón u otros áfidos es bajo si se usa tierra fértil y no se abusa de abonos nitrogenados.

·    Si eres de los que suele prepararse sus propios tratamientos y purines, ahora que crece mucha ortiga es el momento óptimo para preparar un «purín de ortigas». Este estimulará el crecimiento de las plantas de hoja y fortalecerá al resto.

·    También empezarán a proliferar las adventicias, hierbas competidoras. Es conveniente escardar y airear la tierra de forma regular.

·     Haremos las parcelaciones adecuadas para planificar las plantaciones de verduras y hortalizas de verano (surcos, tablas, etc.)

·      Poco a poco deberemos de ir subiendo la frecuencia y dosis de fertilización. El riego en los cultivos recientes deberá de realizarse a primera hora de la mañana. 

·      La subida de temperatura, días más largos y soleados y los primeros brotes tiernos de las hortalizas, traen consigo la aparición de plagas como pulgones, caracoles y babosas principalmente, por eso es conveniente el comienzo de la aplicación de medidas preventivas.  

Encañado para Judías.

Barraca para Tomates.

·      También podemos comenzar con los entutorados, para judías, pimenteras y tomateras, una vez que pasen de los 15cm de altura.

·     No es conveniente abusar del riego por ser época habitual de lluvias. Así evitaremos el encharcamiento y aparición de enfermedades y hongos.

Además de saber que podemos plantar durante este mes, también es recomendable tener en cuenta ciertas sugerencias, tales como:

Aprovecha el agua de la lluvia: como dice el refrán “en abril aguas mil”. Recoger el agua de la lluvia es una excelente idea no sólo por su calidad sino también porque nos ayudará a ahorrar uno de los recursos más escasos e imprescindibles del planeta.

Retira las malas hierbas: antes de ponerte a plantar es importante que limpies bien tu huerto y retires todas las malas hierbas para prevenir futuros problemas. Para prevenir que este problema vuelva a invadir nuestro huerto podemos instalar una malla antihierbas.

Prepara el terreno para los próximos meses: durante el mes de abril es un buen momento para preparar y aplicar un acolchado en nuestra tierra ya que así la protegeremos de los cambios de temperatura, evitaremos el crecimiento de malas hierbas y mejoraremos la retención de agua.

Terreno preparado para comenzar la plantación.

Tendremos especial cuidado con caracoles y babosas: es una de las plagas más habituales durante la primavera. Deberemos tomar medidas para evitar que se acerquen a los cultivos ya que a estos pequeños animales les encantan los brotes tiernos y las hojas de las plantas.

Si quieres obtener una excelente cosecha durante varios meses y poder disfrutar de tus verduras y hortalizas, lleva a cabo estos pasos y aumentarás las opciones de poder conseguirlo.

Si te has generado tus propios semilleros quizás te hayas dado cuenta de que en este momento tienes especies tanto en siembra como en plantación. No se trata de un error si no de una estrategia. Por ejemplo, imagina que ahora mismo tienes a la vez pimientos y/o tomates tanto sembrados como plantados. Siendo así:

Cuando llegue mayo/junio tendrás que trasplantar los que ahora están sembrados.

Cuando llegue julio podrás consumir los que ahora están plantados.

Cuando llegue septiembre, podrás consumir los que estaban sembrados y posteriormente trasplantaste.

Conclusiones:

Con la llegada de Abril es el momento de comenzar con la plantación de las verduras y hortalizas que vamos a cultivar durante el verano en nuestro huerto.

Las temperaturas comienzan a subir, y hay más horas de sol, lo que favorece el crecimiento de las plantas.

Se hace necesario empezar a ajustar el riego, ya que las temperaturas aumentan y el suelo se seca más rápidamente.

Con el calor, aumentan las plagas como pulgones y caracoles, por lo que deberemos estar atentos y aplicar métodos ecológicos de control.

Y no nos olvidemos de que tener un huerto nos permite consumir alimentos frescos, reducir residuos y mejorar la conexión con la naturaleza.

En resumen, abril es un mes ideal para impulsar el huerto, pero requiere atención al riego, las plagas y el crecimiento de las plantas.

Frase del día:

Educad a los niños y no será necesario castigar a los hombres.