sábado, 14 de junio de 2025

Tareas en el Huerto en Junio

Junio. Este mes es el más laborioso y uno de los más gratificantes ya que, además de sembrar, trasplantar y plantar, podemos comenzar a ver  y recolectar la cosecha que en meses anteriores hemos cultivado. El huerto estará cuajado de flores y comenzará a ofrecer los primeros frutos de la temporada. ¡¡¡Todo un placer para nuestros sentidos!!!

Junio marca la llegada del verano en el Hemisferio Norte y, además, en nuestro país, es sinónimo de agradables temperaturas los días se hacen más largos y cálidos, las tardes suaves y apacibles. Los campos empiezan a dorarse de cereal maduro y el huerto entra en uno de sus momentos más activos y productivos del año, la naturaleza está en pleno apogeo de madurez.

Pero… ¡OjO!, la mayoría de los fracasos en el cultivo de los huertos están relacionados con la gestión del riego, en próximas entradas trataremos el tema del riego, y la fuerte deshidratación del suelo a partir de la llegada de los meses cálidos. Así, en junio, cuando ya se empieza a dar una fuerte evapotranspiración conviene empezar a regar con más frecuencia que hasta ahora.

Si nuestro huerto está expuesto al sol del mediodía lo ideal será instalar un programador de riego que se active unos cinco minutos cada seis u ocho horas.

Al igual que en meses anteriores hay unas tareas específicas a realizar en nuestro huerto enfocándose, principalmente, en la siembra de nuevas hortalizas, el trasplante de plántulas, el riego y el control de plagas. No debiéndonos de olvidar de la limpieza de malas hierbas y la poda de cultivos. 

Las labores de siembra y trasplante durante este mes dependerán de la ubicación geográfica, el clima, las precipitaciones y el tipo de suelo.

El buen tiempo da un acelerón a los cultivos increíble. Si hemos efectuado una siembra temprana, los tomates y los pimientos comenzarán ya a dar alguna cosecha. Aunque, todavía estamos a tiempo de poder recolectar tomates este verano si nos decidimos a plantar este mes.

Así pues durante este mes podremos seguir con la siembra y trasplantes en nuestro huerto, aunque algunos cultivos ya los hayamos trasplantado en meses anteriores:

Siembra y trasplante

·      Directamente en el suelo:

o  Judías verdes, zanahorias, remolachas, acelgas, calabazas, calabacines, pepinos, rábanos. 

·      Trasplantes: 

o  Tomates, pimientos, berenjenas, lechugas, cebollinos, repollo o coles, coliflores.  

o  Puerros. (El puerro es una hortaliza que al ser plantada necesita que las temperaturas oscilen alrededor de los 20ºC y que pueda disfrutar de largas horas de sol, razón por la que el mes de junio es el más adecuado para su siembra, dado que se trata del mes con los días más largos de todo el año) 

En cuanto a las tareas y cuidados de los cultivos de nuestro huerto, en Junio, destacaremos:

·      Riego: Deberemos de aumentar la frecuencia del riego, preferiblemente por la mañana temprano o al atardecer. Evitaremos mojar las hojas para prevenir la aparición de hongos.

·      Acolchado: Usaremos paja, corteza o compost para conservar la humedad y evitar, en lo posible, la aparición de malas hierbas.

·      Entutorado: Continuaremos con la preparación de tutores y cañas para los cultivos altos y otras trepadoras.

·    Poda: Eliminaremos los brotes laterales en tomates, así como las hojas enfermas.

·   Mantendremos una buena rutina de abonado: Una buena rutina de abonado es clave para mantener nuestro huerto sano en esta época de crecimientos rápidos y desarrollo de flores y frutos.

Plantero de tomates de Barbastro.

·     Vigilaremos el huerto de plagas: A los pulgones y otras plagas les encanta el solecito, así que es el momento de tener el huerto bien vigilado para aplicar el tratamiento a tiempo en caso de que sea necesario. Prestando especial atención al envés de las hojas, que es donde se suelen refugiar. En estos momentos las plagas y enfermedades que más proliferan son los Pulgones, Mosca blanca, Araña roja, Mildiu y Oídio (especialmente en tomates y calabacines.)

·   Plantas beneficiosas: plantaremos flores beneficiosas como caléndula o albahaca para atraer polinizadores y repeler insectos.

·      No nos olvidaremos de continuar aporcando y excavando nuestros cultivos. 

Si hemos ido cultivado algunos de los cultivos que mencioné, en meses anteriores, podremos comenzar a recolectar hojas de acelgas, ajos, calabacines, cebollas, cebollinos, puerros, coles, escarolas, espinacas, fresas, guisantes, lechugas, judías verdes tiernas….

Primera cosecha de Junio.

Todas estas actividades las realizaremos durante los momentos en el que el Sol y el calor respeten el trabajo.

Conclusiones sobre el huerto en Junio, recolección y tareas:

·      Crecimiento activo de cultivos: Junio es un mes de pleno crecimiento. Las temperaturas cálidas y los días largos favorecen el desarrollo de hortalizas como tomates, calabacines, pepinos, pimientos, y legumbres. Las plantas están en su etapa más activa. 

·      Necesidad de riego constante: Aumenta la demanda de agua por parte de las plantas. Es crucial mantener un riego regular, preferiblemente por la mañana o al atardecer para evitar la evaporación rápida y el estrés hídrico.

·  Primeras cosechas de verano: En muchos huertos ya se empieza a recolectar lechuga, rabanitos, espinacas, fresas y otras verduras de ciclo corto. Esto permite ir liberando espacio para nuevos cultivos.

·    Control de plagas y enfermedades: Con el calor, también aumentan las plagas (pulgones, araña roja, orugas, mosca blanca) y enfermedades como mildiu y oídio. Es importante hacer inspecciones frecuentes y aplicar métodos preventivos o ecológicos.

·     Entutorado y mantenimiento: Muchas plantas trepadoras o de tallo largo necesitan tutores (tomates, judías, pepinos). Junio es buen momento para entutorar y podar lo necesario para guiar el crecimiento.

·   Planificación de nuevas siembras: Aunque ya hay mucho plantado, también es un buen momento para sembrar cultivos de segunda cosecha como zanahorias, acelgas o coles, pensando en los meses siguientes.  

Hierbabuena. 

Enjambre en el Huerto. 

·      Alta actividad polinizadora: Es un mes con mucha actividad de abejas y otros polinizadores, cruciales para el éxito de muchas hortalizas. Tener flores cerca del huerto puede favorecer esta actividad. 

Frase del día:

Cuando se descubrió que la información era un negocio, la verdad dejó de ser importante.” Ryszard Kapuscinski (1932 – 2007) Periodista, escritor e historiador polaco. 

domingo, 18 de mayo de 2025

Tareas en el Huerto en Mayo

A medida que nos adentramos en la primavera, los días se alargan y entre el sol y la lluvia, las plantas crecen con fuerza y el trabajo en el huerto se redobla. Es el momento de aportarles una dosis extra de nutrientes y de protegerlas de las plagas.

Las labores en el huerto durante los meses de abril y mayo pueden adelantarse o retrasarse según vengan los días de lluvia o de sequía que impide que entre el arado en la tierra por estar demasiado seca o llena de charcos.

Mayo no solo es el mes por excelencia de las flores: también lo es de los cultivos del huerto. Por primera vez desde el comienzo de la primavera comenzamos a disfrutar de temperaturas cálidas y de un mayor número de horas de sol. Dos aspectos que, sumados al fin de las heladas tardías, estimulan el crecimiento de las plantas.

El mes de mayo nos trae sol, y es mucho más agradable trabajar así, pero también es cierto que muchas de las actividades del huerto se intensifican: siembras, trasplantes, aplicación de los primeros tratamientos… 

En esta época del año es hora de realizar el total de los trasplantes del semillero o el invernadero al huerto.

Nos vamos dando cuenta que el entretenimiento en nuestro huerto va a más y hemos pasado simplemente de esperar a que germinen unas semillas a tener que realizar trasplantes, vigilar nuestros semilleros nuevos, finalizar cultivos senescentes, recoger el fruto de los que tenemos en producción y por si fuera poco, ahora también tenemos los cultivos estrella de esta temporada como son el tomate, los pimientos, las berenjenas y los calabacines por lo que, tendremos que estar un poco encima de ellos ya que si queremos tener éxito en su cultivo, deberemos realizar unas tareas extra como son el entutorado de nuestras tomateras o el destallado, tanto en tomateras como en los pimientos.

Entutorado Judías y pepinos.

Entutorado de los tomates.

Es un error de principiante, muy habitual, ir al vivero a comprar plantones sin saber bien cuántas verduras y hortalizas nos caben realmente en el espacio que tenemos. Esto suele acabar de dos formas: o con las plantas demasiado juntas, por lo que no crecerán lo suficiente o morirán; o con tus vecinos de huerto acogiendo el plantón que te sobra.

Por lo tanto, con anterioridad, deberemos efectuar una planificación de los cultivos que vamos a cultivar durante el verano y de la cantidad de plantas que nos caben en la superficie de nuestro huerto. Aquí es donde entran en escena los marcos de plantación.

Se conoce como "marco de plantación" a la separación necesaria que se debe guardar entre plantas para que estas crezcan correctamente.

Antes de comprar nada, deberemos de tener en cuenta que hay hortalizas que ocupan mucho más espacio que otras, es por este motivo que hay hortalizas que no tiene mucho sentido trabajar en un huerto, pues necesitan mucho espacio pero dan pocos frutos. Y otras hortalizas que, pese a que ocupan espacio, compensa plantar, pues su producción es muy elevada.

No tiene sentido ocupar unos metros cuadrados de nuestro huerto para obtener, en el mejor de los casos, solo entre 10 y 20 alcachofas. El calabacín, sin embargo, aunque ocupa bastante espacio, es una planta muy productiva: en verano no dejan de salir calabacines de la misma planta, por lo que se merece bien el metro cuadrado que ocupa.

El marco de plantación y la producción de cada planta son las cuestiones más importantes a tener en cuenta a la hora de planificar nuestro huerto, pero también hemos de tener en cuenta las asociaciones de cultivos y la rotación de estos.

Mayo junto con Abril son, para casi la totalidad de los hortelanos, los mejores meses del año para plantar en el huerto. Con la primavera poco a poco asentándose, cada vez con temperaturas más templadas y más horas de luz, llega la que para muchos es la mejor época del año para plantar en el huerto.

La tierra la hemos preparado en el mes de abril, hemos aplicado compost, abono y a continuación realizaremos la tarea de soltar la tierra con la ayuda de un rastrillo.

Siempre que tengamos que trabajar la tierra, lo ideal es que se haga cuando tenga cierta humedad (tempero o sazón), esto facilitará la labor.

Para la preparación de la tierra de nuestro huerto, las alternativas son, eliminar el cultivo anterior (esta opción es recomendable si hemos tenido problemas fitosanitarios), pero si no hemos tenido ningún problema durante el cultivo anterior, la otra opción es pasar el rotovator e incorporarlo al suelo.

Las tareas a desarrollar en este mes se multiplican y consistirán, principalmente, en la continuación de los trabajos iniciados en el mes de abril, para dejar ya plantadas la mayor parte de las hortalizas de verano.

Aunque el refranero dice que "hasta el cuarenta de Mayo, no te quites el sayo", lo cierto es que ya los riesgos de heladas son mínimos y, si queremos que nuestro huerto produzca al máximo en verano, tenemos que dejar todo encarrilado.

En este mes podemos recolectar alcachofas y por supuesto seguir también con las berzas y coliflores.

En cuanto a las verduras de hoja, seguiremos cosechando las diversas variedades de lechuga, escarola y espinacas. También podemos seguir recogiendo frutos de vaina, tales como el guisante y las habas, aunque estas ya deberán de estar finalizando su ciclo. Por último, nos quedarán también los de raíz o tallo, como los rabanitos, cebollas, ajos tiernos, zanahorias etc.

La mayor parte de las hortalizas de verano se pueden, y se deben, trasplantar al huerto a partir de mediados de abril y durante todo el mes de mayo, cuando podemos empezar ya a plantar, incluso, las hortalizas más propias de finales de verano y principios de otoño, como melones, sandías y calabazas.

En mayo se pueden seguir preparando semilleros de algunas plantas que podemos plantar hasta junio, sobre todo si pretendemos escalonar algunas de las hortalizas del huerto: esto es, ir trasplantando las hortalizas en diferentes semanas para que no produzcan todas a la vez.

Con más horas de sol las plantas crecen más, y esto incluye a las plantas adventicias o no deseadas (mal llamadas malas hierbas), así que nos cercioraremos de que no se desarrollen en zonas donde acabamos de sembrar o trasplantar, ya que estas competirán con los cultivos por los nutrientes, con la consecuente merma del desarrollo de estos.

Otras tareas que deberemos de realizar, entre otras muchas, en nuestro huerto son:

·      Realización de los entutorados, sobre todo a tomateras, judías y otros cultivos como los pepinos, berenjenas y pimientos.

·      Abonaremos nuestros cultivos con fertilizante, es recomendable que sea ecológico ya que así conseguiremos darle ese empujoncito a nuestras plantas sin contaminar ni dañar el suelo de nuestro huerto.

·      Despunte de las tomateras, las tomateras plantadas a plena tierra con anterioridad, precisarán tareas de despunte de los brotes laterales o secundarios y de atados regulares a los tutores, a fin de que el enorme peso de las matas, o vientos fuertes, no las doblen o las rompan.

El despunte de brotes consiste en quitar los "chupones", que son brotes axilares de la planta.

Con la llegada de la primavera aumentan las horas de luz y las temperaturas, pero todavía seguimos teniendo días lluviosos y esto se convierte en un caldo de cultivo excepcional para el desarrollo de algunas plagas y enfermedades.

Una plaga muy común en primavera y verano es la del pulgón, así que deberemos de estar atentos y poner los remedios para su prevención. En cuanto a las enfermedades, los hongos son muy comunes en esta época del año, aquí os dejo algunos remedios ecológicos para enfermedades por hongos.

Como he dicho anteriormente, si la primavera es lluviosa y cálida, probablemente tengamos problemas de hongos como los oídios o el mildiu en hojas y tallos. Para su prevención o tratamiento normalmente usamos los preparados de cobre o azufre, pero tenemos una alternativa mucho más natural, saludable y ecológica, consistente en diluir un yogur natural por litro de agua y mojar bien con esta dilución las hojas y tallos de nuestras plantas cultivadas.

El ácido láctico de yogur diluido al 5% en agua es un fungicida tan eficaz como los fungicidas químico-sintéticos, al tiempo que sirve de magnífico abono foliar que aporta vigor, verdor y exuberancia a nuestras plantas. Podemos repetir el tratamiento una vez por semana o cada quince días.

Si detectamos la presencia de babosas que devoran las partes más tiernas de lechugas o se comen las plantitas que sembramos justo cuando emergen de la tierra, podemos distribuir unos platitos con un dedo de cerveza en su interior añadiendo además un poquito de azúcar. Las babosas por la noche suelen ir de botellón y terminarán ahogadas dentro del platito de cerveza.

Otro de los problemas típicos de la primavera es la proliferación de pulgones o mosca blanca y aquí de nuevo recurriremos a uno de los remedios caseros más eficaces, consistente en triturar en un litro de agua con el túrmix: tres dientes de ajo, dos guindillas y un trocito de aloe vera o una rama de albahaca. Una vez triturado lo dejaremos macerar de cinco a diez minutos, lo colaremos bien y lo pulverizaremos sobre las plantas más sensibles mojándolas bien, especialmente en las zonas de los brotes más tiernos.

En conclusión, estas son algunas de las tareas que deberemos de realizar, durante el mes de Mayo, en nuestro huerto:

·       Inicio pleno de la temporada de crecimiento: Mayo marca el comienzo del desarrollo activo de muchas plantas. Se observa un crecimiento vigoroso en cultivos como tomates, pimientos, calabacines y hortalizas de hoja.

·       Éxito en la siembra directa y trasplantes: Las temperaturas más cálidas permiten realizar siembras directas al suelo y trasplantes de plántulas con bajo riesgo de heladas, lo que favorece una buena adaptación.

·   Necesidad de control constante de malas hierbas: Las lluvias de primavera y el aumento de temperatura favorecen el crecimiento de malezas, lo que obliga a intensificar labores de deshierbe para evitar competencia con los cultivos.

·     Primeras plagas y enfermedades: Aparecen las primeras plagas (como pulgones, mosca blanca, ácaros y orugas) y enfermedades fúngicas debido a la humedad. Es fundamental aplicar medidas preventivas (rotación, asociaciones, tratamientos naturales).

·     Riego más frecuente: Con el aumento de las temperaturas, el riego se vuelve más necesario. Se valora la implementación de sistemas eficientes como el riego por goteo.

·       Oportunidad para el abonado: Es un momento ideal para aportar compost o abono orgánico, ya que las plantas están en pleno desarrollo y requieren más nutrientes.

·       Primeras recolecciones de primavera: Se pueden empezar a recolectar lechugas, rúcula, espinacas, rábanos y algunas hierbas como perejil o cebollino, lo que motiva y recompensa el trabajo del huerto.

·       Mantenimiento y tutorado: Se colocan tutores en cultivos que lo necesitan (tomates, judías, pepinos) para asegurar su crecimiento vertical y evitar enfermedades por contacto con el suelo.

Recomendaciones para junio:

·      Continuar con el riego constante, controlar plagas con métodos naturales, y comenzar el entutorado de nuevas plantas de verano.

·      Seguir cosechando hojas y hortalizas de ciclo corto.

Frase del día:

Lo mejor es salir de la vida como de una fiesta, ni sediento ni bebido.” Aristóteles (384 a.c. - 322 a.c.) Filósofo griego.

domingo, 20 de abril de 2025

Las hormigas y el huerto

Entre los insectos que pueden invadir nuestro huerto las hormigas son uno de los más inofensivos, salvo cuando se convierten en una plaga que amenaza con dejar enormes huecos en las hojas de las plantas y en los pétalos de las flores  presagiando un inevitable final y preparándose para crear esos característicos caminos que conducen directo a nuestros hogares.

Se han descrito alrededor de 13.500 especies de hormigas distintas (se estima que hay entre mil billones (10)15 y diez mil billones (10)16 de hormigas viviendo sobre la Tierra), de las que solo algunas interfieren con nuestras actividades cotidianas, especialmente con las labores agrícolas.

Las hormigas son los insectos sociales más evolucionados ya que presentan una organización en castas distinguiéndose tres clases: obreras que son hembras sin capacidad para reproducirse (las hay exploradoras, cortadoras, transportadoras, soldados, jardineras, nodrizas y constructoras), machos reproductores (que sólo aparecen en algunas épocas del año, generalmente en el verano) y reinas (suele haber una sola por colonia de la que procede toda la descendencia a menos que sean especies poligínicas).

El hecho de no poder volar provocó para ellas que alcanzar lugares lejanos se convirtiera en un problema. Todo ello desencadenó que las hormigas desarrollaran una elevada dependencia de las sustancias químicas para comunicarse.

Tal desarrollo ha dado lugar a que, según la proporción de feromonas procedentes de diferentes glándulas, estas señales conlleven significados distintos, desde indicaciones para llevarlos a las fuentes de alimentos hasta alertar a otras hormigas de posibles peligros.

Por ejemplo, una hormiga que ha sido aplastada desprende feromonas de alarma las cuales son recibidas por hormigas cercanas y las alerta de un posible ataque y, en consecuencia, atrae a hormigas de la lejanía para reforzar su colonia.

Las feromonas son percibidas por las hormigas a través de sus largas y delgadas antenas, las cuales les aportan información sobre la dirección y la intensidad del aroma. Además de las feromonas de las hormigas, estas también utilizan señales auditivas y visuales, así como señales táctiles y vibratorias para comunicarse.

Las hormigas, por regla general, son muy curiosas, siempre en busca de comida y agua para su colonia. Y el huerto se convierte en un paraíso para ellas debido a la abundancia de alimentos y restos que pueden encontrar.

Las hormigas impregnan el suelo de feromonas para que otras hormigas puedan seguir estas señales. En las especies donde la alimentación tiene lugar en grupos, un recolector que encuentra alimento para la colonia de hormigas se encarga de marcar el camino de regreso al nido de la colonia, valiéndose por su memoria individual, para que la misma ruta pueda ser seguida por otras hormigas y, de esta manera, se va reforzando el rastro de las señales.

El resultado de este proceso son senderos de hormigas entre los nidos y cada una de las diversas localizaciones de las fuentes de alimento, los cuales cada vez van siendo seguidos por más hormigas, volviéndose más densos y reforzando los caminos y, también, identificando poco a poco la mejor ruta. Una vez agotada la fuente de alimento, se deja que el olor se vaya disipando con el transcurso del tiempo.

La importancia de mantener a las hormigas lejos de nuestro huerto radica en la necesidad de preservar la higiene y la salud en el cultivo. Estos pequeños insectos pueden transportar bacterias y gérmenes de un lugar a otro, lo que puede aumentar el riesgo de enfermedades. Por lo tanto, prevenir la invasión de hormigas es esencial para mantener un ambiente limpio y saludable.

No obstante, es importante evaluar si las hormigas realmente están causando un problema antes de decidir eliminarlas, ya que también pueden ser beneficiosas para nuestro huerto. 

Una vez efectuada la evaluación de la situación, y si hemos decidido la eliminación de estas, el método más conveniente a utilizar dependerá de la especie que se encuentre en nuestro huerto.

Por lo general, podemos encontrar hormigas del género que son podadoras o cortadoras. Estas especies se alimentan de un hongo al que “engordan” llevándole hojas y tallos recién podados.

Su aparato bucal masticador, genera un desprendimiento del área foliar de la planta, provocando que la misma sea menos eficiente a la hora de generar fotoasimilados ya que tiene menos área verde para hacer fotosíntesis. No penséis que las hormigas se alimentan de esos trocitos de hoja o alimento que se llevan, lo que hacen es triturarlo y dárselo para formar el hongo que ellas realmente se comen.

Las hormigas en el huerto pueden ser tanto beneficiosas como problemáticas, dependiendo de la situación y del tipo de hormiga. Vamos a ver un poco más sobre los efectos que pueden tener y cómo controlar su presencia en el huerto:

Beneficios de las hormigas en el huerto:

·      Control de plagas: Algunas hormigas se alimentan de insectos pequeños y otras plagas que pueden dañar las plantas, como pulgones y orugas. Así mismo son depredadores de plagas como el picudo y las termitas.

·   Polinización: Aunque no son tan efectivas como las abejas, algunas hormigas pueden contribuir a la polinización al moverse entre las flores de las plantas.

·    Son buenos removedores del suelo: al realizar los túneles favorecen la aireación aumentando la movilidad del aire y el agua y  facilitando el acceso de las raíces a los nutrientes.

Problemas causados por las hormigas en el huerto:

·     Protección de plagas: Algunas especies de hormigas protegen a plagas como los pulgones o cochinillas, ya que se alimentan de la melaza que estas secretan. Esto puede llevar a un aumento en la población de estas plagas en el huerto.

·      Daño directo a las plantas: Algunas hormigas pueden masticar partes de las plantas para crear refugios o para alimentarse.

·    Interferencia con actividades humanas: Las hormigas pueden ser una molestia cuando trabajan cerca de plantas que se deben cosechar o al realizar tareas de mantenimiento.

Estrategias para controlar las hormigas en el huerto:

·    Control biológico: Fomentar la presencia de depredadores naturales de hormigas y plagas asociadas, como mariquitas, avispas parasitoides y aves.

·      Eliminar las colonias de pulgones y cochinillas: Reducir la población de pulgones o cochinillas puede disminuir la atracción de las hormigas hacia el huerto.

·     Uso de barreras físicas: Aplicar barreras como cintas adhesivas, bandas de cobre o polvo de tierra de diatomeas alrededor de las plantas para evitar que las hormigas suban.

·     Trampas y cebos: los cebos son elementos muy atrayentes, que pueden cumplir varias funciones. En el inicio de un ataque permiten “distraer” la atención sobre las plantas atacadas y dirigirlas al cebo. Los cebos más utilizados son las cáscaras de cítricos, miel, granos de arroz partido. Las trampas son aquellas especies de plantas muy preferidas por las hormigas, a las que van a atacar en primer lugar.

Remedios caseros:

·     Uso de ceniza: arrojar cenizas en un hormiguero las animará a hacer las maletas y buscar otro lugar para vivir.

·     Utilización del método del carpeto: Este método consiste en colocar un semillero de corcho o un material parecido boca abajo, en la zona afectada por la plaga. Riégalo dos o tres veces por semana y las hormigas no tardarán en colonizarlo y mudarse a él. Tras esto, eliminarlas ahí será muy sencillo con cualquiera de los anteriores métodos o simplemente llevándolas a otro sitio en el que no nos estorben.

·   Utiliza el vinagre: existe un remedio casero efectivo para combatir las hormigas en nuestro huerto. Este remedio utiliza ingredientes simples: vinagre y agua. El vinagre, conocido por sus propiedades antimicrobianas, es capaz de eliminar a casi cualquier plaga, incluyendo las hormigas. Sin embargo, es importante diluirlo con agua para evitar dañar las plantas u objetos. Cuando mezclas 250 ml de vinagre blanco con 250 ml de agua en un pulverizador y rocías las zonas donde ves hormigas en el huerto, estarás creando una barrera que las alejará.

·    Utilizaremos los cítricos en descomposición que al tener la parte de la cáscara cubierta de un moho verdoso y polvoriento, nos servirá como instrumento para combatir las hormigas: “Este moho verdoso es un hongo que es antagónico respecto del hongo del que se alimentan las hormigas”. Es que, contrariamente a lo que se suele suponer, estos insectos no comen directamente las hojas que recogen, sino que las utilizan como un sustrato que cultivan en el hormiguero y que da como resultado el hongo que consumen. El hecho de ser antagónico significa que el hongo de los cítricos se alimenta de otros hongos, como el que producen las hormigas.

Por eso, introducir un limón podrido en el entorno de las hormigas puede contaminar su fuente de alimentación y obligarlas a abandonar el lugar en el que se han instalado. La clave del truco es que este repelente no mata a los insectos, solo al hongo que consumen, que es incompatible con las bacterias en descomposición de la cáscara de un limón, una naranja o una mandarina.

Colocaremos el limón cerca de las plantas que queremos proteger. Las hormigas se van a impregnar y van a llevar este hongo al hormiguero que va a ser perjudicial para el hongo con el cual ellas se alimentan.

En conclusión, las hormigas en el huerto pueden ser tanto aliadas como adversarias. Su presencia puede beneficiar al ecosistema del huerto al controlar ciertas plagas y mejorar la calidad del suelo. Sin embargo, también pueden convertirse en un problema si protegen plagas como los pulgones o dañan directamente las plantas.

Para controlar la presencia de hormigas en el huerto, es esencial entender su papel y evaluar si su actividad es más beneficiosa o perjudicial. Si se detecta que causan problemas, se pueden utilizar diversas estrategias naturales y sostenibles para controlarlas sin dañar el equilibrio del ecosistema del huerto. Al tomar decisiones informadas, es posible mantener un huerto saludable y productivo, aprovechando los beneficios de las hormigas mientras se minimizan sus inconvenientes.

Aunque pequeñas, las hormigas desempeñan una gran labor ecosistémica y en la biodiversidad que les merece el título de «ingenieras de los ecosistemas».

Frase del día:

La cosa más difícil en la vida es conocerte a ti mismo.” Tales.